La octava edición de MasterChef Junior se ha estrenado este martes y confieso que no tenía ninguna esperanza en ella. No sé por qué. Bueno, sí, puede que porque presuponía, erróneamente, que los niños me iban a aburrir y que aquello nada tendría que ver con la versión Celebrity. Prejuicios absurdos, ¡el Junior mola mazo! De verdad que no lo digo por rellenar o halagar: lo siento así. Ha sido comenzar el programa y zambullirme en Twitter. ¡Allí es donde se ha vivido lo verdaderamente interesante! 

Se han contado los secretos de esta edición, esas informaciones que, en emisión, se quedan entre bambalinas o tan solo se nombran de forma velada. Decía el jurado que esta edición es la más revoltosa de todas. No, fíjate, yo no diría eso: yo más bien la definiría como la edición más chic, con niños bien, pelín repelentes y estudiantes de colegios alemanes. ¿Qué me dicen de esa Inés, políglota como ella sola, que te habla alemán con una supremacía que no me gustaría conocerla con 15 años más? Ella quiere enseñarle a Pepe Rodríguez (52) el alemán. "Es muy fácil, de verdad", se atreve a asegurar sacando cuello. 

Henar confesándole su admiración a Jordi Cruz. TVE

¿Y Celia, cuyo sueño es "modelar"? ¿Y Luna, cantante de El Rey León, modelo y actriz? Vamos, que en esta edición ha habido tanta élite que en las redes sociales no lo han dudado: se trata de una edición plagada de "niños de la nobleza", gentes de bien cuyos padres los han educado en los mejores colegios y viven en acomodadas urbanizaciones. Ojo, que yo esto no lo escribo con el retintín envidioso que se respira en Twitter, no. Es más, no solo no lo censuro, sino que me gusta, me agradan estos perfiles. Y diré, en defensa de esta edición, que no todos los aspirantes, los 17 chicos, vienen de familias pudientes y con cuentas corrientes más que saneadas, ¡hay de todo! 

¡Hablemos de los momentazos de la noche! Hay que decir que ha estado cargada de emociones, nervios y alegrías. Unos niños, como decía Pepe, con ganas de aprender. Ha habido varios momentos que me han fascinado. Por ejemplo, me declaro fan número uno de Henar. ¡Es una chica normal, natural, sin grandes fuegos artificiales a la hora de hablar y de comportarse! Una niña pelín competitiva, pero ¡que se sonroja al confesar que adora a Jordi Cruz (42), al que califica de "pibonaco"! Está enamorada, platónicamente, de él: "Jordi es un pibonaco. Está súper fuerte, atleta, pedazo de bíceps". ¡Y se pone como un tomate al decirlo! ¿Puede ser más mona? ¿Y Asier? ¿Se puede ser más bello? Por cierto, dicen en las redes que es el hijo secreto de Leo Harlem (58)! Ya, ya, no es verdad, pero ¡son clavaos

Ah, me fascina también la espontaneidad y sinceridad de Manu. El chico no duda en reconocer al inicio de la primera prueba, arrobado y encantado de conocerse: "En el colegio me voy al comedor y mi taquilla se llena de notas". Sí, vale, pero este es el mismo que también admite: "No me veo el mejor, pero pienso hacerme el mejor". Olé y olé, muy pocos son capaces de reconocer eso. Las gemelas de Mataró, Nina y Gina, me parecen monas y creo que pueden dar mucho juego. De entrada, ¡Nina ha confesado su amor por Nicolás y han anunciado su romance!  

Nina y Gina en el estreno de la octava edición del 'Junior'. TVE

En la primera temporada los aspirantes han tenido que trabajar con productos de la huerta para cocinar un plato con frutas y hortalizas como elementos centrales. Han contado con la visita de Silvia Abril (49), subcampeona de Masterchef Celebrity 2. Cada concursante ha tenido que hacer la compra con 10 euros y han cocinado durante 60 minutos. Ay, en esta prueba las gemelas se han puesto tan nerviosas que han tirado al suelo parte de su plato. Las catas han estado muy reñidas y se han salvado con Nicolás entre lágrimas: "No me he organizado, ahora estoy viendo los errores que he tenido. No he conseguido hacer lo que quería".

Por cierto, no me gusta nada Inés. Ha presentado un plato, No toques a mi maldito pez, y ha sido una elaboración muy discreta, por ser sutiles. Así se lo ha hecho ver el jurado, con una delicadeza muy encomiable. Aún así, ella no ha reconocido nada: "Podría haberlo hecho mejor, pero estoy satisfecha". Y añade tras los consejos del jurado: "Tengo memoria de pez, lo mismo mañana no me acuerdo". ¡Mal, muy mal! Ese no es ni el ejemplo ni el espíritu del Junior. Total, que los mejores platos los han presentado Javier y Henar, y se han convertido en capitanes. 

Javier, el capitán "jeta"

Jordi Cruz cocinando en la prueba de exteriores. TVE

Qué prueba de exteriores más desastrosa, ¡ha reinado el caos desde el principio hasta el final! Ha tenido lugar en el zoológico de Madrid y han cocinado para 100 comensales. Equipo rojo y equipo azul no han estado a la altura. Tanto que Jordi Cruz ha tenido que acudir al equipo rojo para darles importantísimos consejos, por ejemplo, el tiempo de cocción de la pasta fresca: "La pasta se cocina rápido, la habéis hecho y falta más de una hora para el servicio. Esto no va a servir". Lo mismo que Samantha Vallejo-Nágera (51) con el equipo rojo y su postre: "Hay un poco de caos y desorganización".

De esta prueba, que ha dejado varios momentos para la posteridad, censuro desde estas líneas la actitud del capitán Javier, que se dirigía a su equipo como "gusanos": "Vamos gusanos, moved el culo". Algo que no ha gustado nada a Asier, quien evidencia su disgusto: "Llamándonos gusanos no sé cómo nos pretendes animar". ¡Injusto, sobre todo cuando Javier se ha dedicado a comer durante el cocinado! Ojo a este niño, Asier, porque va a dejar grandes momentos en esta edición. Jordi ha sacado su peor cara en un momento dado de la noche: "Quiero que no levantéis la cabeza hasta que terminéis las gambas".

Menos mal que luego los chicos se han cobrado su particular venganza: le han hecho una encerrona al preguntarle por su relación sentimental, sabiendo lo celoso que es el juez con su vida privada. "Jordi, nos interesa tu vida sentimental. ¿Tienes novia? ¿Se llama Rebecca?". Y él, sonrojado, ha esquivado las preguntas: "Aquí se viene a cocinar"

Expulsados: Manu, Iván y Ariadna

[Más información: Un prepotente David Muñoz visita MasterChef (pese a su enemistad con Jordi Cruz) y Nicolás pierde el trono]

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