Los retoques estéticos de Brigitte Macron. Gtres
Desvelamos los tratamientos y algún retoque no invasivo de Brigitte Macron para una piel firme y radiante
La primera dama francesa siempre luce un rostro perfecto y EL ESPAÑOL tiene las posibles razones de su 'glow up'.
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Con 71 años, Brigitte Macron continúa consolidándose como un referente de estilo, sofisticación… y estético. Su rostro, impecable y a la vez lleno de vida, genera tanta fascinación como dudas. ¿Cuál es el secreto para lucir una piel tan firme, radiante y natural? Aunque ella nunca lo ha confirmado, los especialistas en medicina estética tienen sus propias teorías.
Como primera dama de Francia, es una de las que más se cuida, comparable a figuras como Melania Trump (55 años). Pero lo más llamativo es que su rostro siempre parece intacto. En muchas ocasiones se ha especulado sobre cuáles podrían ser sus tratamientos estéticos, y EL ESPAÑOL ha querido averiguar cuáles son los retoques a los que podría haberse sometido la mujer de Emmanuel Macron.
Los expertos analizan los posibles retoques de Brigitte Macron y cómo logra mantener un equilibrio perfecto entre naturalidad y rejuvenecimiento gracias a una aplicación con exquisita moderación.
Brigitte Macron en un acto público. Gtres
El Dr. Gonzalo Álvarez, experto en medicina estética de Clínica Trevi, analiza su rostro y propone las diferentes estrategias que elige la primera dama francesa para transmitir frescura, vitalidad y elegancia sin caer en exageraciones. "Su aspecto podría ser el resultado de una cuidada combinación de tratamientos estéticos mínimamente invasivos junto con algún procedimiento quirúrgico", ha comenzado diciendo.
Aunque Brigitte Macron demuestra ser una experta en cuidar su piel, siempre elige sus tratamientos con un solo objetivo: "priorizar la naturalidad por encima del cambio radical", según comenta el experto. Algo que hace que luzca un aspecto mucho más joven, natural y, por supuesto, con un glow de lo más atractivo.
El rostro de Macron se ha convertido en motivo de debate, y en EL ESPAÑOL sabemos cuáles han podido ser sus posibles aliados estéticos. "La toxina botulínica, es decir, bótox, para suavizar las arrugas en frente y entrecejo, sin congelar la expresión", que habría combinado con "rellenos de ácido hialurónico en los surcos nasogenianos y pómulos para mantener volumen y estructura facial". Todo esto crea armonía en el rostro y la sensación de un cutis cuidado.
Por otro lado, según las imágenes disponibles, la "blefaroplastia superior e inferior" podría haber sido uno de los puntos clave en su mirada, ya que sirve para "eliminar bolsas y exceso de piel, rejuveneciendo la mirada" de una manera sutil y atractiva.
Brigitte Macron en un acto público. Gtres
También ha combinado una serie de tratamientos que, según nuestro experto, le han ayudado a lucir una piel tan radiante: "peeling químico para eliminar manchas; terapias de bioestimulación para activar el colágeno y radiofrecuencia en el cuello para tratar la flacidez".
Además, a todo esto se suma su pasión por la estética dental, gracias a la cual ha recurrido a técnicas para tener "dientes alineados y blanqueados", algo que favorece al rostro y al rejuvenecimiento general.
Eso sí, Gonzalo Álvarez apunta a que la primera dama podría haber pasado por el quirófano para terminar de pulir su rostro y destaca dos puntos importantes en sus retoques estéticos que la hacen estar radiante.
"Probablemente una intervención quirúrgica sutil (rinoplastia) para refinar el perfil nasal manteniendo la armonía facial", ha comentado el experto. Y, por otro lado, un lifting facial del que señala que está "bien realizado" y que "explicaría la tersura y firmeza global de su rostro sin alterar sus rasgos naturales".
Brigitte Macron en un acto público. Gtres
El total de los tratamientos y retoques estéticos a los que se hace referencia en esta publicación podría rondar entre los 20.000 y 35.000 euros, una cifra razonable para una transformación integral del rostro en clínicas de buena reputación. Eso sí, en este caso, se ha conseguido gracias a un trabajo constante y progresivo, hasta verse así.
No es la primera vez que vemos casos así: ya se pudo apreciar el gran cambio de Donatella Versace (70), tras retirarse los tratamientos anteriores (que no lucían bien) y someterse a un nuevo enfoque que también fue motivo de debate después de su reaparición en Londres.
La discreción en sus retoques estéticos es la clave del éxito de su rostro: así logra lucir radiante y ser uno de los más comentados dentro de las primeras damas europeas. La mujer de Macron transmite frescura y naturalidad, lo que le permite proyectar un look beauty diferente y mucho más atractivo frente a las cámaras.
