"Ella estaba feliz con su nieta. (...) "Era lo mejor del mundo. La mejor persona, la mejor madre, la mejor hermana, la mejor. Lo mejor", entonó, embargada por el dolor de la pérdida, Isabel Chávarri, la hermana de la aristócrata Marta Chávarri, horas después del triste e inesperado fallecimiento de ésta, el pasado 21 de julio.

La socialité perdía la vida en su domicilio de Madrid, víctima de un infarto cerebral, como se conoció más tarde. La muerte llegó para Marta en un momento sosegado, sereno y de gozo tras haberse convertido en abuela de Philippa, la hija fruto del amor entre su vástago, Álvaro Falcó (38), y su esposa y razón de amor, Isabelle Junot (32).

El de abuela era el papel más especial para Chávarri: se desvivía y así lo contaba a todo aquel que hablara con ella. Por eso este rasgón fue dolorosísimo. Han pasado cuatro meses desde aquel deceso que paralizó el país y destrozó a toda una familia.

[Hallan muerta a Marta Chávarri a los 62 años en su casa de Madrid]

Marta Chávarri junto a su hermana, Isabel, paseando por las calles de Madrid, en mayo de 2021. Gtres

Sostiene a EL ESPAÑOL un buen amigo que la eterna Marta -la 'Lady España' que protagonizó las portadas de los 80 y 90- sigue presente, cada día, en la vida de sus familiares, quienes la recuerdan de forma diaria.

A veces, el recuerdo se hace muy difícil de digerir. "El pobre Álvaro ahí va, como se puede. A esto no te enseñan. La única alegría es la benjamina de la casa, por ella se sigue adelante", relata el informante que atiende a EL ESPAÑOL. La que fue nuera de Marta, Isabelle, estaba también muy unida a ella, y fue como una madre.

Isabel, la hermana de Marta, "está desubicada, no sabe en qué ocupar su tiempo. Pasaban no te digo las 24 horas juntas, pero casi", deslizan. Sobre las personas que estuvieron al lado de Marta hasta su final, se hace constar que hubo un hombre clave, especial para Chávarri. 

Fue amigo y confidente, además de expareja: Antonio Gutiérrez Marcet. Es un funcionario público que marcó los últimos años de vida de Chávarri. Su historia se remonta al año 2012. Entonces, aparecieron en el papel couché unas fotografías del también inspector de Hacienda y la que fuera esposa de Alberto Cortina cogidos de la mano, abrazados y muy acaramelados por algunos rincones del corazón de Madrid. 

La aristócrata Marta Chávarri en una fotografía tomada en octubre de 2020. Gtres

En efecto, ambos mantuvieron un romance, tan discreto como fugaz: "Eso duró casi nada. Pronto se dieron cuenta de que estaban mejor como amigos que como novios. (...) Tras un tiempo, retomaron el contacto y supieron tener una relación muy importante de amigos". Hablaban mucho por teléfono y sólo él conseguía, de cuando en cuando, que ella abandonara su casa e hiciera algo de vida social. 

Puntualizar que a Chávarri apenas le gustaba prodigarse socialmente, y nunca asistía a actos públicos. Esquivaba esos saraos y exposiciones. También se alejó de las revistas del corazón; sólo en la boda de su hijo Álvaro accedió a aparecer en un excepcional reportaje en ¡HOLA! Relató la periodista Beatriz Cortázar que Marta, en su último tramo, se aisló y sufrió cierta fobia social. 

Marcet tenía el don de convencerla y animarla. Hoy, cuatro meses después de su lamentable partida, Antonio está resurgiendo: "Durante semanas no levantó cabeza. Lo vivió como una pesadilla. El no poder verla, ni escribirle, ni llamar..."

Sus últimos días

La mujer que zarandeó la jet set de los años ochenta y noventa tenía ilusión por vivir y estaba organizando un verano maravilloso. "Alegría, ilusión y planes de verano", fue el titular que colocó en portada la citada revista del corazón. Dos semanas antes de fallecer, Chávarri preparó en su casa de Madrid una merienda para sus amigas, para poder presentarles a su nieta, Philippa, "el último gran regalo de su vida".

No se esconde que Marta vivió etapas muy dolorosas y tristes en su vida, pero en la actualidad estaba atravesando un momento dulce. Tanto es así que, de acuerdo a la revista, quería celebrar su 63 cumpleaños, el 1 de agosto, e irse de vacaciones al campo con su familia y disfrutar de su papel como abuela.

Marta se fue de la misma manera que vivió su último tramo de vida: en silencio y con gran discreción. 

Un punto de inflexión en su vida fue la boda de su hijo Álvaro con Isabelle Junot, en abril de 2022. Pletórica, Chávarri regresó al palacio Marqués de Mirabel -donde tuvo lugar el festejo-, en Plasencia, un lugar lleno de recuerdos, pues allí contrajo ella matrimonio con Fernando Falcó, exmarqués de Cubas. Ese día, la orgullosa madrina Marta Chávarri volvió a sonreír como hacía tiempo. 

Álvaro Falcó junto a su mujer, Isabelle Junot, en la misa funeral de Chávarri, el pasado mes de octubre. Gtres

Una felicidad que se vio multiplicada hasta el infinito cuando su vástago la convirtió en abuela. "Guapísima, guapísima", "Es una bebé maravillosa", fueron sus ilusionantes palabras. Reunió a sus amigas, en torno a una merienda, para que conocieran a su nieta. Fue la primera de muchas quedadas y celebraciones, según su ánimo, pero no pudo ser. 

Marta murió en su casa, su hogar. Estaba sola en su hogar de Madrid porque así decidió vivir sus últimos años de vida: con independencia. Eso sí, toda su familia y su entorno de amigos más íntimo estaban pendientes de ella diariamente. Chávarri no estaba sola ni se sentía así. Casi diariamente, su hijo Álvaro la visitaba y comían juntos. 

"Se levantaba tarde y llevaba una vida muy ordenada", informa la citada revista. Apenas si hacía vida social. Pintar y leer eran sus principales pasatiempos, también dar paseos con su hermana Isabel, su gran pilar y apoyo.