Normalizando completamente sus visitas a nuestro país, y apenas un mes después de su último viaje a España, el emérito Juan Carlos aterrizaba en Vitoria el pasado martes 14 de mayo para someterse a un chequeo médico antes de poner rumbo a Sanxenxo para -esa era su intención- participar en las regatas del campeonato de España de la categoría 6M de vela al timón de El Bribón.
Un viaje en el que Juan Carlos ha recibido la visita de su hija la infanta Elena, y de Cristina de Borbón Dos-Sicilias -hija del fallecido infante Carlos, Duque de Calabria, el primo más cercano al Emérito-, con las que volvía a degustar sus platos favoritos de la gastronomía gallega durante una cena en el Club Náutico de Sanxenxo, donde se siente como en casa.
El broche de oro a esta visita de cinco días a España lo ponía saliendo a navegar con Elena este pasado domingo. Confidencias, sonrisas y un ambiente relajado a pesar de que en esta ocasión no se ha subido al Bribón. Todo lo bueno llega a su fin y después de comer el Emérito abandonaba Sanxenxo en el sitio del copiloto del coche de Pedro Campos para poner rumbo al aeropuerto de Lavacolla, Santiago, donde cogía un avión privado a Abu Dabi feliz tras la confirmación definitiva de que sus viajes a nuestro país están más que normalizados.