"Está pasando por momentos muy, muy difíciles. Ha estado algo incomunicado, eso me mata. Es muy triste". Ha tenido que ser otro peso pesado de Hollywood, Sylvester Stallone (76 años) el que arrojara algo de luz sobre el estado actual de salud de Bruce Willis (67), quien ha sido noticia, muy a su pesar, en los últimos tiempos por cuestiones de salud.

El pasado mes de marzo, la propia familia del actor que protagonizara cintas míticas como Arma letal o La jungla de cristal publicaba un comunicado en redes sociales en el que se explicaba la razón por la que, desgraciadamente, ha tenido que poner punto final a su carrera como intérprete: "A los increíbles seguidores de Bruce, como familia, queríamos compartir que nuestro amado Bruce ha estado experimentando algunos problemas de salud y recientemente ha sido diagnosticado con afasia, lo que está afectando sus habilidades cognitivas. Como resultado de esto y con mucha consideración, Bruce deja la carrera que tanto ha significado para él".

Como suele suceder cuando se da a conocer algún aspecto relacionado con la salud de personajes famosos, las búsquedas en Internet sobre la afasia se dispararon. Nada mejor que recurrir a Asociación Ayuda Afasia para conocer una definición correcta de este problema: "Es una alteración del lenguaje producida por un fallo en el sistema nervioso", recoge este colectivo. Afecta tanto a la expresión como a la lecto-escritura.

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Bruce Willis en una de sus últimas imágenes, en noviembre de 2022. Gtres

Tipos y tratamiento

Desde Asociación Ayuda Afasia inciden en que, al tratarse de un problema ligado a la comunicación, la afasia tiene una incidencia directa en las relaciones sociales, llegando a darse una incapacidad que puede ser parcial o total. Se estima que en España afecta a unas 350.000 personas, buena parte de ellas en edad adulta, aunque también se da en niños. Eso sí, al contrario que sucede en otros problemas de salud no se dan diferentes probabilidades entre sexos.

A nivel médico se diferencia entre dos tipos de afasia, la fluente y la no fluente, aunque en ambos casos tienen un punto de origen común: el daño en una o más partes del cerebro. Dentro de la afasia fluente la más común es la afasia de Wernicke, caracterizada por el hecho de que el paciente es capaz de comunicarse, incluso con oraciones largas, pero carentes de sentido, llegando a incluir palabras inventadas.

El actor Bruce Willis en una fotografía de septiembre de 2020. Gtres

Por otro lado, en la afasia no fluente el caso más paradigmático es el de la afasia de Broca, cuyo cuadro diagnóstico se diferencia de la afasia de Wernicke en que la persona afectada sí puede comprender lo que se le dice, pero tiene serias dificultades para comunicarse. De hecho, suele hacerlo a través de frases muy cortas.

Más allá de su tipología, lo realmente importante es el grado de la afasia, un aspecto que viene determinado por la intensidad de la lesión sufrida, oscilando entre severa, moderada o leve.

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De una forma u otra, la terapia para los pacientes con este tipo de daño pasa por tratar de mejorar la capacidad para comunicarse, una meta que puede buscarse a través de diferentes opciones, desde la estimulación eléctrica transcraneal, con corrientes de baja intensidad, hasta la reeducación del lenguaje, sin dejar de lado posibles terapias grupales y, especialmente, el apoyo psicológico.

Quizás uno de los aspectos más preocupantes en los casos de afasia es que pueden aparecer trastornos asociados, bien a nivel conductual (depresión o ansiedad) o bien a nivel físico (problemas a nivel motriz o visual). En las afasias progresivas pueden aparecer otras enfermedades como el alzhéimer o el párkinson.