La dirección del Museo Metropolitano de Nueva York ha decidido acabar con la entrada libre para todos los visitantes de uno de los museos más importantes de la ciudad estadounidense. Determina el pago obligatorio para todos los visitantes no residentes en la ciudad. De esta manera, los neoyorquinos no tendrán que abonar los 21 euros (25 dólares) que, a partir del uno de marzo, costará la entrada a la institución. Hasta el momento, la dirección se conformaba con un pago voluntario. En unos meses serán obligatorios para los turistas.

El acceso gratuito parece un animal en peligro de extinción, que sí se mantiene en los museos del Reino Unido. Sin embargo, la gratuidad parcial recuerda a la política con la que acabó el Museo del Prado en 1994, año desde el que la escalada de precios ha sido imparable en la institución madrileña. Una de la subida más grave en la pinacoteca fue la cometida en 2005, cuando de tres euros pasó a costar seis. En estos momentos, la entrada ya está en los 15 euros.

Gratis, ni en pintura

Las cuentas mandan y estas medidas se justifican para garantizar el cumplimiento de las funciones del museo neoyorquino. Asegurar la sostenibilidad financiera del centro y defender una oferta continua y estable durante todo el año. Motivos similares a los utilizados en España para hacer crecer el precio de las entradas a los museos. Gratis, ni en pintura.

El director Daniel Weiss ha asegurado que desde hace 12 años han constatado una “disminución notable de la eficacia de nuestra política de precios sugeridos”. Se refiere a que sólo el 17% de los visitantes aceptaron pagar de manera voluntaria los 25 dólares en el último año. En 2004, fue un 63% de los visitantes los que asumieron la invitación.

Más visitas, mismos ingresos

Se trata de la primera decisión grave que toma Weiss desde que llegó en marzo a la dirección del museo, gracias precisamente a la mala situación económica del museo. El museo se encuentra con un problema irresoluble: las visitas aumentan, pero no los ingresos. En el Prado, por ejemplo, las visitas no crecen pero aumentan los ingresos gracias a la subida de precios.

Para el MET, las entradas suponen el 14% de ingresos propios del presupuesto anual de 305 millones de dólares, con pocas ayudas públicas. Weiss reconoce que con la tarifa obligatoria no supondrán más de 17% en la financiación.

El Ayuntamiento de Nueva York aceptó la modificación de política de cobro tras meses de negociaciones, tras considerar que la medida no afectará negativamente al turismo. Sin embargo, a diferencia del resto de museos, con la entrada se podrá visitar el museo en los tres días siguientes.