El investigador y experto en sueño Dario Acuña.

El investigador y experto en sueño Dario Acuña. Carmen Suárez.

Salud Sueño

El español que quiere convencer a Europa de que no hay que volver a cambiar la hora

Darío Acuña, catedrático de la Universidad de Granada, cree también que España vive en un horario que no le corresponde. 

19 enero, 2019 03:29

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Darío Acuña, catedrático de Fisiología de la Universidad de Granada, acude este lunes a convencer a un grupo de parlamentarios europeos de que no se vuelva a cambiar la hora. A que la modificación del pasado 28 de octubre, que nos puso en un horario GMT+1 como todos los inviernos, sea la última que se viva en España. Que no volvamos a escuchar la coletilla "esta noche a tres serán las dos", ni la opuesta "a las dos serán las tres". 

Acuña participa junto a otros tres expertos europeos en el seminario Discontinuar los cambios de hora estacionales en la Unión Europea, donde va cargado de argumentos y de estudios científicos. Eso sí, al preguntarle qué pasará finalmente, no lo tiene nada claro: "Eso, con la Comisión Europea, es impredecible", ríe. 

Se debate ahora la posibilidad de anular el cambio de hora en Europa pero, ¿cómo surgió esta medida?

Hace años se planteó un mecanismo de ahorro energético aumentando el número de horas de luz por el día para que eso tuviera una implicación económica importante en todo el mundo. La idea era esa, aunque nunca se había hecho ningún estudio para determinar si eso iba a implicar un ahorro energético importante o no.

¿Y qué se vio en los primeros años de implantación de la medida?

Pasan los años, pasa el tiempo y empiezan a aparecer estudios contradictorios, unos que dicen que el cambio horario dos veces al año es muy incómodo para una parte importante de la población, que causa ciertos trastornos médicos, ciertas patologías que pueden ser importantes y que además esas patologías derivan en un gasto sanitario que va a compensar o incluso puede ser mayor que el ahorro energético que se está planteando.

Darío Acuña, en la redacción de EL ESPAÑOL

Darío Acuña, en la redacción de EL ESPAÑOL Carmen Suárez.

Así que se apuntó a que este cambio horario podía afectar a la salud...

Sí. Después empiezan a hacerse ya estudios más en profundidad viendo qué tipo de trastornos produce esto, en qué tipo de población, si es una determinada o se dan en población general. Empiezan a aparecer resultados fiables de estudios científicos donde se observa que, efectivamente, hay personas que aparentemente no notan ningún cambio importante cuando hay cambio de hora -en su actividad diaria- , pero hay muchas personas que sí, que notan durante los dos tres primeros días del cambio una cierta situación. Se observan cosas como detalles como el aumento del número de infartos después del cambio horario en primavera, alteraciones de la capacidad de atención en los dos o tres primeros días del cambio, alteraciones de capacidad de reacción y todo eso es importante en determinadas empresas, donde el trabajo requiere una precisión muy significativa. Estamos hablando por ejemplo de empresas de alta tecnología donde la precisión la capacidad de atención es importante. 

¿Y esto ocurre en el cambio de hora de primavera y en el de verano?

Esto es en general. Lo que se hace en España es adelantar una hora en octubre y en primavera otra más con respecto al horario que marca el meridiano de Greenwich. 

¿Y qué pasó con respecto al ahorro energético? Porque ha dicho que la medida se puso en marcha sin que hubiera evidencia de que la medida realmente sirviera para ahorrar energía. 

Empiezan a hacerse estudios de cuál es realmente el ahorro energético que el cambio horario implica en los países europeos. Y hay estudios que concluyen con datos tan significativos como que en las mejores condiciones el ahorro energético en España podría supone una cantidad equivalente a entre seis y ocho euros al año por familia. El ahorro del que hablamos es irrisorio y eso no demuestra que el cambio horario sea importante desde el punto de vista económico. A eso se van sumando cada vez más voces que hablan de estos trastornos que están apareciendo con los cambios horarios, de la gente que no le gusta que estén cambiando el horario, sobre todo dos veces al año. 

Y Europa se empieza a preocupar

Llega un momento que la comisión europea (CE) empieza a tomar cartas en el asunto y en verano hace una encuesta pública para que toda la población pudiera responder si querían o no el cambio horario. La cantidad de personas que respondió no fue muy alta, pero mayoritariamente la gente contestó que no quiere cambio horario. Ante esto, la CE empieza a pedir informes en un sentido y otro. Y hay de todos los tipos, a favor, en contra, neutros. Pero como tiene que tomar una decisión sobre esto han convocado una reunión a la que yo asisto en la que voy a exponer cuáles son los efectos negativos para la salud. Con toda la información que tiene la CE, ahí se va a decidir después. Yo soy experto en ritmos circadianos y lo que ocurre con el cambio de hora es que cambiamos una hora nuestro ciclo de actividad reposo, o sueño vigilia.

Dice que se han presentado informes de todo tipo, ¿hay discusión sobre los efectos negativos sobre la salud?

Sí, hay gente que dice que no, pero las publicaciones científicas están ahí. Hace un mes hemos publicado un consenso internacional donde hemos participado científicos de todo el mundo, donde se habla precisamente del efecto secundario del cambio horario dos veces al año y porque se considera que ese cambio debe de eliminarse. Ha sido publicado en el European Journal of Internal Medicine. Esta es una de las cosas que voy a enseñar a la CE. Es la primera vez que se establece un consenso de porqué el cambio horario tiene efectos negativos para la salud. La ventaja de esto es que es un consenso internacional y que hablamos una serie de expertos, cada uno con su punto de vista pero todos coincidiendo en esos efectos. La biología no es una ciencia exacta, lo que proponemos aquí es que hay muchos datos que están avalando esos efectos deletéreos, negativos sobre la salud y hablamos de cuáles son.

¿Y cuáles son los principales efectos adversos?

De los más graves, los trastornos cardiacos. El cambio horario produce un aumento de estrés y las patologías tienen un ritmo circadiano, ¿por qué? Porque por la mañana cuando nos levantamos hay una serie de hormonas que pueden afectar a ese órgano en concreto que ya esté mal. En el caso del infarto, es que el corazón ya tiene problemas de antes y el cambio de hora acelera esa situación de estrés y produce un aumento de infartos. Al día siguiente y a los dos días del cambio de hora, sobre todo en primavera. Ya no estamos hablando sólo de trastornos del ánimo o de que estemos un poquito más cansados. Eso sí, en ese sentido también suceden cosas, porque el cambio horario afecta a nuestro estado emotivo, hace que tengamos menos capacidad de reacción cuando cogemos el coche y nos vamos al trabajo y está descrito que hay más accidentes de tráfico tras los cambios horarios. Es decir, que hay muchos datos. que dicen si la ventaja del cambio horario es el ahorro energético y eso no existe, ¿para qué mantenerlo?

Si la Comisión Europea decidiera abolir el cambio de hora, habría dos momentos para implantar (o dejar de implantar) la medida: dejarlo de hace después del próximo cambio, el que toca en primavera, o dejarlo de hacer ya (o después del siguiente cambio de invierno). ¿Cuál cree que sería la mejor opción?

En el caso de España, o que habría que hacer es volver a nuestro horario natural, que es GMT 0, ya que el meridiano de Greenwich pasa por Alicante. Nosotros ya de por sí vivimos con una hora más, porque vamos con el huso horario alemán. Ese cambio ya trastorna a los mecanismos que el organismo tiene para regular el sistema circadiano, lo que llamamos el reloj biológico, que es un reloj molecular que tenemos en nuestro cerebro que funciona acompañado por el fotoperiodo cambio de luz-oscuridad y que regula todas las funciones de nuestro organismo. 

Pero imagino que eso sí sería complicado. ¿Entre horario de invierno y horario de verano?

El de invierno. Este cambio de horario se hace para intentar tener más horas de luz en invierno y, si lo mantuviéramos todo el año, en primavera o verano oscurecería una hora antes. Pero la ventaja es que tendríamos más luz todo el día desde el amanecer. Así, lo que haría falta es adaptarnos a ese horario. 

¿Y cómo se consigue eso? 

Nos deberíamos acostar antes, todos los programas de televisión de prime time se tendrían que adelantar una hora y nuestro horario de sueño y vigilia se adaptaría mejor a un horario de trabajo más adecuado. Evitaríamos el trasnochar tanto, que es tan típico en España. Claro, eso solo a lo mejor no sirve de mucho, porque lo ideal es acompañar este cambio con una modificación de los horarios laborales. Por ejemplo, no tiene mucho sentido en muchos trabajos trabajar por la mañana, descansar para comer y volver a seguir trabajando hasta muy tarde. Lo lógico sería tener un horario corrido, de 7 a 5 o de 8 a 6 en horario corrido, salir cuando hay luz y así tener un montón de horas para nuestras actividades sociales. O sea, ese cambio horario debe acompañarse de un cambio en las condiciones laborales y eso se puede hacer, es cuestión de una decisión política nada más.