El uso indiscriminado de antimicrobianos en animales de granja representa un grave problema de salud pública.

El uso indiscriminado de antimicrobianos en animales de granja representa un grave problema de salud pública.

Salud

España, el país de Europa en el que más antibióticos se detectan en el ganado: "Queda mucho por hacer"

Un informe de la EFSA avisa de que existe una menor incidencia de bacterias resistentes en lugares con un menor uso de antimicrobianos.

23 febrero, 2024 01:11

Quedan pocas dudas de que la resistencia a los antibióticos supone una grave amenaza a nivel mundial. La última prueba es un informe elaborado por varias instituciones europeas que se ha presentado esta semana. Su principal conclusión es que reduciendo el uso de antibióticos disminuye también el peligro relacionado con las bacterias resistentes a los mismos.

El análisis, realizado por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC), la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), constató esta relación tanto en humanos como en animales. La inclusión de estos últimos no es casual. Y es que se estima que la industria animal representa más del 70% del consumo de antimicrobianos.

España es, de hecho, el país de la Unión Europea (UE) con la mayor cantidad de sustancia activa antimicrobiana registrada en animales (1.296 toneladas), según el citado informe. Los datos, eso sí, pertenecen a 2021, por lo que no es posible comprobar hasta qué punto ha influido que al año siguiente el consumo de antibióticos en sanidad animal se redujera el 69,5%, ocupando también el primer puesto a nivel europeo en este caso.

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Esta tendencia también se reproduce en el conjunto de los países de Europa: la administración de antibióticos a animales destinados a la producción de alimentos disminuyó un 44% desde 2014 hasta 2021. No obstante, los autores del informe europeo demandan una mayor implicación: "Para hacer frente a la amenaza para la salud pública que supone la resistencia a los antimicrobianos, es imprescindible redoblar los esfuerzos para reducir el consumo innecesario de antibióticos", afirma Andrea Ammon, directora del ECDC.

Tarde, pero a tiempo

El principal motivo de esta demanda es que a medida que aumenta el uso de estos antibióticos, más resistentes pueden volverse las bacterias. Ahora bien, la reducción del consumo no se percibe de forma inmediata en la resistencia antibacteriana. "No es una cuestión de hoy para mañana", apunta Sara Soto, jefa del programa de 'Infecciones víricas y bacterianas en el mundo' del Instituto de Salud Global de Barcelona.

"La UE publicó recientemente unas líneas de reforzamiento de la lucha contra la resistencia a antibióticos. España cumple con el indicador de disminución del uso de antibióticos, pero el de resistencia sigue siendo alto", explica el doctor Rafael Cantón, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), a EL ESPAÑOL. "Con lo cual, tenemos que seguir trabajando para alinearnos más con otros países", prosigue.

Los expertos consultados por este periódico coinciden en valorar positivamente el trabajo realizado a través del PRAN (Plan Nacional rente a la Resistencia a los Antibióticos). "Se están haciendo los deberes, pero queda camino por recorrer", señala Cantón. Por su parte, Soto considera que "hemos empezado tarde". A ello le añade que "el sur de Europa siempre ha sido el máximo consumidor de antibióticos en ganadería".

Es cierto que la UE prohibió el uso de antibióticos como promotores del crecimiento en los piensos para animales. Aun así, se siguen utilizando miles de toneladas de estos productos para tratar al ganado. "Hemos desviado la mirada hacia la carne, pero también aparecen en los peces que proceden de piscifactorías", indica Patricia Guillem, catedrática de Epidemiología de la Universidad Europea.

En ambos casos el objetivo no es otro que mantener sanos a los animales para sostener la productividad. "Tendría que bajar la administración de los alimentos, con una producción ganadera mucho más sostenible que redujese el uso de antibióticos", reclama Guillem.

En este sentido, el PRAN puso en marcha el programa de reducción de antibióticos veterinarios para cumplir con los requerimientos de la comunidad europea y reducir la aparición de bacterias resistentes en distintos animales. Desde esta entidad entienden que el uso en animales de antimicrobianos debe limitarse a aquellas ocasiones en las que es de importancia crucial para prevenir o tratar infecciones humanas potencialmente mortales.

Cómo se transmite

Pese a que las infecciones bacterianas se han convertido en una de las principales causas de muerte en el mundo, aquellas que provienen de los animales no han acabado con ninguna vida humana por el momento. "Los efectos tóxicos, de hecho, son poco probables en general porque al animal le queda el residuo", explica Guillem.

"Por ahora no están siendo tan peligrosas, ya que muchas de ellas suelen ser bacterias entéricas", añade Soto. Estos microorganismos habitan generalmente en el intestino de los animales y pueden causar enfermedades en algunos casos. "No sólo depende de la bacteria, sino también del estado de salud del humano. Si está inmunocomprometido, sí que puede llegar a causar un mayor daño. Aunque no sólo depende de la bacteria", prosigue.

Las bacterias entéricas más importantes que suelen causar problemas son las que pertenecen al género SalmonellaEscherichia y a las bacterias del género Shigella y Yersinia. "Nosotros, por ejempo, hemos encontrado bacterias resistentes en carnes porque no se ha hecho una buena transformación del alimento", apunta Soto. "También se ha visto que en las propias granjas ha habido transmisión de bacterias resistentes de los animales de granja al propio ganadero".

Los tres especialistas convienen en que no se puede permitir un uso descontrolado de los antibióticos por parte del sector agrícola. "Un 65% de las enfermedades emergentes son de tipo zoonótico", recuerda Guillem, como reclamo para un mayor control de este tipo de instalaciones.

No obstante, la catedrática en Epidemiología aboga por el concepto de Única salud (One health, en inglés): "Hay una trascendencia una trascendencia en la relación humano, ecosistema y animales; y cómo impacta en la aparición de futuros patógenos. Por tanto, en vez de fomentar la segmentación, más vale la pena trabajar todos juntos", remacha.