¡BOOM! En la casa de Guadalix se ha liado la mundial este martes. ¡Qué momentazos!, se frotan las manos los jefes. Sí, pero no hay justificación que valga. Aquí ya no caben los argumentos baratos: Gran Hermano VIP ha traspasado los límites, ha cruzado esa peligrosa línea roja que bajo ningún concepto se debe burlar y, lo peor de todo, no solo no se dan cuentan los que lo consienten, sino que parece que se toman el bullying, las vejaciones y los insultos a cachondeo. 

A lo sumo, sueltan aquello de 'venga, pelillos a la mar y no lo hagas más'. ¡No, señor! Las redes sociales, el populacho y yo, opinamos igual: flaco favor se hace a sí mismo este formato y nefasto el ejemplo que se ha dado este martes con el comportamiento virulento de Ángel Garó (53 años). En la historia del concurso, por casos mucho menos graves que el del cómico, se ha pedido a grito pelado la expulsión disciplinaria sistemática. ¡Y Ángel se va de rositas! Y el peor parado de este martes en Twitter ha sido Jorge Javier Vázquez (48) y su favoritismo por el malagueño. Ay, que tienes tus intocables, querido. Todo por el show y el share

El cómico durante un momento de su enfado. Mediaset

Todo ha saltado por los aires cuando Garó se ha enzarzado en una tensísima y desquiciada pelea con AsrafMiriam Saavedra (24) esta semana. La más heavy en décadas. Los motivos se pueden resumir rápidamente en dos: Miriam no perdona a Ángel que le robara leche a escondidas a su gran amiga Verdeliss (33) -ella, como embarazada, toma una específica- y tampoco que se comporte como un tirano en la cocina; y Asraf no aguanta más los comentarios insidiosos del malagueño por el simple hecho de que él, como árabe, no coma carne de cerdo, entre otras perlas. Dos situaciones límite por separado que han provocado que el humorista estalle y saque su peor cara. 

Y es ahí, en la bulla, donde Ángel se crece, se viene muy muy arriba y se intuye subido a un escenario interpretando un dramón lorquiano. Porque él lleva el drama en vena y, como buena lamentatriz de Jeremías en versión hombre, se revuelve contra el mundo y los aquelarres hacia su persona. ¡Esta cruz que pesa tanto! Al son de "no me vas a denigrar más", Garó se ha lanzado, cual gacela, a la yugular de Asraf: "Cuidado con lo que dices de mí que te puede caer una demanda, friki. Yo llevo a mis espaldas 100 concursos y tú no tienes ni oficio ni beneficio". 

Hay que decir, por justicia, que Asraf no se ha quedado callado estos días tildando a su contrincante de "viejo", "guarro", "fracasado" y, lo peor, "racista". Este último calificativo ha encendido más, si cabe, a Garó: "No me vuelvas a decir racista, yo tengo amigos árabes con los que me llevo de maravilla". Vamos, no me digan que la frase no está manida. Eso sí, no se considera racista, para nada, pero continúa con su retahíla de buenos deseos: "Tienes las rodillas negras de mierda, y las mías son blancas. Tienes la cabeza como una olla de caracoles, ya quisieras mi pelo. Vete a hacerte un kebab". Lógicamente, Ángel tiene un concepto de sí mismo que debería mirárselo. No es normal su umbral de desquicie. 

Según sus compañeros, el problema es que él se coloca en un púlpito al que nadie tiene capacidad de llegar y toda la casa le debe la vida. ¡Qué sería de ellos, pobres, sin Ángel en la cocina!: "Yo tengo una edad y no aguanto vejaciones de nadie. Soy un gran profesional y sé quién es Frank Sinatra, por ejemplo". Tras esto, en el clímax del disparate se revuelve contra Asraf de nuevo, al cual le divierte picarle: "Vete a estudiar, Míster de mierda. Que sepas que hay gente que nos podemos permitir según qué cosas en esta vida". 

Garó durante un momento de su aislamiento en la casa. Mediaset

Y atención, porque, en una suerte de autocrítica, el hombre manifiesta lo que sigue: "Creo que tengo un comportamiento ejemplar con todo el mundo. A veces chillo, pero es que he estado mucho tiempo en silencio" ¡De traca! Ojo que ha tenido también para Miriam; ya que se pone, dispara a todo lo que se mueve: "Hueles muy mal, vete a Perú. Has venido a saquear a España, ¡mamarracha!". Dios, España, quien esté ahí: ¡qué hace este prohombre sin trabajo como actor! 

Jorge Javier, se te ve el plumero

Hay que decir que mientras Ángel soltaba por su boca semejantes lindezas, las redes echaban humo ante la pasividad del programa y, en especial, de Jorge Javier. Tras escuchar los disparates del cómico, el presentador se ha limitado a animarle, pese a los abucheos del público y las redes. Algunas de sus frases para enmarcar: "Asraf tampoco se ha quedado mudo"; "Me gustaría que se tuviera la piel tan fina para otras cosas" o "Ya era hora de que hubiera una discusión de altura. Menos mal". 

Y no contento con eso, cuando se suponía que debía amonestar a los tres -Ángel, Asraf y Miriam-, Jorge Javier ha pasado casi por alto al humorista y solo ha atinado a aconsejarle, como a un hijo pillado en travesura: "Creo que esta noche has perdido algo y espero que lo encuentres. Estoy convencido de que no te has gustado en las imágenes. Reflexiona, pero que sepas que nos estás regalando momentos brillantes en el concurso". ¿Hola? Claro, todo esto viene porque en un momento dado de la noche Garó ha pedido abandonar el concurso y la dirección, al verle las orejitas al lobo, ha mediado: "Eres inteligente y sabes dónde te has equivocado, pero no te vayas". 

Al final, el malagueño ha cedido y, con las orejas gachas, ha pedido un tímido perdón: "Pido disculpas y prometo no volver a hacerlo". Esperen, hay más. El tío remata: "Mis reacciones se han debido a insultos muy grandes. Por respeto a los que nos ven me quedo, pero se habrán dado cuenta de que dentro de mí hay un buen fondo. Por eso no me han nominado nunca". ¿Se puede ser más engreído? Ahora entiendo perfectamente a Miriam cuando ha soltado -después de escuchar a Ángel repetir mil veces que lleva 35 años trabajando- esto: "Yo no conozco tu pasado, solo tu presente y eres un soberbio y un déspota". 

El caso es que los ánimos han comenzado a bajar más mansos al final de la noche y Asraf ha entonado su parte de mea culpa: "Pido disculpas a Ángel de corazón. Ha hecho comentarios feos, pero lo siento". El aludido, crecido como un pavo que ve a su alrededor solamente a súbditos, ha apostillado: "Yo también te pido disculpas, pero el verdaderamente ofendido soy yo". ¡Qué grande! Si es que tiene razón; todos le deben pleitesía y el mundo en general debe darle las gracias por que nos regale minutos de su valioso tiempo. ¿Expulsión disciplinaria?, decías. ¿Qué es eso?

Verdeliss, su cartón de leche y la curva de su vida 

Verdeliss durante el relato de su vida. Mediaset

Una de las grandes tramas de este martes ha sido el suceso paranormal del cartón de leche de Verdeliss. Su leche es muy específica al estar embarazada, toda la casa lo sabe, y aún así alguien bebió de ella con nocturnidad y alevosía. El quid de la cuestión era quién. Después de muchas vueltas, y de ver un vídeo esclarecedor, se ha descubierto que fueron Makoke (48) y Ángel quienes se echaron de esa leche. Lo bueno de todo esto es que uno de los mayores indignados ha sido Ángel. 

Antes de que la verdad saliera a la luz, el cómico -el perejil de todas las salsas-, ha opinado, con polémica incluida: "Si ha habido una equivocación por parte de alguien, no hay que ser mal pensado. Si se te acaba la leche, tienes más. No saquemos las cosas de quicio. Yo no he sido, pero no lo saques de contexto". Hasta ahí, hipocresía aparte, todo bien, pero el concursante ha ido a más: "Verdeliss debería tener una nevera aparte por su decisión propia de quedarse embarazada".

Unas palabras que no han sentado nada bien a la aludida: "¿Es mi culpa por estar embarazada?". Cuando el entramado se ha descubierto, Ángel ha sacado orgullo a crédito: "A primera hora de la mañana no se sabe qué leche es" Olé y olé. Lógico, esto ha enfadado aún más a Verdeliss: "He visto que el tema les da igual. No me creo su despiste porque mi cartón es azul y el suyo verde. Además, lo coloco es un estante aparte y tiene una etiqueta que pone mi nombre". La trama ha terminado con Miriam saliendo a defender a su amiga y atacando a Garó y Makoke: "No os merecéis el más mínimo respeto". 

Más allá de este altercado, Verdeliss ha hecho un repaso sobre su vida que, al menos a mí, me ha parecido naíf y descafeinado. Jorge Javier se empeñaba en escarbar en los pasajes más controvertidos, pero la concursante se escurría ágilmente. Con una infancia feliz y humilde acompañada de siete hermanos, asegura Verdeliss que se la pasó pintando, leyendo y siendo muy imaginativa. Como es de esperar, el momento más importante de su vida lo data cuando conoció a su marido. 

Eran "locos y desenfrenados" y nada más verse fluyeron los te quieros de rigor. Se conocieron en una pizzería y el primer paso lo dio ella: "Él se quedó cortado después de mi te quiero y aquí seguimos 14 años después. Mi marido ha sido mi única relación seria, y la suya también". Según ella, han nacido para estar el uno con el otro. ¡Menudo compromiso! A los pocos meses, se fueron a vivir a Madrid -ella lo siguió a él por trabajo- y comenzaron a tener hijos: "Pensamos que la mejor herencia es dejarles hermanos a nuestros hijos".

Pasaron penurias económicas -cómo no, con siete criaturas comiendo. ¡Llenar la nevera para nueve!-, cambiaron sus prioridades -de los conciertos de rock a la varicela-, pero en ningún flaquearon, con el apoyo de la familia: "Nos hemos sacado las castañas del fuego siempre". Un día Verdeliss se dio cuenta de que era más productiva en casa y se impuso la distancia entre la pareja: "Él se quedó en Madrid y yo me vine para Pamplona. Fue entonces cuando abrí mi canal de Youtube. Pronto el hobby se convirtió en mi trabajo". En esas, el presentador, perro viejo, al ver que aquello iba a seguir por el camino de Cenicienta, despachó rápido el tinglado. Avaricioso, ¡si ya habéis hecho récord con Ángel! 

Nominados de la semana: Verdeliss y El Koala

Salvada: Miriam Saavedra

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