Antoine Walker.

Antoine Walker.

Baloncesto

Walker (49), exjugador NBA, sobre los peligros del dinero tras ganar 108 millones: "Me volví experto en perder dinero"

El estadounidense se obsesionó con los coches y fracasó en las inversiones inmobiliarias, lo que le llevó a la bancarrota en 2010 con deudas que rondaban los 13 millones de dólares.

Más información: Aleix Espargaró (36), expiloto, sobre su imperio hostelero en Andorra: "Tengo 5 restaurantes y pago impuestos donde resido"

Publicada

Antoine Walker, tres veces All-Star de la NBA y campeón con Miami Heat, se ha convertido en uno de los ejemplos más estremecedores de cómo se puede dilapidar una fortuna de 108 millones y rehacer la vida desde las ruinas financieras.

El estadounidense llegó a la NBA con solo 19 años y, a los 21, ya firmaba un contrato de seis años por 71 millones de dólares con los Boston Celtics, cifra que contribuyó a unos ingresos totales cercanos a los 108 millones durante sus 13 temporadas en la liga.

El ala-pívot vivió su pico deportivo a principios de los 2000 y coronó su carrera en 2006, cuando fue campeón de la NBA junto a Shaquille O'Neal en Miami.

Pero apenas dos años después de su último partido en la liga, en 2010, se declaraba en bancarrota, con deudas que rondaban los 13 millones de dólares y la obligación de desprenderse incluso de su anillo de campeón.

Con los años, Walker ha reconocido que la velocidad con la que se enriqueció fue tan deslumbrante como tóxica. "El dinero llegó tan rápido, sin educación", admite, al recordar aquellos primeros contratos millonarios.

"Te conviertes en millonario de la noche a la mañana y no sabes qué hacer con eso. No entendemos los impuestos. No entendemos los estilos de vida. Creamos un estilo de vida que no podemos mantener".

Antoine Walker, exjugador de la NBA.

Antoine Walker, exjugador de la NBA.

Walker confiesa que no tenía una comprensión real de cuánto le quedaba después de impuestos ni del efecto a largo plazo de cada decisión de gasto.

En su propio resumen, mezcló juventud, ego y desconocimiento: "Solo se veía bien sobre el papel… los números tenían sentido para mí, pensaba 'vamos a convertir 400.000 en 2 millones', pero no estaba encima del dinero".

Lujos, entorno y malas inversiones

Lejos de un único error, la caída de Walker fue una suma de excesos cotidianos y riesgos empresariales desmesurados.

El exjugador reconoce que llegó a tener una auténtica "obsesión con los coches", con una colección de vehículos de lujo, además de varias casas y joyas caras, símbolos de un estatus que, según él mismo, respondía también a la presión competitiva entre estrellas de la liga. "He pasado por todo, lo he visto todo. Soy casi un experto en cómo se va el dinero", ironiza.

Una parte importante de su desastre financiero fue el negocio inmobiliario. Walker se asoció en múltiples proyectos durante los años previos a la crisis, poniendo incluso su patrimonio personal como garantía.

"Nos atrapó la recesión. Teníamos un montón de propiedades sin desarrollar. Salió mal. Los bancos querían su dinero de vuelta", relata sobre el desplome que le dejó atrapado entre bancos y abogados.

A los riesgos empresariales se sumaron las deudas de juego. Walker acumuló pérdidas cuantiosas en casinos, hasta el punto de enfrentarse a procesos judiciales y obligaciones de pago en torno al millón de dólares.

Él mismo reconoce que subestimó la rapidez con la que esos compromisos podían destrozar su situación: "Cuando perdí 800.000 dólares pensé: 'Voy a destrozar mis líneas de crédito'… y el casino se enfadó. Técnicamente tienes que pagar en 45 días".

A pesar de haber señalado la falta de educación financiera y el contexto económico, Walker rehúye culpar a otros. "Culpé a la recesión, culpé a los asesores… pero al final la culpa es mía por no ocuparme de mis asuntos", reconoce cuando repasa el camino hasta el concurso de acreedores de 2010.

Tras la bancarrota, trabajó con un plan de pagos supervisado por los tribunales y en 2013 logró salir del proceso, con una situación saneada aunque muy lejos del esplendor económico de sus años en la NBA.