El plan de Brigitte Macron (sin su marido) en su verano más triste: las imágenes y su refugio en el sur de Francia

En plena Costa Azul francesa se encuentra el Fuerte de Brégançon, una fortaleza medieval convertida en la residencia oficial que acoge a los mandatarios galos durante la temporada estival. Allí, a día de hoy, descansan Emmanuel Macron (47 años) y su mujer, Brigitte (72).

Como cada verano, el presidente de Francia y la primera dama se han trasladado al emblemático Fuerte de Brégançon. Un viaje tradicional que este año tiene un matiz distinto. Sobre todo para Brigitte, quien afronta su verano más triste. 

El pasado julio, con apenas dos semanas de diferencia, fallecieron su hermana y su sobrina. Esta travesía, por otro lado, tiene lugar tras los dos comentados gestos entre la pareja presidencial, que dieron pie a especulaciones sobre una presunta tensión en el matrimonio.

De la bofetada en Hanói al rechazo en Londres: analizamos los dos gestos de los Macron que reflejan la "tensión" entre ellos

Brigitte Macron antes de subirse a la embarcación. Gtres

El primero tuvo lugar el pasado mayo, tras aterrizar en Hanói, la capital de Vietnam. Poco antes de bajar del avión, la primera dama dio una bofetada a su marido. Un gesto que el Elíseo explicó como una actitud "cómplice", pero que expertos en comunicación no verbal consultados por EL ESPAÑOL  catalogaron como una "señal de tensión real".

El segundo de estos gestos se produjo 43 días después, el pasado 8 de julio, tras pisar tierras británicas. Emmanuel Macron fue el primero en bajar las escaleras del avión y una vez tocó el suelo, le tendió la mano a su mujer, quien rechazó su ayuda y optó por apoyarse en la barandilla. Un nuevo desplante que volvió a poner en el foco mediático su relación.

De momento siguen siendo especulaciones. De puertas para afuera todo sigue intacto. Los Macron se mantienen juntos y como es habitual han puesto rumbo al sur de Francia para disfrutar de sus vacaciones de verano.

Llegaron al Fuerte de Brégançon el pasado 25 de julio, según informó el periódico local Gala. De acuerdo con lo previsto, siguiendo la misma línea de años anteriores, extenderán sus vacaciones hasta finales de agosto. Su rutina parece ser idéntica, tal y como indican las últimas imágenes públicas de la primera dama.

Brigitte Macron con parte del equipo de buceo en mano. Gtres

Los reporteros gráficos han captado a Brigitte Macron sin su marido y a punto de llevar a cabo uno de sus planes favoritos durante su estancia en el Fuerte de Brégançon: explorar el fondo marino.

Se le ha visto sonriente, ataviada con un estilismo en total beige, de pantalón corto, blusa, zapatillas deportivas y gorra. En su camino a la embarcación, ha llevado las aletas en la mano. Un complemento imprescindible para la práctica de buceo.

En el Fuerte de Brégançon, como recuerdan los medios locales, la pareja presidencial cumple con ciertas costumbres. Cada uno tiene sus hobbies y aprovechan su refugio estival para practicarlos.

Macron no se aparta por completo de su agenda institucional. Mantiene llamadas telefónicas y algunas reuniones, según relató Pierrick Geais en su libro L'Élysée à la plage. El presidente, sin embargo, también saca tiempo para el descanso. Le gusta practicar boxeo o correr 12 kilómetros en las inmediaciones de su residencia estival. La natación y las motos de agua también forman parte de sus hobbies.

A Brigitte Macron, por su parte, le apasiona explorar el fondo marino. También disfruta de paseos en bicicleta y supervisa los menús que se sirven en el Fuerte de Brégançon.

Un refugio aislado

La residencia estival de los Macron -retiro habitual del presidente de turno desde 1968- no solo cuenta con espectaculares vistas. También con toda la privacidad que necesita el mandatario y su familia.

Ubicado en la comuna de Bormes-les-Mimosas, en el departamento de Var, esta antigua fortificación militar del siglo XVII está unida a tierra firme por un estrecho camino que solo puede recorrerse a pie o en vehículos autorizados. Su posición estratégica y su aislamiento lo han convertido en un refugio ideal para los presidentes en busca de tranquilidad.

Declarado residencia oficial en 1968 durante el mandato de Charles de Gaulle, el fuerte ha sido testigo de momentos personales y políticos clave para varios mandatarios. Algunos, sin embargo, lo han evitado.

Los Macron con Angela Merkel en el Fuerte de Brégançon. Imagen de 2020. Gtres

François Hollande (70) apenas lo visitó, mientras que Nicolás Sarkozy (70) lo convirtió en un punto de reunión con su pareja, Carla Bruni (57). Emmanuel y Brigitte Macron lo han adoptado con naturalidad, y desde 2017 han pasado allí todos los veranos, modernizando algunas de sus estancias, pero conservando su sobriedad y su valor patrimonial.

Vacaciones familiares

Emmanuel y Brigitte Macron han estado acompañados por las hijas de ella, según reseñan los medios locales. Laurence y Tiphaine Auzière se unieron al viaje un día después de que la pareja presidencial llegara al Fuerte de Brégançon.

Laurence, concretamente, compartió en su perfil de Instagram -cerrado a un selecto grupo- algunas imágenes de su travesía. Le acompañan su marido, Matthieu, y sus hijas. Así, Brigitte Macron disfruta de unas vacaciones en familia.