Vanessa Martín, expareja de Pepe Navarro, en una imagen de sus redes sociales.
Vanessa Martín, ex de Pepe Navarro, denuncia que vive en situación de abandono en su pueblo, Torrent: las fotografías
Según desliza Martín a EL ESPAÑOL, cinco meses después de la DANA su municipio presenta un estado lamentable y los vecinos han recogido firmas.
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El 28 de octubre de 2024, EL ESPAÑOL informó de que Vanessa Martín, expareja sentimental de Pepe Navarro (73 años) -romance, hoy aciago para ambas partes, que se desarrolló en los años noventa-, no se rendía en su lucha judicial contra el presentador. Que el litigio continuaba su curso.
De este modo, Martín, a través de su equipo legal, recurría el sobreseimiento de la demanda que le interpuso a Pepe en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Torrent, en Valencia, por injurias y calumnias. Todo vino motivado por una intervención televisiva de él en la que calificó a Vanessa de "farsante", "indigna" y "repugnante".
Pero, 24 horas después de que este diario informara de este movimiento legal que eterniza, aún más, el enfrentamiento, todo quedó en un segundo plano; la realidad, devastadora, se impuso. La DANA arrasó gran parte de la Comunidad Valenciana el pasado 29 de octubre, martes. Riadas, casas arrambladas por el agua, muertes, destrucción, barro...
Vanessa vio cómo el día de su cumpleaños -ironías del destino- se convirtió en el día más triste y duro y aciago. "Vi el cielo superraro. Tenía como una mala sensación de que algo iba a pasar", aseguró cuando EL ESPAÑOL la contactó. La vida se les puso patas arriba a todos los habitantes de Torrent, como a la mayoría de la Comunidad Valenciana.
Desolación es la palabra que mejor define lo que sienten los valencianos. Vanessa, en aquel momento, expresó su dolor en conversación con este periódico. Alzó la voz para que, por favor, no se olvidaran los mandatarios del pueblo de Torrent. Cinco meses después de aquella debacle, ¿ha cambiado algo la situación de Torrent? La respuesta es no.
Vanessa Martín, en una fotografía de sus redes sociales.
Continúan sus habitantes en estado de "abandono". Así lo ha hecho constar un escrito oficial emitido por la Asociación Agost Torrent. Esta entidad alega que la mayoría de vecinos "se queja porque no han recibido ayudas, ni la de Amancio Ortega, ni la de la Generalitat, ni el consorcio porque el consistorio no declara afectados por la DANA a los vecinos de estas zonas".
Las instalaciones han sufrido "la caída de numerosos muros -muchos de ellos imposibilitando el tránsito regular de vehículos-, corrimientos de tierra que agrietaron viviendas particulares, provocaron daños en los domicilios donde se reside habitualmente, conviviendo con humedades y filtraciones agravadas por los meses de lluvias sin pausa, destrozaron carreteras y caminos", reza el escrito.
Cinco meses después de la barrancada, la situación es crítica. Rafael Gil, presidente de la Asociación, insiste en que "es necesario que se reconozca a los diseminados como una de las zonas de Torrent más afectadas por la DANA, ya que los vecinos no pueden pasar página ni arreglar sus viviendas porque no figuran como afectados en ningún sitio. Es indignante. El vecindario se siente desamparado".
Como consecuencia de los efectos producidos por la DANA el número de vecinos asociados a Agost Torrent ha crecido exponencialmente alcanzando actualmente un número de socios superior a los 500 socios.
La movilización del vecindario ha reunido cerca de 1.000 firmas que son una muestra del enfado, disgusto y sentimiento de abandono y desamparo de la administración con esta zona de Torrent. Por este motivo, el miércoles día 2 de abril Agost Torrent ha acudido al Ayuntamiento a hacer entrega de las firmas recogidas para exigir una respuesta.
Tras esto, el Ayuntamiento de Torrent ha trasladado a EL ESPAÑOL que se ha celebrado ya una reunión, en los últimos días, en el despacho de la alcaldesa de la localidad, con los vecinos y representantes de la Asociación de Agost. Se asegura desde el consistorio que se está trabajando con denuedo para poner solución con la máxima celeridad.
"En esa zona ya se ha invertido mucho dinero. Y se le están dando ayudas a todos los vecinos dentro de las competencias municipales. Se están arreglando, además, por parte del Ayuntamiento, todos los caminos de los accesos", se sostiene. Todo ello, "en tiempo récord". "Se han rehecho todas las carreteras de acceso", se apostilla.
Además, el Alcaldesa agradece el trabajo que está haciendo esta asociación de vecinos en pro del municipio y se están trabajando medidas de futuro para mejorar la zona.
El duro relato de Vanessa
Torrent, la localidad donde reside Vanessa Martín, se vio muy afectada. La prensa informó de la tragedia que se vivió en dicho pueblo con la desaparición de los pequeños Izan y Rubén. Pero hubo más sucesos y trágicos testimonios. La vida de Vanessa cambió de súbito y para siempre aquel martes.
Al filo del mediodía. Nunca, jamás va a olvidar Martín ese día. 29 de octubre de 2024, marcado en rojo en su calendario vital.
Entre otras razones porque ese día fue su cumpleaños. Su 48º cumpleaños. Antes de que la furia de la DANA dejara tras de sí dolor y angustia y desesperación, y existencias rotas para siempre, Vanessa organizó un día familiar por su efemérides.
Narró a EL ESPAÑOL, aún con la voz estrangulada por la emoción, que había reservado mesa en un restaurante. Necesitaba Martín esa distracción, ese festejo, pues días antes su gata apareció fallecida y le tocó bastante el ánimo.
En torno a las 13 horas aproximadamente, Martín se metió en la ducha para comenzar a prepararse. Advirtió a este medio que ya entonces "vi el cielo superraro", "tenía como una mala sensación de que algo iba a pasar". Una suerte de premonición que le hizo cambiar de planes. "Y menos mal, porque si llegamos a coger la carretera que lleva al puerto, no lo contamos", reflexionó.
Sostiene Vanessa que fue cuestión de minutos, que el agua, furiosa, arrambló con todo. De entrada, con la casa de sus vecinos, fallecidos. Sintió Martín terror y aseveró que, en el peor trance de la DANA, "llamé para despedirme de mi familia". Dentro de la catástrofe, Vanessa dio gracias de estar viva, por que tanto ella como los suyos pudieron contarlo.