Construido en el siglo XI por el rey Sancho III, el castillo de Loarre, la fortaleza románica mejor conservada de Europa, se asienta sobre un promontorio de roca caliza desde el que se otea la llanura de la Hoya de Huesca. Su privilegiada posición lo convirtió en un lugar estratégico durante la toma de la plaza musulmana de Bolea, una zona fértil por su agricultura y de gran interés para los reinos cristianos

En el año 1287 se construye la enorme muralla que rodea al conjunto con más de 150 metros de perímetro, que por su orografía, hacían muy difícil su asedio por parte de los enemigos al no poder recurrir a las técnicas de minado para debilitar su estructura. Sin embargo, su carácter militar pierde utilidad con la desaparición de los musulmanes de la zona y los habitantes de Loarre utilizan los materiales del castillo para construir el pueblo. 

Dos siglos más tarde en su interior quedaba aún un monasterio fundado por Pedro I de Aragón que sirvió como fortaleza para el bando urgelista durante las revueltas de 1413. Allí una abadesa, Violante de Luna, combatió contra el ejército de Fernando de Antequera cuando pretendían apresarla por colaborar con los hombres del Conde de Urgel en la rebelión.

Un castillo premiado

Ahora la web de viajes Lonely Planet ha elegido la fortaleza como la más bonita de España en un concurso en el que los seguidores de su cuenta de Instagram elegían entre otros doce castillos españoles. Más de 60.000 usuarios han participado en esta encuesta entre las que quedaron como finalistas Loarre y el Alcázar de Segovia. 

Siglos después de su fundación el castillo sigue siendo uno de los ejemplos mejor conservados de arquitectura románica castellana. Su imponente puerta da muestras del exquisito taqueado jaqués tan habitual en el románico peninsular. La iglesia de San Pedro al sur del conjunto conserva una impresionante bóveda de cañón rematada en columnas con 82 capiteles ricamente talladas con motivos animales y vegetales. 

Sobre el acceso de la parte castrense del conjunto se eleva la torre de la reina, una enorme torre del homenaje de cinco plantas y 22 metros de altura que se conecta con el resto de la estructura a través de un puente levadizo. Así como un aljibe con capacidad para 8.000 litros de agua en su interior, un calabozo y una cripta.

Castillo de Loarre Mariano Olivera y Fernando Navajas

Un castillo de cine

No es de extrañar que esta impresionante estructura llamase la atención de directores de cine y escritores que transformaron Loarre en protagonista de sus historias. Ridley Scott lo convirtió en una fortaleza templaria para su película El Reino de los cielos, mientras que por sus murallas se pasearon Miguel de Cervantes y William Shakespeare en Miguel y William de Inés París. También el escritor Ramón J Sender también se quedó prendado del encanto de Loarre y lo incluyó en su novela Crónica del Alba

Si bien el castillo de Loarre es uno de lo más visitados de la Península y goza de la categoría de Bien de Interés Cultural, tanto el ayuntamiento de Loarre como el gobierno de Aragón se encuentran en trámites para declarar el conjunto arquitectónico como Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO

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