Los tres LeBron James: estrella de la NBA, líder de la lucha social y una fortuna como empresario

LeBron James (Estados Unidos, 1984) ha hecho historia en el baloncesto. El actual jugador de Los Angeles Lakers incluso reabrió el debate sobre si era el mejor jugador de todos los tiempos tras ganar su último anillo con la franquicia, lo que suponía situarse por encima de un mito como Michael Jordan. Sin embargo, a lo largo de todo este tiempo, el alero ha roto ese estereotipo de deportista que no sabe moverse más allá de las canchas profesionales.

Y es que James, además de ser una estrella en la pista de la NBA, ha logrado labrarse un futuro una vez finalice su carrera en la élite. Según datos de Schips Finanz para Sports Illustrated (2015), el 60% de los jugadores de la NBA se arruinaba a los cinco años de retirarse de la competición. Algo que, salvo catástrofe, no le ocurrirá a un LeBron James que aparenta tener muy clara su posición en la sociedad.

El jugador de los Lakers no tiene miedo a posicionarse en asuntos políticos. Tampoco en entablar debates con deportistas de élite de otras zonas del mundo. Ni mucho menos para defender luchas raciales, que en el último año han ido cobrando más protagonismo en todo el planeta y especialmente en una NBA con un gran porcentaje de jugadores afroamericanos.

LeBron James, por lo tanto, excede la figura convencional del deportista. LeBron James tiene poder de decisión y mueve millones. Además, no solo de personas, sino también de dólares. Su éxito en las canchas va ligado de su paulatina adaptación al mercado empresarial, donde acompañado de su amigo Maverick Carter, empresario de 41 años e íntimo del último MVP de la NBA.

Clave en el BLM

Los movimientos sociales en Estados Unidos cobraron especial relevancia el año pasado. Ni la pandemia pudo frenar el ya conocido como Black Lives Matter, que se extendió por numerosos países del mundo y, además, protagonizó escenas diarias en competiciones deportivas. Desde la Fórmula 1, donde Lewis Hamilton se erigió gran defensor de la causa, hasta la NBA. En este último caso, más concretamente la NBPA, la asociación de jugadores que echó un pulso a la liga y logró hacer historia con un parón en la 'burbuja' de Orlando.

El asesinato de George Floyd y las diferentes crisis sociales vividas en Estados Unidos por el conflicto racial generaron diversas protestas en el país. Y ahí, las estrellas de la NBA, no quisieron pasar desapercibidas. Desde el seno de los equipos se fomentó el boicot a la competición. Una estrategia que fue histórica, que solo duró 24 horas y que, sin embargo, convirtió a la competición en una asociación más con peso social.

Los jugadores pactaron con la cúpula de la liga impulsar diferentes proyectos sociales, promover el voto entre los sectores más empobrecidos de la sociedad norteamericana y poner todo su empeño en la lucha contra el racismo. Medidas que se vienen cumpliendo por parte de la organización y que fueron claves en la campaña contra Donald Trump. El expresidente de Estados Unidos, de hecho, llegó a calificar a la NBA como una "organización política".

En todo ese proceso fue clave LeBron James. Voz autorizada entre los jugadores, nombre de referencia en el baloncesto mundial, y personaje intocable en la competición. LeBron aprovechó la oportunidad de ser un altavoz para defender dichas causas y lideró una corriente que aún hoy sigue latente. Sin ir más lejos, esa figura de activista le ha llevado a entrar en una discusión con Ibrahimovic.

Así lo explicó LeBron: "Tengo una escuela con más de 300 niños en Ohio. Ellos necesitan mi voz y uso mi plataforma para dársela. No hay ningún motivo y de ninguna manera me voy a ceñir solo al deporte. Esta plataforma, mi voz, es muy poderosa".

Una fortuna mundial

En las últimas horas ha cobrado protagonismo hasta en España. En ciertos medios se apuntó a que LeBron James estaba interesado en comprar algunas acciones de Málaga. Sin embargo, según explicaron desde el fondo de inversión relacionado con el club andaluz, James no era copropietario de dicha empresa. Todo derivaba de una colaboración que la empresa FSG, de la que sí forma parte LeBron, colabora con dicho fondo de inversión.

Este es solo un ejemplo del papel de LeBron James en el mundo de los negocios y que todos los jugadores no están acostumbrados a vivir. Y es que, según la publicación de Forbes, el alero de los Lakers se convirtió en la novena celebridad mundial más rica del planeta. Cerca de 88.000 millones de dólares en las manos de una estrella del baloncesto y de la gestión financiera, a la vista de sus datos. Además, supondría ser el deportista más rico del momento.

En esos números se encuentran los 153 millones de dólares firmados con los Lakers en 2018, cuando rubricó un contrato de cuatro temporadas. Pero, además, también hay que sumarle los beneficios que obtiene a través de su productora SpringHill Entertainment o el grupo de comunicación Uninterrupted. También, según recoge Forbes, lanzó en 2018 una empresa de salud y bienestar con Schwarzenegger y otros rostros conocidos. Y aún le queda tiempo para realizar proyectos sociales y caritativos para lograr sus objetivos de igualdad racial.

Sin embargo, no ha sido hasta este último año cuando ha dado su gran salto para formar parte varias entidades deportivas de élite. LeBron James, junto a Carter, forma parte de FSG. Y este grupo, a su vez, es copropietario de diferentes clubes deportivos del planeta. Entre ellos se encuentra el Liverpool, donde LeBron invirtió algo más de 6 millones de dólares por un 2% del club inglés y que ya le ha reportado beneficios. Los Boston Red Sox de béisbol o Roush Fenway Racing de la NASCAR son otros de los equipos deportivos donde, gracias a su participación en Fenway Sports Group, tiene en su 'cartera' LeBron.

LeBron está en las pistas, en las empresas y hasta en el cine. Su participación como protagonista en la mítica Space Jame 2, que anteriormente lideró Michael Jordan, así lo refleja. Se estrenará en los próximos meses y aspira a superar en términos de taquilla a otras grandes producciones.

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