Eve, la hija de Steve Jobs, ha dado el 'sí, quiero' al jinete olímpico Harry Charles en un enlace celebrado en Great Tews, en Oxfordshire.

Eve, la hija de Steve Jobs, ha dado el 'sí, quiero' al jinete olímpico Harry Charles en un enlace celebrado en Great Tews, en Oxfordshire. Instagram

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Eve Jobs da el 'sí, quiero': entrada secreta, coches blindados, cena preboda en un pub del siglo XVI y 30 minutos de retraso

La heredera se ha casado con el jinete olímpico Harry Charles en un enlace con producción "cinematográfica" al que ha asistido Beatriz de York.

Más información: Eve, la hija de Steve Jobs, se casa con el jinete Harry Charles: una boda de 6,5 millones de euros y con Kamala Harris de invitada

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La tranquila localidad de Great Tew, en el corazón de los Cotswolds británicos, se ha convertido este fin de semana en el escenario de una boda de alto voltaje: la de Eve Jobs (28), hija del legendario Steve Jobs, y Harry Charles (28), jinete olímpico e hijo del también campeón olímpico de salto Peter Charles (65). Un enlace digno de un guion de Hollywood, con invitados de renombre, medidas de seguridad extraordinarias y un despliegue decorativo que rivaliza con cualquier boda real.

Después de tres años de discreta relación, la heredera y el deportista han formalizado su idilio con un enlace que ha sido programado al milímetro para garantizar la privacidad y la protección de sus participantes. Entre ellos, la exvicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris (60), o Jessica Springsteen, hija del cantante Bruce Springsteen (75), quien ha sido una de las nueve damas de honor.

Ambos intercambiaron votos en la iglesia de St. Michael & All Angels, donde sus amigos y familiares cumplieron a rajatabla el estricto dress code para la ocasión: elegantes vestidos y trajes de esmoquin, en el caso de los hombres. Todo ello antes de una prolongada espera: la novia tardó 30 minutos en llegar al templo.

Imagen compartida por Kourtney Kardashian desde los Cotswolds.

Imagen compartida por Kourtney Kardashian desde los Cotswolds. Instagram

Horas antes del "sí, quiero", el municipio ya hervía de actividad. Camiones de catering de alta gama, furgonetas de seguridad blindadas, limusinas oscuras y montajes florales de escenografía teatral inundaban las calles.

Organización "militar"

Un equipo de más de 20 personas ha trabajado para convertir la iglesia en un escenario de ensueño: gigantes esferas cubiertas de rosas rojas, ramas de haya decorando la nave (inspiradas en la boda del príncipe Guillermo (43) y Kate Middleton (43), 101 velas en el altar y dos alfombras persas valoradas en 15.000 libras (unos 17.000 euros) escoltando el camino hacia el altar.

"Esto se ha organizado con precisión militar. Nunca había visto nada igual", aseguraba un miembro del equipo de seguridad de la iglesia a la prensa británica. No era para menos: con invitados de primer nivel y una producción dirigida por el prestigioso organizador de eventos Stanlee Gatti, ningún detalle se ha dejado al azar.

Y aunque todo se desarrolló bajo una estricta confidencialidad, se ha sabido que los preparativos contaron con proveedores de lujo como Palmbrokers, especialistas en árboles de flores y "árboles de los deseos" para bodas.

Una entrada secreta

El viernes tuvo lugar el ensayo general, con la pareja, sus padrinos y las damas de honor. Estas, por cierto, desfilaron en la iglesia ataviadas del mismo modo: con vestidos de cóctel de satén rojo.

El día de la boda, las nueve damas llegaron puntuales, pero hubo que esperar media hora hasta la llegada de Eve. Esta accedió a la iglesia por una entrada trasera "secreta". El detalle refleja de manera precisa la obsesión de la novia por mantener la privacidad y la seguridad a raya. Cualquier medida ha sido poca para salvaguardar su imagen en un día como este.

Tras darse el 'sí, quiero', los novios salieron de la iglesia por la parte trasera. Una limusina Mercedes los estaba esperando para llevarlos hasta el lugar de la recepción.

En las inmediaciones del edificio también había un buen número de vehículos privados. Estos trasladaron a los invitados desde la iglesia y Estelle Manor, el lugar elegido para el banquete y la posterior fiesta. Todo estaba calculado y pensado para proteger a los asistentes, algunos de los cuales contaban con su propio equipo de seguridad.

Kamala Harris ofreció la cena previa

Las celebraciones arrancaron días antes, con una cena íntima en The Bull, en Charlbury, un pub del siglo XVI. La encargada de organizar el encuentro preboda fue la exvicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, amiga íntima de la madre de Eve Jobs, Laurene Powell-Jobs (61), con la que el empresario tuvo otros dos hijos.

Entre los asistentes, cabe destacar la asistencia de las hermanas de los novios: Erin Jobs (29) por parte de la novia, y Scarlett (40) y Sienna Charles por parte del novio. También acudieron al enlace las hijas de Bill Gates (69), Jennifer (29) y Phoebe Adele (22).

También se trasladaron al corazón de los Cotswolds el músico Matt Helders (39) de Arctic Monkeys, el diseñador de Apple Jony Ive (58), y la hija de Roman Abramovich, Sofia (30). La empresaria e influencer Kourtney Kardashian (46), que estos días se ha dejado ver en el Reino Unido, también podría haber asistido a la ceremonia.

Entre los testigos del 'sí, quiero' hubo también representantes de la realeza británica. La princesa Beatriz de York (36) y su marido, Edoardo Mapelli Mozzi (41) estuvieron presentes en el evento. Su asistencia fue confirmada apenas unos días antes.

Se estima que el coste de esta boda tan sumamente blindada en materia de seguridad asciende a 6,7 millones de dólares.

Un romance discreto

El idilio entre Eve y Harry comenzó en 2022, aunque decidieron mantener su relación alejada del foco mediático. En los Juegos Olímpicos de París 2024 hicieron su primera aparición pública tras la victoria de él en salto por equipos. Desde entonces, la discreción en torno a su romance ha sido total. En septiembre del pasado 2024 anunciaron su compromiso. Y ahora, la gran celebración ha llegado.

Eve Jobs, modelo y heredera del imperio Apple, y Harry Charles, estrella del salto ecuestre, han sellado su amor en una ceremonia de alto nivel, tal y como deseaban: en un entorno tranquilo, alejados del bullicio de Silicon Valley, en el que vivió y trabajó uno de los hombres más influyentes de la industria tecnológica.

Ha sido muy lejos de la tierra natal de Eve, entre flores, velas y en el corazón del campo, donde una nueva generación de la familia Jobs ha comenzado su propia historia.