El año 2020 ha dado un giro radical a la vida de Paz Padilla (50 años) y su hija, Anna Ferrer (23). No solo por las tristes pérdidas que han sufrido tras las muertes de la madre, el marido y la suegra de la presentadora en apenas 5 meses, sino por la lección que han dado al mundo sobre cómo enfrentarse a las duras despedidas de sus seres queridos con un adiós lleno de optimismo y bonitos sentimientos. Una salud mental que se refleja también en su fortaleza física y estilo de vida saludable, pues este año también ha sido en el que madre e hija han dado pasos gigantes en su transformación alimentaria.

La humorista se ha hecho todo una experta en el mundo ecológico. Tiene gallinas en su jardín, un huerto, árboles frutales... todo a su disposición para comer sano y vivir con energía. Este cambio de hábitos le ha ayudado a curarse de sus diversas enfermedades como el Síndrome Gilbert, trastorno del hígado, o sus cálculos renales.

También su hija ha necesitado cambiar su dieta para superar los fuertes dolores estomacales que sufría, problemas digestivos insoportables que creía que padecería de por vida.

Pero entonces, Mariana Aróstegui apareció en sus vidas. Es la nutricionista y bióloga que ha caminado junto a la presentadora y su hija en su ruta hacia un estilo de vida ecológico y la artífice de la 'sanación' de Anna con sus crónicos problemas de digestión.

JALEOS ha hablado con la especialista para conocer más a fondo cómo ha logrado ayudar a las famosas madre e hija, y cuáles son los secretos para lucir tan sanas y enérgicas como las Padilla.

Paz Padilla y su hija han transformado su alimentación y han ganado en salud. RRSS

¿Cómo conoció a Anna Ferrer? ¿Y a Paz Padilla?

Conocí a Anna porque ya trabajaba con su madre. Ayudé un poco a Paz en el camino que ella ya había arrancado sola hacia la comida sana, el real food, etc. Y yo ya había hablado con ella, había tenido varios contactos con ella en todo este campo, y Paz me comentó que tenía una niña con problemas digestivos, que es el área en el que yo estoy especializada, y fue así como Paz la trajo a la consulta.

Anna ha narrado siempre en sus redes los dolores de estómago que solía sufrir, que cada vez han ido a menos hasta prácticamente desaparecer, y ella la nombra a usted como la artífice de ese milagro, ¿cómo lo consiguió?

Cuando Anna vino a mí tenía sintomatología de problemas digestivos y ya había ido a varios médicos pero no habían conseguido curarla ni ver exactamente qué era lo que tenía. Entonces hicimos una entrevista muy completa, en paralelo hicimos una temporada de dieta 21 días de expulsión de alimentos procesados, azúcares, etc. También le hicimos un test de disbiosis intestinal y ver si tenía bacterias malas descompensadas, hongos, parásitos... Pero todo pintaba mucho a una intolerancia alimenticia. Realmente lo único que hicimos fue eliminarle ciertos alimentos de la dieta, entre ellos el gluten, y fue poco a poco eso junto con todo el trabajo de reconstrucción del intestino lo que consiguió 'curarla'.

¿Es Anna buena paciente?

Es brutalmente aplicada. Se lo tomó súper en serio, ambas hicieron caso a todo lo que les recomendé hasta que dimos con la clave de que padece sensibilidad al gluten y ha aprendido a vivir sin él. Ha aprendido a comer, ha realizado un cambio brutal junto a su madre y todo eso le hace encontrarse bien y cada día mejor.

Desde hace al menos un año, Anna y sobre todo su madre, Paz Padilla, muestra su conciencia por los alimentos ecológicos, ¿ha tenido usted mucho que ver en esa decisión?

Paz es una mujer muy culta que ya había leído mucho antes de entrar en contacto conmigo, ya era consciente de la presencia de químicos y sintéticos e insecticidas y demás en la comida que tomamos cada día. Ella ya sabía de eso. Yo soy una auténtica fan de intentar favorecer la comida ecológica. Entonces sí hemos tenido un montón de conversaciones sobre esto, de hecho, Paz ya ha hecho esa transformación total hacia lo ecológico. Anna también es consciente de todo ello, de cómo las frutas y verduras están plagadas de químicos y hay que favorecer los alimentos libres de estos pesticidas, pero aún es difícil generalizarlo porque son alimentos mucho más caros. Pero no creo que haya sido yo la causante de que Paz y Anna coman ecológico pero sí he favorecido ese camino.

Paz Padilla es una auténtica real fooder que incluso posee gallinas, árboles frutales, un huerto en casa... ¿deberíamos todos seguir su ejemplo?

Es la auténtica real fooder, la gran embajadora del real fooder. Me río yo de otros intagrammers que hablan de real food y están andando por los supermercados. Paz todo es de mercado, de animales sanos, es brutal. Se ha montado su huerto y es cierto que sería el modelo perfecto a vivir porque es como hemos vivido durante cientos de años, de comida local, de temporada... estamos creados para comer de donde somos geográficamente y comer productos que no son de temporada en nuestro lugar de origen no ayuda a nuestra salud ni al medio ambiente. Es volver al modelo artesanal por el que estaríamos todos un poco más sanos.

Paz agradece a la naturaleza todo lo que le ofrece. RRSS

Siempre se dice que parece que los días de Paz tienen más horas que los del resto de los mortales porque no para de hacer cosas, trabajar en mil sitios, estar activa en redes, hacer ejercicio, manualidades... ¿esa energía es consecuencia de su buena alimentación?

Por lo que he podido conocer yo a Paz creo que es una mujer que tiene una energía innata desbordante. Efectivamente, la comida sana hace que tu cuerpo vaya mejor y tengas más energía y funcione mejor, pero yo creo que es una persona con una energía excepcional. Que entra en una habitación y la llena de luz. Me ha enseñado muchísimo y creo que eso se lleva. ¿Su cambio de dieta le puede ayudar? Sin duda, eso potencia tus cualidades de origen. Pero la comida tampoco es milagrosa, no todos vamos a ser como Paz por comer comida sana.

Tras estos cambios nutricionales, ¿Anna o Paz han hablado con usted de los beneficios que les ha aportado?

Sí, ambas están felices con los resultados. Anna es mi 'paciente de transformación', venía con muchos problemas digestivos, mucho malestar y mucho dolor y ella pensaba que tenía que vivir así el resto de su vida y se ha dado cuenta de que no. Una vez que trabajas el problema origen y los subsanas, puedes tener una vida sana. Cuesta encontrar a un profesional que se pare a escucharte y encuentre el problema de origen, porque los problemas digestivos hasta la fecha se han centrado en A, B o C, con determinadas pruebas, y así no se soluciona. Y Paz se encuentra fenomenal, está encantada con su nueva forma de comer, siempre ha sido una mujer sana, tampoco ha sido en su caso una transformación como tal, y lo ha logrado ella sola.

También ha escrito sobre nutrición en la web Slow Love, empresa de moda y estilo de Sara Carbonero e Isabel Jiménez, ¿cómo se gestó esta colaboración?

Escribo artículo para la web de Slow Love porque es una manera de pensar muy similar a la mía, y me encantó la iniciativa de Sara e Isabel. A Isabel yo la conocí durante su primer embarazo porque yo daba una sesión de Nutrición en el Embarazo. Desde ahí entablamos una muy buena relación gracias a la que al final he acabado colaborando con este proyecto tan bonito y de momento sigo. Yo creo mucho en el proyecto que han sacado.

Mariana Aróstegui, en una imagen de sus redes sociales.

Precisamente en ese artículo habla de la nutrición en tiempos de Covid-19, ¿cómo y qué se debe comer para estar fuertes frente a esta pandemia?

Pues visto cómo está siendo todo, las grandes complicaciones del virus ocurren en personas que tiene patologías inflamatorias, metabolismo de resistencia a la insulina, diabetes, obesidad... es el perfil más sufridor. Todo eso viene por una ingesta excesiva de hidratos de carbono, azúcares... que es como comemos la gran mayoría de nosotros. Y visto que ese es el perfil de riesgo mi mensaje es que antes de hablar de qué alimentos incluiría en la dieta, hablaría de qué quitar del plato para mantenerse fuerte y resistente ante la pandemia. Y esos son el azúcar, las harinas, las galletas, los panes, snacks... eso que nos hemos acostumbrado a pensar que es nuestra comida normal y no lo es, no es nuestra comida natural, y eso no hace más que enfermarnos. ¿Y qué hay que introducir? Un sistema inmune sano depende prácticamente del mundo vegetal. Como seres humanos deberíamos tener una dieta basada en un 50-70 por ciento en vegetales de todos los colores, frutos secos, legumbres... y todo integral. Además, es necesaria la vitamina D que viene del Sol, somos animales y estamos hechos para estar en la intemperie para recargar pilas y funcionar bien.

¿Cómo se inició en el mundo de la nutrición? ¿Qué cambios ha notado en ese ámbito a lo largo de los años que lleva ejerciendo?

Yo inicialmente estudié Biología y mi gran pasión eran los microorganismos. Me especialicé en Biotecnología, pero nunca ejercí como bióloga. Di el salto a estudiar un MBA y acabé en consultoría estratégica, muy lejos de lo que hago actualmente. Esa vida de viajar mucho, conocer mucha gente brillante y mucho ajetreo machacó mucho mi salud, y yo que era una apasionada de la comida me di cuenta de que quería aprender de Nutrición y fue ahí cuando empecé a estudiar a distancia, porque viví en Suiza y también en Brasil. Fui formándome y tras ser mamá me llevó a especializarme en la mujer y sus cambios hormonales y demás. El gran cambio que he visto en este campo es cómo la Biología se ha ido uniendo mucho a la Nutrición, ahora ya se habla de la microbiota, cuando antes se llamaba flora intestinal. Así que yo me he centrado ahí y casando mis dos áreas de pasión. Y soy una devoradora de cursos, no paro de estudiar para conocer lo último, los últimos avances científicos en mis áreas; la mujer y los problemas digestivos.

[Más información: La enfermedad de Paz Padilla y Jordi González por la que no prueban una gota de alcohol]

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