Raquel Waitzman junto a su madre, Encarnita Polo, en una fotografía tomada hace unos años.

Raquel Waitzman junto a su madre, Encarnita Polo, en una fotografía tomada hace unos años. Gtres

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Raquel Waitzman, la hija de Encarnita Polo y su heredera universal: dónde están sus enseres y unas redes 'secretas'

Según conoce EL ESPAÑOL, la artista "se deshizo de mucho, en sus épocas malas". Aún así, queda un emotivo legado que custodia su única descendiente.

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No cesan los testimonios que acuden a la televisión para homenajear a Encarnita Polo, asesinada el pasado viernes, 14 de noviembre, en una residencia de ancianos de Ávila, localidad donde vivía. Hay quien sostiene que no estaba cómoda en su última etapa lejos de Madrid.

También se ha deslizado que la intérprete de Paco, Paco, Paco no vio con buenos ojos su ingreso en el centro y, según el relato de su buen amigo Pablo Sebastian, le manifestó en una de sus últimas conversaciones que tenía la sensación de que llegó allí "para morirse".

Esas mismas voces, un tanto maledicientes, arguyen que la hija de Encarnita, Raquel Waitzman, le "quitó el teléfono" y la incomunicó. Nada de todo lo anterior correspondería con la realidad, según los datos que maneja EL ESPAÑOL. Polo fue dueña de su vida hasta el final.

Encarnita Polo junto a su hija, Raquel, en un evento, hace unos años.

Encarnita Polo junto a su hija, Raquel, en un evento, hace unos años. Gtres

"De su hija se han dicho muchas mentiras", expresó, hace unos días, a este periódico un buen amigo de la familia Waitzman Polo. Raquel sólo ha protegido a su madre en sus últimos años. y ésta "hizo y deshizo" como quiso. Disfrutó de su estancia en Ávila, de su hija y de su nieto, Pablo.

Es cierto que a Encarnita le costó, después de la pandemia, dejar Madrid e instalarse en Ávila. No por nada en concreto, sino porque fue un cambio de vida y de rutinas bastante significativo. Pero, por lo demás, se adaptó de maravilla.

Tanto cuando vivió sola como cuando se fue a la casa de su hija. La decisión de ingresarse en el centro fue absolutamente personal, y en consenso con su hija. Nadie podía figurarse el fatal desenlace. Tras el deceso, su hija Raquel se está encargando de toda la lacerante gestión.

Tal como se informa a EL ESPAÑOL, Raquel Waitzman se ha convertido en la heredera universal de su madre, así como en la custodia de todos los enseres que Polo atesoró en su último tramo de vida. Existe un legado, aunque se trata de algo discreto y emotivo: no hay grandes lujos.

Es verdad que Encarnita Polo ganó mucho dinero en una época boyante, y que invirtió en joyas y en ropa. Pero el paso del tiempo, y la escasez de ofertas -en definitiva, la estrechez económica- hicieron que tuviera que desprenderse de cosas: "Se deshizo de mucho. Sobre todo, de joyas".

Lo que tenía Encarnita antes de morir, sus cosas, lo tiene en posesión su única hija. "Está todo bien guardado. Raquel ahora no está para tomar más decisiones". El informante de EL ESPAÑOL pone el acento en un complemento que apasionaba a Polo: sus pelucas.

Encarnita Polo, en un evento.

Encarnita Polo, en un evento. Gtres

Entre sus amigos se la bautizó como la reina de las pelucas. Las tenía de todos los tamaños, colores y formas. Las usaba con mucha frecuencia, no porque tuviera problemas de calvicie ni nada por el estilo: porque creía que a su cara le "sentaba bien" el volumen que le daban estos pelos postizos.

En otro orden de cosas, hay que destacar el silencio de Raquel. Siempre discreta y procurando un segundo plano, apenas si se conoce la voz de la hija de Encarnita a nivel público. Sólo a través de sus redes sociales se ha manifestado Waitzman hija. Raquel tiene un perfil en Facebook.

Muy discreto y 'secreto'. En él, Raquel ha homenajeado la figura de su madre siempre que ha tenido ocasión. Tal y como se deslizó hace unas horas a este medio, la hija ha sentido siempre auténtica admiración por su progenitora. Un extremo que queda patente en la mencionada plataforma.

Ha defendido Raquel el nombre y honor de su madre cuando ha hecho falta, como cuando se mudó a Ávila y, como decíamos unas líneas arriba, se dijo que lo hacía en contra de su voluntad y que había tenido que deshacerse de sus gatos.

En dicha plataforma, en las últimas horas, Raquel ha roto su silencio a través de una suerte de comunicado: "Quiero agradecer a todas las personas que, en estos días tan difíciles, nos han acompañado y siguen acompañándonos, de una forma u otra, tras el fallecimiento de mi madre, Encarnita Polo".

"En primer lugar, a la familia de sangre y a la familia de elección, las únicas personas imprescindibles en estos momentos, por estar a nuestro lado sin descanso. Vuestra presencia y vuestra sonrisa han sido fundamentales", sigue expresando la periodista y abogada.

Madre e hija en una fotografía tomada hace unos años.

Madre e hija en una fotografía tomada hace unos años. Gtres

"También quiero dar las gracias al auténtico tsunami de personas que han contactado para mostrar su cariño y su admiración hacia mi madre; quienes forman parte de nuestro día a día, quienes hacía años, o incluso décadas, que no veía y quienes han aparecido desde lugares que jamás habría imaginado".

En este extremo, sentidas palabras brinda Raquel al personal del tanatorio: "Enorme gratitud también para los empleados del tanatorio Isabelo Álvarez, por el mimo, el cuidado y la humanidad con que nos han tratado, y por su dedicación, que ha ido más allá de cualquier obligación".

"Mi madre no fue sólo una artista pionera y una figura querida por tantas personas. Su música y sus canciones quedarán para el recuerdo de todos, pero su luz se quedará conmigo", agrega.

Por último, remata Raquel: "Como ya he expresado previamente, quiero pedir respeto y privacidad. No voy a conceder entrevistas ni haré ningún tipo de declaración".