Esther Cañadas en 'El Hormiguero'. Instagram
Esther Cañadas: "Me encanta comer. Mi perdición son los polvorones y los churros también me gustan mucho"
La modelo se ha sentado con Pablo Motos en El Hormiguero, cuatro días después de desfilar para Carolina Herrera en la Plaza Mayor de Madrid.
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Este lunes, 22 de septiembre, Esther Cañadas (48 años) se ha sentado en el plató de El Hormiguero, siendo la primera invitada de la semana. Una distendida charla con Pablo Motos (60), en la que la modelo ha hablado de su trayectoria, su experiencia en las pasarelas más importantes del mundo y cómo ha sabido mantenerse como un referente a lo largo de los años.
Cañadas, que en los años 90 conquistó las pasarelas más prestigiosas del mundo, ha elegido para la entrevista un estilismo con toque glitter, formado por un mini vestido azul de cuello halter y unos salones plateados de tacón fino que le permitieron sumar algunos centímetros de altura.
Un llamativo look que le ha servido a Pablo Motos para comenzar la entrevista. "Estás despampanante. ¿Te has puesto lo primero que has pillado? ¿Cuánta ropa tienes en tu armario?", le ha preguntado a Esther Cañadas.
Esther Cañadas durante su entrevista en 'El Hormiguero'. Gtres
"Tengo bastante ropa, pero tengo la suerte de que me cuido bastante y tengo ropa vintage de hace mucho tiempo", ha respondido la modelo. Cañadas, además, ha confesado: "Hay muchas prendas que reciclo, mi estilo es el mismo ahora que hace 10 años, y espero que dentro de otros 10 siga siendo muy parecido".
En su día a día, la modelo no lleva tacones. Pero con frecuencia, y así lo ha relatado en televisión, se sube a ellos como una suerte de 'entrenamiento'. "Intento cada cierto tiempo ponérmelos porque luego me toca trabajar y si no no lo puedes aguantar", ha comentado.
Su último desfile tuvo lugar el pasado jueves, 18 de septiembre, en la histórica pasarela de Carolina Herrera en la Plaza Mayor de Madrid.
Al margen de los looks y las pasarelas, Pablo Motos también se ha interesado por los sacrificios que implica la profesión. "¿Os hacen sufrir mucho?", ha preguntado el valenciano. "Sí, Lo divertido y lo interesante de mi trabajo es que cada vez es un diseñador diferente que ve a la mujer de una forma distinta", ha comentado la de Albacete.
Pablo Motos entrevistando a Esther Cañadas en 'El Hormiguero'. Gtres
Motos, en esta misma línea, le ha preguntado si por su carrera está obligada a renunciar "a muchas comidas". Sincera, Esther Cañadas ha contestado: "Me encanta comer, me encanta disfrutar de la vida y comer es una forma más de disfrute".
Aunque ha asegurado tener fuerza de voluntad, hay ciertos caprichos a los que la modelo no puede resistirse. "Mi perdición son los polvorones, los churros también me gustan mucho, pero los polvorones los cojo con más ganas porque no están todo el año", ha confesado.
Meditación e hipnosis
Más allá de la moda, Esther Cañadas ha compartido otros aspectos más personales. Entre ellos, su afición a la meditación y la hipnosis, técnicas que practica con un coach profesional.
"Es una manera de entrar consciente a tu subconsciente y te puedes programar, quitarte cosas que no quieres, cambiar otras... Luego acabas feliz y tranquilo", ha explicado.
En cuanto a sus otras facetas, Pablo Motos ha puesto el foco en sus habilidades como manitas. "Lo hago más que nada por mi hija, para que vea que hay que hacer las cosas por uno mismo. Siempre le digo que primero lo intentamos arreglar nosotras y si no podemos contratamos a alguien", ha explicado.
Sobre ello, ha añadido: "Normalmente lo conseguimos arreglar, soy muy de buscarme la vida. Lo que realmente me apasiona son las reformas. Me ha pasado ir a casas de amigos y cambiarles la cocina".
Actriz de cine
Durante la entrevista, Esther Cañadas también ha recordado su paso por el séptimo arte. Concretamente, en la superproducción The Thomas Crown Affair, junto a Pierce Brosnan (72) y Reneé Russo (71), donde protagonizó una anécdota que pudo haber paralizado el rodaje.
La actriz estadounidense habría mostrado su incomodidad por compartir escena con la modelo. Pero Esther Cañadas, finalmente, ha resuelto el malentendido: "Entré en su caravana, hablamos, nos hicimos amigas y hasta le aconsejé cambiar de vestido. Al final rodamos juntas sin problema".