La casa de tócame Roque es un lugar "en el que vive mucha gente y reina el desorden y la confusión": algo así como el Congreso. Hacer luz de gas es "intentar que alguien dude de su razón poniendo en duda sus percepciones" -un Errejón convenciendo a Iglesias de que la moderación es el camino-, estar en la picota es "ser cuestionado o caer en el descrédito" -como Pedro Sánchez como líder socialista- y el fondo de reptiles hace referencia a "los secretos de algunos ministerios u organismos públicos que se emplean para la captación de voluntades o para el simple favor personal" -cómo suena eso a Francisco Correa y a Bárcenas-.

La lengua castellana nos lo pone a huevo para jugar, para guiñarle al interlocutor, para dar la bofetada sin mano, para ser socarrones, divertidos y ácidos sin despeinarnos, para poner los puntos sobre las íes a la chita callando. Por qué no recuperar las viejas expresiones hijas de la sabiduría popular: no pasan de moda. La ocasión la pintan calva (Espasa), dirigida por Juan Gil, es una pequeña enciclopedia que reúne 300 historias de dichos y expresiones en lengua castellana. ¿Seguro que sabes lo que significan todos y no te estás pillando los dedos?

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