Un documental de la televisión pública alemana ha revelado una de esas historias inverosímiles de la II Guerra Mundial: Hans Albers, el actor más famoso de la Alemania nazi, admirado por Joseph Goebbels y otros jerarcas nazis, mantuvo en secreto una relación amorosa con una mujer judía, de nombre Hansi Burg. Aunque debieron separarse durante la contienda, el cuento tuvo un final feliz: la pareja pudo reunirse de nuevo cuando el humo de las bombas se disipó.

Hans Albers participó en un centenar de películas mudas antes de ser el protagonista de Die Nacht gehört uns (La noche nos pertenece), la primera cinta sonora del cine alemán en 1929. El actor, además de ser un ídolo de masas en el Tercer Reich -apareció en El ángel azul con Marlene Dietrich-, era el prototipo ideal de figura aria. A Hansi Burg, también actriz, la había conocido en su Hamburgo natal. Luego se mudaron a Berlín, epicentro artístico de la República de Weimar.

Cuando Hitler llegó al poder, la relación entre la celebridad del cine nazi y una mujer judía se tornó incómoda. La pareja se mudó a una casa a orillas del lago Starnberg, en Baviera, buscando mayor anonimato. Sin embargo, las autoridades alemanas forzaron a Albers a romper el amorío. Este aseguró a Goebbels, el jefe de propaganda del Tercer Reich, quien lo definió como "un chico increíble", que había roto con Burg y recibió una promesa de "protección".

El actor Hans Albers. Wikimedia Commons

Pero ese compromiso era una treta. Un documento obtenido por el diario Bild que aparece en el documental muestra que a la mujer se le ordenó ir a una oficina de la Gestapo. Oliéndose lo que iban a hacer con ella, huyó en tren a Suiza y de ahí pasó a Reino Unido gracias al pasaporte noruego que había logrado al casarse con Erich Blydt, un arquitecto del país escandinavo.

Albers, que enviaría dinero de forma clandestina a su amada exiliada en Londres, intentaría distanciarse de las atrocidades cometidas por los nazis. Declinó, por ejemplo, recibir un destacado premio de manos del mismo Goebbels y se negó a aparecer el público con otros ministros de Hitler.

Al término de la guerra, Hansi Burg regresó a Alemania como una reportera de una radio británica y logró reunirse con Hans Albers. Sus padres, sin embargo, habían sido asesinados en enero de 1943 en el campo-gueto de Theresienstadt. Aunque el actor nunca recuperó el prestigio que había tenido anteriormente, siguió apareciendo en distintas películas. Murió en 1960, tras desmayarse mientras actuaba en un teatro. Ella continuó viviendo en Lake Starnberg hasta 1975.

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