Radiografía de tuberculosis.

Radiografía de tuberculosis. 'Manifestaciones radiológicas de la tuberculosis pulmonar'

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La 'misión imposible' de eliminar la tuberculosis en España: por qué vuelven a aparecer nuevos brotes

Nuestro país tiene una de las tasas más altas de Europa Occidental. La falta de recursos es uno de los factores que lo explica. 

8 junio, 2023 01:29

La Consejería de Sanidad de la Xunta de Galicia informaba a principios de junio que se había detectado un caso de tuberculosis en un instituto de Ourense. Este mismo lunes, anunciaba que se había activado el protocolo de seguimiento de contactos, después de que se hallaran en el mismo centro 19 positivos en la prueba de la tuberculina, lo que implica relación con la bacteria, pero no el desarrollo de su enfermedad. El suceso se aúna al revuelo que se ha generado respecto a la tuberculosis bovina y los ganaderos en Castilla y León, dos noticias que sirven para evidenciar que, dada como 'enfermedad del pasado', perdura todavía en la actualidad más próxima.

"En España, la tuberculosis sigue siendo un problema de salud pública", sentencia para EL ESPAÑOL Joan Caylá, presidente de la Unidad de Investigación en Tuberculosis de Barcelona y exjefe del Servicio de Epidemiología de la Agencia de Salud Pública de Barcelona. Según los últimos datos disponibles, en 2021, se localizaron en nuestro país 3.754 casos en humanos -151 fueron importados-.

La tuberculosis viene causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis o bacilo de Koch, conocida así por su descubridor, el alemán Robert Koch. Generalmente, ataca a los pulmones, pero también puede dañar otras partes del cuerpo. Afortunadamente, existen tratamientos para curarla, aunque la inmunización es todavía una tarea pendiente. Sólo existe una vacuna -de eficacia limitada-, aunque hay 16 nuevas candidatas en ensayos clínicos.

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Pese a los medios disponibles, sólo en 2021, hubo 10,6 millones de nuevos casos de tuberculosis en el mundo, provocando la muerte de 1,6 millones. Con estas cifras, ostenta el funesto título de ser la segunda enfermedad infecciosa más mortífera, después de la Covid-19, y la decimotercera causa de fallecimiento en el mundo.

España y Portugal, en la mira

Más de dos tercios del total mundial de estos casos se concentran en Bangladés, China, Filipinas, la India, Indonesia, Pakistán y la República Democrática del Congo. La UE, como demuestra el último informe epidemiológico disponible (2019), posee una de las tasas más bajas de incidencia, con 9,6 por 100.000 habitantes. La cifra ha ido disminuyendo con los años, sin embargo, como reconoce la unión de países, está lejos de alcanzar el objetivo de poner fin a la epidemia de tuberculosis, al menos para 2030.

En España ocurre lo mismo. Como bien aprecia Caylá, la incidencia de este problema ha ido disminuyendo con los años, pero seguimos siendo una de las naciones de la Europa Occidental con las tasas más altas (8,8, según el informe de la UE), sólo por detrás de Portugal (17,2). "Por supuesto, no tenemos el nivel de tuberculosis que había en los años de la Guerra Civil o la posguerra, pero seguimos teniendo casos, debido quizá a que los sistemas de control han sido relativamente efectivos, pero no todo lo que podrían ser", responde.

De hecho, el epidemiólogo se sorprende al otro lado del teléfono cuando se le pregunta por el suceso de Galicia. "Este caso ha sido muy mediático, pero es relativamente frecuente. En noviembre, por ejemplo, presentaremos en unas jornadas internacionales un brote de 20 casos confirmados de tuberculosis activa en el que, además, había pacientes que presentaban tuberculosis multirresistente", expone como ejemplo.

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En España, ha habido dos planes ministeriales para la prevención y el control de esta enfermedad. Uno es el Plan para la prevención y control de la tuberculosis en España, de 2007, aprobado por la Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de salud el 15 de noviembre de ese año y por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud el 18 de junio de 2008. Otro es la actualización de este mismo plan, que recibió luz verde en 2019.

Planes sí, acciones no

Para conseguir eliminar la tuberculosis, este último documento desarrolla cuatro líneas estratégicas: mejora del diagnóstico precoz de la enfermedad tuberculosa y el estudio de la infección tuberculosa latente (ITL) en los grupos de riesgo de desarrollar una tuberculosis, la vigilancia, que incluye la notificación de casos y de brotes; el estudio convencional de contactos en el 100% de los casos de tuberculosis pulmonar y pleural, y la prevención y tratamiento tanto de ITL como de la enfermedad tuberculosa.

Sin embargo, como lamenta Caylá, las vicisitudes de los años en los que se aprobaron llevaron a que los planes cayeran, como aquel que dice, en agua de borrajas. "El plan de 2008 no se llevó a cabo oficialmente, ya que la pandemia de gripe A y la crisis económica dificultaron que se hiciera", razona. Lo mismo ocurrió en 2019, esta vez por la Covid. "Dicen que no hay recursos para impulsar este programa, con lo cual no iremos muy bien", advierte el epidemiólogo.

Aparte del problema monetario, la tuberculosis juega también con varias bazas importantes a su favor. La primera es su facilidad de transmisión. Como constató una investigación presentada en 2021, durante la conferencia anual de Unión Internacional Contra la Tuberculosis y las Enfermedades Pulmonares (The Union), su principal vía de contagio son las gotas microscópicas en suspensión que se producen, incluso, con la respiración normal.

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Otra es su extensión entre animales. España es, de hecho, uno de los países más afectados por la tuberculosis bovina, que aunque no tiene nada que ver con el contagio de Galicia, sí que tiene capacidad de infectar al ser humano, lo que supone un serio problema. "A nivel animal, esta enfermedad actúa de un modo muy complejo, porque se ha demostrado que a veces el ganado se contagia a través de la fauna silvestre", indica el experto, evidenciando lo difícil que es controlar posibles brotes entre ganado.

Por último, está el retraso en el diagnóstico, que parece ser que es lo que ha ocurrido en Galicia y es lo que ha hecho que se activara tarde el protocolo, con la posible extensión del contagio por el territorio. "Hemos visto incluso a gente que acude ya a consulta cuando tiene formas muy avanzadas de la enfermedad, como hemoptisis, que es cuando se expulsa sangre por la boca procedente del aparato respiratorio", ilustra el epidemiólogo sobre esta 'misión imposible' de eliminar la enfermedad.