El 'trampolín Tom Cruise': la estrella de Hollywood que lanza a lo más alto a actrices como Ana de Armas y Penélope Cruz

Las imágenes de Tom Cruise (63) y Ana de Armas (37) disfrutando juntos de un paseo en yate en Menorca parecen ser la confirmación definitiva de que entre ellos hay mucho más que una relación estrictamente profesional.

Tras ser fotografiados juntos en varias citas en Londres, e incluso en el cumpleaños de David Beckham (50) el pasado mes de mayo, recientemente se han relajado a bordo de una embarcación de lujo en las costas del archipiélago balear. Una cosa parece clara: lo que en un principio comenzó siendo un vínculo entre compañeros de trabajo ha dado paso a un affaire del que se han hecho eco medios del mundo entero.

Las instantáneas de la pareja recuerdan irremediablemente al idilio del actor con Penélope Cruz (51), a la que conoció hace 25 años, cuando ella se estaba abriendo camino en Hollywood. Da la casualidad de que es exactamente el mismo punto en el que se encuentra Ana de Armas a día de hoy. Tras casi 10 años haciendo sus pinitos en la meca del cine, es ahora cuando se juega el todo por el todo en la industria estadounidense. Para ello, al igual que le sucedió a 'Pe', cuenta con el 'efecto trampolín' de Cruise, con el que ya prepara un macroproyecto que podría encumbrara a lo más alto.

Tom Cruise y Ana de Armas, pillados una vez más en Londres: su vuelo en helicóptero con los perros de la actriz

Tom Cruise y Ana de Armas han sido vistos juntos en Londres. Es la cuarta vez que se les ve en la capital británica. Montaje de EL ESPAÑOL.

Cierto es que Ana de Armas lleva mucho tiempo labrándose una carrera por sus propios méritos en Norteamérica. Se hizo popular en España gracias a su papel de Carolina Leal en la serie El internado, donde trabajó de 2007 a 2010. Poco antes había cumplido la mayoría de edad.

Tras su éxito en la pequeña pantalla, intuyó enseguida que podrían encasillarla con facilidad en roles de adolescentes. Y, siguiendo su olfato para ir detrás del éxito, hizo las maletas y se marchó unos meses a Nueva York para perfeccionar su inglés.

Carrera hacia Hollywood

Regresó a nuestro país para protagonizar proyectos como Hispania, la leyenda (2010-2011). Y ya en 2011 empezó a compaginar sus trabajos dentro de nuestra geografía con sus primeros castings en Estados Unidos.

Hace nueve años cuando dio el salto definitivo. Cruzó el charco para hacerse un hueco en Hollywood. No le importaba empezar desde cero. Poco a poco fue consiguiendo su objetivo.

Tom Cruise y Ana de Armas fotografiados en Menorca. Gtres

Así, consiguió papeles en cintas como Knock Knock (2015), dirigida por el director Eli Roth (53), en la que trabajó junto a Keanu Reeves (60); en el thriller Exposed (2016), donde volvió a compartir pantalla con Reeves; en War Dogs (2016), de Todd Phillips (54), en la que tuvo un papel secundario; y en Blade Runner 2049 (2017), en la que coincidió con Harrison Ford (83), Ryan Gosling (44) y Jared Leto (53).

No fue fue hasta 2022, con su papel, en , -donde da vida a Marilyn Monroe-, cuando logró la atención de la crítica. Y cuando Cruise puso el ojo en ella. Tras verla en sus papeles más intrépidos, como el de chica Bond en  (2021), -que coprotagonizó con Daniel Craig (57)-, supo que sería la compañera perfecta para su próximo largometraje.

Preparan un filme juntos

En la actualidad, Ana de Armas y Tom Cruise están preparando juntos una superproducción de ciencia ficción y thriller. Este ambicioso proyecto, titulado provisionalmente Deeper, será dirigido por Doug Liman (conocido por Al filo del mañana) y escrito por Christopher McQuarrie, guionista habitual de la saga Misión: Imposible. La cinta explora los límites de la supervivencia humana frente a lo desconocido. Si todo sale según lo previsto, será un petardazo en taquilla.

Podría ser el empujón final que necesita Ana de Armas para consolidarse como estrella en el siempre exclusivo olimpo de la fábrica de sueños. Curiosamente, lo mismo le sucedió a algunas de las exparejas de Tom Cruise. Desde Nicole Kidman (58) a Katie Holmes (46) o Penélope Cruz. Todas ellas se lanzaron definitivamente al estrellato después de sus romances con el artista.

A estas alturas, resulta evidente que el 'toque Cruise' es clave para ayudar a sus compañeras sentimentales a escalar a lo más alto. Es incuestionable que, gracias a su rol de 'rey Midas', es capaz de revestir de una capa áurea las trayectorias de quienes se enamoran de él.

Tom Cruise y Penélope Cruz mantuvieron un romance entre 2001 y 2004. GTRES

Si no, que se lo digan a Penélope Cruz, que mantuvo un romance con el intérprete entre 2001 y 2004. Se conocieron en el set de la película Vanilla Sky en el año 2000, aunque según ambos, la relación no empezó hasta después de finalizar el rodaje.

En ese momento, Tom Cruise tenía 38 años y estaba en proceso de separación de Nicole Kidman. Por su parte, Cruz, con apenas 26 años, comenzaba a consolidar su carrera internacional.

Cruise-Cruz, un combo de éxito

Haciendo un poco de flashback, cabe recordar que la de Alcobendas consiguió uno de sus mayores hitos en el cine cuatro años de conocer a Cruise. En 1997 colaboró con un pequeño personaje en Carne trémula, de Pedro Almodóvar (75), quien la convertiría en su musa, y que estaba protagonizada por su futuro marido, Javier Bardem (56). En el reparto figuraban Liberto Rabal (50), José Sancho (68) y Ángela Molina (69), entre otros actores.

Aquel año también protagonizó la película Abre los ojos (1997), dirigida por Alejandro Amenábar (53) donde actuó junto a Eduardo Noriega (51) y Fele Martínez (50). Fue un gran éxito de taquilla que la lanzó a la fama y al prestigio a nivel nacional.

Tres años después, en el rodaje de la versión americana de esa cinta, -que tuvo lugar en la ciudades de Nueva York y Los Ángeles-, fue donde se conocieron el dúo Cruz-Cruise.

Tom Cruise, en una imagen de archivo. GTRES

Cuando Penélope cayó rendida a los encantos de Cruise ya había logrado captar la atención del público y la crítica internacional. Su papel protagonista en Todo sobre mi madre (1999), ganadora de la mejor película extranjera en los Óscar, la situó en el mapa de las grandes actrices europeas.

Reconocida en el viejo continente, empezó a tener papeles en Estados Unidos cuando el mundo entero hablaba de su affaire con Tom Cruise.

Entre ellos, All the Pretty Horses (2000), donde compartió reparto con Matt Damon (54); La mandolina del capitán Corelli (2001), en la que trabajó con Nicolas Cage (61); Sahara (2005), filme de aventuras donde coincidió con Matthew McConaughey (55), con quien mantendría un noviazgo entre 2004 y 2006.

Otras de sus cintas made in Usa fueron Blow (2001), que coprotagonizó con Johnny Depp (62), o el filme de terror Gothika (2003) en la que trabajó con Halle Berry (58) y Robert Downey Jr. (60).

Tom Cruise también ayudó a impulsar las carreras de dos de sus exmujeres, Nicole Kidman y Katie Holmes. GTRES

Sin duda, alguna, su comentada relación sentimental con Tom Cruise ayudó a incrementar su popularidad entre el público anglosajón. Y aunque las mejores críticas a su trabajo le seguían llegando gracias a su participación en el cine europeo, tuvo un periodo increíblemente fructífero en el país de las oportunidades.

En 2004, cuando se confirmó la ruptura oficialmente, Pe ya había hecho realidad su particular sueño americano junto al estadounidense. Veni, vidi, vici. Llegó, vio, triunfó. Todo ello, por supuesto, como consecuencia de sus esfuerzos y su talento como actriz. Pero, qué duda cabe: su romance con Cruise la impulsó de manera acelerada. Estar a su lado la hizo tener el viento -aún más- a su favor.

Penélope no fue la única que alcanzó la cima junto a Cruise. Como todo el mundo sabe, las carreras de Nicole Kidman (58), con la que Tom Cruise estuvo casado entre 1990 y 2001; y la de su segunda esposa, Katie Holmes, con la que contrajo matrimonio en 2006 y de la que se separó en 2012, también subieron como la espuma gracias al 'efecto multiplicador' del actor. Todo lo que toca parece convertirse en oro. Haciendo honor a su título más célebre, no hay 'misiones imposibles' para él. Menos cuando se trata de mezclar trabajo y amor. Y cuando su destino se cruza con un bellezón latino.