Susana Díaz en el programa 'Madres: desde el corazón'.

Susana Díaz en el programa 'Madres: desde el corazón'. Mediaset Infinity

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Susana Díaz habla como nunca sobre el duro proceso para convertirse en madre: "Me sometí a varios tratamientos"

La senadora ha sido la nueva invitada del programa 'Madres: desde el corazón' este lunes, 8 de septiembre.

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El programa de Mediaset Infinity, Madres: desde el corazón, regresa este lunes, 8 de septiembre, con una nueva entrega conducida por Cruz Sánchez de Lara (52 años). En esta ocasión, la invitada ha sido Susana Díaz (50), senadora del PSOE y expresidenta de la Junta de Andalucía, que ha abierto las puertas de su vida más personal, algo que no suele hacer por su timidez, según ha explicado ella misma.

Durante la entrevista, Susana Díaz ha compartido cómo vivió los problemas para quedarse embarazada, un proceso complejo que la marcó profundamente a nivel personal y emocional.

Además, Díaz ha recordado sus dos partos y cómo afrontó esos momentos mientras seguía en activo en la primera línea política. Una etapa en la que tuvo que aprender a equilibrar responsabilidades profesionales con su papel de madre, algo que define como uno de los mayores retos de su vida.

Susana Díaz y Cruz Sanchez de Lara en 'Madres: desde el corazón'.

Susana Díaz y Cruz Sanchez de Lara en 'Madres: desde el corazón'. Mediaset Infinity

La senadora ha reconocido que durante mucho tiempo pensó que no podría ser madre. "Yo pensé que no lo conseguiría y a mí me hacía mucha ilusión", confesó. Díaz explica que recurrió a tratamientos de fertilidad, algo que vivió en silencio por el tabú social y la dificultad de estar en primera línea política. "Hace diez años, el caso no era sencillo, eso era muy complicado", añade.

Durante más de dos legislaturas, Díaz intenta volver a ser madre mientras asume cargos públicos de relevancia. "Había sido diputada, consejera y acabé siendo madre siendo presidenta. Imagina el recorrido que habían tenido mis embriones", ha relatado. También ha recordado lo difícil que resultó enfrentarse a sus problemas de salud, como los miomas, que incluso la obligaron a someterse a legrados.

Uno de los episodios más duros lo vive en plena campaña electoral. "Después de un acto en Aracena, no lo olvidaré nunca, me subo a un autobús y yo creía que me quedaba sin sangre", ha narrado. La sorpresa llegó en la consulta del ginecólogo: "Me tuvieron que hacer un legrado y me dijeron: 'Sí, Susana, tienes otro mioma, pero este late'". Así se entera de que está embarazada en uno de los momentos más exigentes de su carrera.

Díaz confiesa que, pese a la emoción, vive ese primer embarazo con miedo y silencio. "Yo no quería decirlo, yo estaba asustada", ha señalado, recordando que incluso sus padres se enteraron apenas minutos antes de que la noticia saltara en los informativos. "Tuve que llegar a decir que estaba preñada, no enferma", ha explicado, recordando la presión mediática y política a la que estaba sometida.

La expresidenta andaluza también habla de las "burradas" que hizo en aquel momento, como reincorporarse al Parlamento apenas minutos después de recuperarse de un proceso médico. Con la distancia, reconoce que actuó bajo una "atmósfera de silencio que está en torno a la maternidad" y que hoy no repetiría. "Nuestras enfermedades femeninas forman parte de ese tabú”, ha reflexionado.

Susana Díaz y su familia en una imagen de sus redes sociales.

Susana Díaz y su familia en una imagen de sus redes sociales. Instagram

Uno de los capítulos más duros llega con su parto por cesárea, que vive en un hospital público de Sevilla. Díaz asegura que es una experiencia muy complicada: "Lo peor que hice fue ir a ese hospital. No me podía duchar porque no había plato de ducha, era bañera". La situación, además, generó rumores infundados en redes sociales sobre un supuesto cierre de plantas para su uso privado.

"Yo estaba agotada de haber hecho un esfuerzo tremendo en un embarazo de alto riesgo", ha confesado en esta entrevista. Y, pese a todas las dificultades, deja claro lo que supone para ella alcanzar ese sueño: "Ese día te cambia la vida. A partir de ese momento todo es diferente. Yo respeto a quien no desea ser madre, pero cuando quieres y lo intentas y lo intentas, eso es increíble".

Su segundo embarazo

En la recta final de la entrevista, Susana Díaz también recuerda cómo vivió la llegada de su segunda hija, Rocío, en febrero de 2020, apenas días antes del estallido de la pandemia. "Yo rompí aguas en el AVE llegando a Sevilla. No quería ir a ese viaje pero mis compañeros me obligaron. Yo no podía físicamente más", ha contado.

Los hijos de Susana Díaz en una imagen de sus redes sociales.

Los hijos de Susana Díaz en una imagen de sus redes sociales. Instagram

Pocos días después, su estado de salud se complicó. "Tenía una entrevista y tuve que cancelarla casi en la puerta del hospital. Cuando entré me dijeron que directamente para el quirófano, que me estaba quedando sin sangre. Tuve un parto muy malo, muy doloroso. Y una recuperación muy mala, porque mi hija nació un 18 de febrero, justo antes de la pandemia y en marzo nos quedamos en casa".

La política recuerda que ese momento coincidió con una etapa difícil de su carrera. "Había ganado las elecciones pero no podía formar gobierno. Rocío vino a darme el alma y la vida pero no podía. Mi ginecólogo le llegó a decir a mi equipo: ‘Esta vez habéis jugado al límite y os habéis pasado’. Yo salí muy mal del parto física y emocionalmente”.

Díaz añade que el confinamiento marcó el vínculo de sus padres con la pequeña. "Mis padres conocieron a mi hija pero no pudieron continuar viéndola hasta que salimos todos del confinamiento". Una vivencia que se suma a la larga lista de experiencias personales y profesionales que han marcado su maternidad.

La muerte de su padre

En la conversación, Susana Díaz también dedica unas emotivas palabras a la memoria de su padre, cuya pérdida describe como un golpe inesperado y muy doloroso. "Fue una enfermedad rápida que no logramos entender. Durante los últimos tres meses de vida yo me los tiré viajando a Madrid a diario pensando que salía, pero no", ha relatado.

La senadora asegura que su hija Rocío sigue recordándolo con cariño y que el vacío dejado en la familia ha sido muy difícil de superar. "Mi padre era el pilar de la casa, el vacío de él ha costado. Mi padre me pidió que nunca tuviera que agachar la cabeza y se fue con ese orgullo", ha confesado visiblemente emocionada.