Dani Alves ingresó en la prisión de Brians 2.

Dani Alves ingresó en la prisión de Brians 2.

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Dani Alves pone en duda a su denunciante: ella le siguió al baño dos minutos después de que entrara él

La defensa del jugador pide su libertad con medidas cautelares tras comprobar que las imágenes "contradicen" la declaración de la mujer.

31 enero, 2023 21:39

"Hay sólidas razones para la duda" sobre la veracidad del testimonio de la joven de 23 años que ha denunciado por agresión sexual al futbolista Dani Alves.

Así lo afirma su defensor, Cristóbal Martell, en un contundente recurso contra la decisión de la jueza que el pasado 20 de enero decretó la prisión provisional del exjugador del FC Barcelona por una presunta violación ocurrida el 30 de diciembre en un baño de la zona VIP de la discoteca Sutton de Barcelona.

El recurso, que resolverá la Audiencia Provincial de Barcelona, pide la libertad provisional de Alves con todas las medidas cautelares posibles: comparecencias incluso diarias, retirada del pasaporte, prohibición de abandonar España, prohibición de aproximarse o comunicarse con la víctima, el uso de una pulsera telemática para tenerle geolocalizado. Y, subsidiariamente, la prestación de una fianza.

La defensa subraya que su conducta desde que supo que estaba siendo investigado -e incluso que los Mossos le iban a detener- disipa el riesgo de fuga.

El hecho de que acudiera voluntariamente a la cita con la Policía "se erige en sólido indicio de ausencia de riesgo de fuga".

"Supo del objeto de la causa y no eludió su comparecencia, sino que viajó desde el extranjero para sujetarse al proceso. Venir desde el extranjero un ciudadano que ostenta, a su vez, una nacionalidad extranjera (brasileña) supone una comparecencia voluntaria, permítasenos la licencia, reforzada", defiende Martell, que subraya que las noticias publicadas entre los días 17 y 19 de enero anunciando que sería detenido "no activaron su voluntad en la dirección contraria" a la decisión de ponerse a disposición de la Justicia.

Alude también a su arraigo en Barcelona, donde "reside junto con su esposa, de nacionalidad española" y donde tiene su actividad económica y empresarial.

El vínculo profesional que tenía con México ha desaparecido, ya que el Club Universidad Nacional A.C. ("Pumas") le rescindió unilateralmente el contrato el mismo día que se decretó su prisión provisional.

La defensa no considera determinante la nacionalidad brasileña del jugador porque, aunque Brasil no entrega a sus nacionales a la Justicia de otros países, se procede allí a la incoación inmediata del procedimiento penal para perseguir el presunto delito cometido en España.

Rescisión de contratos de imagen

La capacidad económica de Alves se ha visto mermada a consecuencia de esta investigación, y no sólo por haber sido despedido del Pumas.

Aunque el auto de prisión afirma que el jugador percibe "otros ingresos por su imagen, que oscilan entre los 30.000 y 50.000 euros cada tres meses" -dato que incrementaría sus posibilidades de fuga, según la jueza-, el defensor combate también este extremo.

Desvela que "son varias las compañías, y serán más durante los próximos días y semanas" las que han rescindido o suspendido los contratos de patrocinio, publicidad e imagen que tenían suscritos con Alves: Hygia Saúde (compañía servicios financieros y seguros de Brasil), lxPartner (apuestas deportivas) y Ethika (marca de ropa).

El contrato con Adidas do Brasil Ltda finalizó un mes después de la celebración del Mundial de futbol organizado por la FIFA en Qatar, esto es, el 18 de enero de 2023, y no ha sido renovado.

"Nos resistimos a pensar que el instituto 'pro libertate' [principio jurídico que da primacía a la libertad] queda fuera del alcance de quienes tienen medios de fortuna. La conclusión sería de todo punto inaceptable. Las posibles medidas alternativas de aseguramiento [en referencia a las medidas cautelares que la propia defensa propone] nos llevan a afirmar que no puede elevarse su capacidad económica en razón obstativa a la libertad provisional", argumenta el letrado.

¿Represalias a la víctima?

La valoración de la jueza sobre la capacidad económica del denunciado no es el único aspecto que la defensa critica con dureza.

El defensor expresa la "perplejidad" que le ha causado la afirmación de la instructora de que la prisión provisional de Alves es necesaria "a fin de evitar que el investigado pueda reaccionar violentamente o con represalias de algún tipo hacia la víctima o bien que intente coaccionar a la misma para que pueda cambiar el sentido de su declaración o intentar algún tipo de acuerdo económico".

"No se puede afirmar ese pronóstico de conducta coactiva, violenta o de represalia hacia la víctima sin ningún elemento que haga pensar en su concurrencia, por leve que sea el indicio", censura el defensor.

"Se dice sin más, sin ningún aditamento que lo justifique o sirva de base al pronóstico. Afirmaciones vacías de contenido impropias de una resolución que acuerda una medida que afecta de forma tan grave la libertad", añade.

"Debilidad" de las pruebas 

Pero es en el análisis de los indicios donde el recurso se detiene para afirmar las, a su juicio, "debilidades en la prueba de cargo, que operan como pronóstico en sentido contrario a la fuga".

"Determinados elementos probatorios que no son tan evidentes, contundentes y devastadores como tendenciosamente apunta el atestado y acoge el auto [de la jueza] de un modo casi acrítico o poco cuidadoso", sostiene.

Para el defensor, basta la "desapasionada visión de las imágenes" captadas por las cámaras de seguridad de la discoteca para "poner en severa cuarentena o duda valorativa algunas afirmaciones fácticas elevadas casi a categoría de hecho probado y que se revelan como inconsistentes por inexactas, y otras cuestiones que se orillan y silencian radicalmente".

Así, la denunciante describió los momentos previos al presunto ataque sexual aludiendo a una situación en la zona VIP del local en la que "estábamos muy apartados", "me colapsé, empecé a tener mucho miedo y sin que pasara nada pensé '¿y si me pone algo en la bebida? ¿Y si me voy ahora de aquí y al salir nos cogen o algo?'".

Pero lo que las imágenes muestran, según la defensa, es que la denunciante, su prima y su amiga llegan al lugar a las 3:20 horas y "durante 20 largos minutos se observa un grupo de cinco personas [ellas tres con Alves y otra persona] departiendo de un modo lúdico y festivo, rodeados de muchísima gente en un espacio abierto, que dista mucho de ser el contexto y escenario de intimidación ambiental".

También pone en cuestión la afirmación del auto judicial de que fue Alves quien "cerró la puerta" del baño.

Según el recurso, a las 3:42 horas se ve cómo Daniel Alves se dirige hacia la izquierda y entra en la puerta del lavabo situado a la izquierda y, sin que vuelva a aparecer, a los 2 minutos (3:44:18 horas) la denunciante, tras estar durante ese tiempo hablando con sus dos amigas y un camarero, se dirige a esa puerta y entra sin que Daniel Alves le franquee el paso o abra la puerta".

"Las imágenes hablan solas. Así fue", remacha el defensor. "Éste es el momento previo al encuentro sexual en el diminuto cubículo o baño en el que entró primero uno y luego la otra. Y que la denunciante describe y expresa como vivido en un clima de terror, pavor o microcosmos de dominación, escenario que las imágenes desmienten del modo más radical".

La defensa asegura que "no desconocemos, y así debe ser, que el consentimiento sexual se habrá de expresar y manifestar de manera libre y claro y que la voluntad habilita incluso a un arrepentimiento sobrevenido que debe llevar al cese en el encuentro erótico".

"Pero lo que deseamos destacar es el elemento de duda que necesariamente debe asaltarnos al observar de un modo desapasionado las imágenes en su conjunto. Las imágenes que se observan pugnan y entran en conflicto y contradicción con la descripción que hace la denunciante y es allí donde nos asalta la duda y nos permite dudar razonablemente de que también su relato de lo acontecido en la soledad de la pareja en el cubil del baño pueda estar también adornado de idénticos elementos de distorsión narrativa", afirma.

La defensa cuestiona "el rendimiento" que saca el auto judicial de la "errática declaración" de Alves, que comenzó negando encuentro sexual y acabó aceptándolo. Esa negativa inicial "encuentra natural y rudimentaria explicación en la voluntad de preservar a su mujer e hijos de una conducta acaso impropia de relación sexual". Según ha trascendido este martes, la mujer de Alves le ha pedido el divorcio.