En España, la cantidad de personas que tienen gatos es bastante más alta en comparación a otros países. Actualmente, en España existen aproximadamente un total de 2.490.312 de gatos. Por eso, cada vez resulta más necesario adoptar un gato (o a cualquier animal callejero): nos hacemos un favor a nosotros mismos y se lo hacemos a ellos. Son muchos los beneficios de tener un gato para nuestra salud. Nos ayudan reducir los niveles de ansiedad y estrés. También ayudan a que disminuya la posibilidad de sufrir ataques cardíacos. 

Sin embargo, cuidar de un gato (sobre todo cuando es un cachorro) puede resultar más complicado de lo que creemos. Por ejemplo, cuando son pequeños pueden pasarse todo el día escondidos y dormidos en cualquier rincón de la casa y podemos tardar horas en encontrarles... Por eso, nos preguntamos lo siguiente: ¿Por qué a los gatos les gusta esconderse? Aquí te damos una respuesta sencilla.

Razones por las que a los gatos les gusta tanto esconderse

Necesidad de independencia

En primer lugar, habría que tener en cuenta que los gatos (salvo excepciones) son seres bastante independientes, y por tanto, le gusta pasar tiempos a solas (como le puede ocurrir a cualquier persona). A consecuencia de esto, es probable que busquen un rincón de la casa que les resulte agradable para pasar unas cuantas horas solos, probablemente, durmiendo. 

Problemas de inseguridad

También puede darse el caso contrario: tu gato se esconde porque se siente tremendamente inseguro. Muchas veces los gatos se vuelven muy miedosos y están constantemente en alerta. Se alteran con cualquier ruido o movimiento. Por eso, si encuentran un lugar que consideran "seguro" pueden pasarse el día entero allí. 

Por cuestión de instinto

Un gato puede buscar un refugio únicamente por instinto. Esto tiene que ver con que el gato es un felino y por lo tanto, un gran cazador. Puede jugar a "cazar" y por lo tanto, busca lugares pequeños para acechar a sus presas y de la misma forma, para estar alejado de posibles "acechadores".

Busca un lugar en el que no haga frío

Otra de las razones por las que tu gato se esconde es porque tiene frío y necesita estar en alguna parte de la casa en la que haga calor. Por eso, se pueden pasar horas en lugares de lo más extraños (desde nuestro punto de vista): debajo del sofá, en una mochila, en una caja, en un armario, encima de un armario...

Estrés o posibles traumas

Las causas pueden llegar a ser más graves... Más allá de las razones anteriores, puede darse el caso de que el gato se esconda porque sufre estrés o tiene algún tipo de trauma. En este caso, lo que tenemos que hacer es llevar a nuestro gato a un veterinario para que ellos sean los que nos recomienden técnicas que animen al felino a socializar y a no aislarse.

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