Shaheen Lakhan, neurólogo.

Shaheen Lakhan, neurólogo.

Nutrición

Soy neurólogo y este es el famoso alimento en España que hay que evitar para no perder la memoria

Muchos españoles sustituimos el agua en las comidas por esta bebida que se ha relacionado con un mayor riesgo de infartos en el corazón y el cerebro.

19 marzo, 2024 10:30

Seguro que has conocido a personas que dicen que "el agua es para los peces", pero no para ellos. Vamos, que no les gusta, aunque no tenga sabor. Estas personas se atizan un refresco para comer, cenar o, simplemente, hidratarse. Pero, por desgracia para ellos, la bebida más saludable sigue siendo el agua, y también la más económica y ecológica. Los refrescos, por su parte, han demostrado ser insanos: tanto los clásicos que tienen mucha azúcar, como los que utilizan edulcorantes artificiales para aportar dulzor. 

En estos azúcares y edulcorantes artificiales es donde se encuentra el problema: se han asociado con la obesidad, la diabetes y, en consecuencia, con un mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Ahora bien, beber refrescos muy a menudo también se ha relacionado con otros problemas de salud, aunque no se nombren tan frecuentemente. Uno de ellos es que afectan al cerebro y son uno de los alimentos que los neurólogos intentan evitar para sortear las enfermedades cerebrales con las que tratan a diario.

Así lo ha expresado Shaheen Lakhan, neurólogo afincado en Miami (Estados Unidos, en este artículo de prensa. "Los refrescos son uno de los peores alimentos para el cerebro debido a la alta concentración de azúcares simples, que dañan los vasos sanguíneos que proveen al cerebro. Con el tiempo, deja al cerebro sin el combustible que necesita para funcionar y conduce a demencias prematuras y accidentes cerebrovasculares. A corto plazo, el azúcar inflama el cerebro y produce irritabilidad, bajo estado de ánimo y alteraciones del sueño", repasa Lakhan.

Salud cerebral

La salud del cerebro y la del corazón están muy relacionadas: los factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares también favorecen problemas en los vasos sanguíneos que recorren el cerebro. Por esta razón, los cardiólogos y los neurólogos suelen evitar los mismos alimentos: los refrescos se han asociado con la obesidad, un mayor riesgo de padecer diabetes tipo 2 y, en el caso de los edulcorados artificialmente, daños en nuestra microbiota intestinal, tal y como resume este cardiólogo en este artículo de EL ESPAÑOL.

Los accidentes cerebrovasculares se caracterizan por una reducción o, directamente, una interrupción del suministro de sangre a una región del cerebro. Esto impide que el cerebro reciba nutrientes y oxígeno, lo que puede tener graves consecuencias. En concreto, el tejido cerebral afectado puede morir en cuestión de minutos y que se produzcan efectos como la pérdida de movimiento muscular o la dificultad para respirar. Los accidentes isquémicos que se producen en el cerebro, por tanto, comprometen las capacidades cognitivas.

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Pero, tal y como advierte Lakhan, los problemas del cerebro asociados al consumo de refrescos no sólo tienen que ver con estos accidentes. "Las dietas ricas en azúcar pueden conducir a un deterioro cognitivo que predisponga a trastornos neurodegenerativos como la enfermedad de Alzheimer", señala este otro artículo de EL ESPAÑOL. Pero, ¿por qué pueden resultar dañinos los refrescos sin azúcar si no tienen este ingrediente, ni tampoco calorías? Los expertos en nutrición han destacado dos aspectos problemáticos.

El primero de ellos es que los edulcorantes artificiales parecen afectar negativamente a la microbiota intestinal. Esta comunidad de microorganismos con la que vivimos en simbiosis ha sido relacionada en los últimos años con muchos aspectos de la salud general: desde problemas en el sistema inmunitario hasta, incluso, un mayor riesgo de padecer depresión. El segundo aspecto es que estos edulcorantes son demasiado dulces y acostumbran a nuestro paladar a este tipo de sabores, que son más frecuentes en los ultraprocesados.

Las frutas, las verduras y los demás vegetales poseen cierto dulzor de manera natural, pero quienes abusan de estas bebidas lo perciben en menor medida. Por esta razón, estos alimentos son cada vez más apartados de la dieta de estas personas con los peligros para la salud que esto conlleva. En conclusión, la bebida que deberíamos tomar más a menudo es el agua, pero también podemos combinarla con infusiones como los tés y también el café.