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    El emparedado inocente

    El sándwich mixto es uno de los inventos más sencillos y socorridos de la historia de la gastronomía. Un emparedado que se elabora con tres ingredientes (jamón cocido, pan blanco de molde, y una loncha de queso), que ha alumbrado almuerzos, meriendas y cenas de medio mundo, y que siempre ha tenido fama de inocente. Sin embargo, antes de meterte entre pecho y espalda una vez más el también llamado bikini en Cataluña, has de saber que, tras esa apariencia inofensiva se esconde una receta que se elabora con ingredientes poco (o nada) recomendables que, a largo plazo, podrían perjudicar tu salud. Así lo explicaron en una charla en 'Naukas' hace algún tiempo las farmacéuticas y divulgadoras Gemma del Caño y Marián García. Vayamos por partes.

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    Pan blanco

    Lo primero que uno necesita para poder hacer un buen sándwich mixto es el pan de molde. Aunque en el mercado hay variedades con cereales o integrales, en el bikini siempre se ha utilizado el pan blanco. Sin embargo, tal y como han advertido distintos estudios científicos, el consumo de esta variedad está relacionado con un riesgo más elevado de padecer sobrepeso u obesidad. Así se desprende, por ejemplo, de un trabajo publicado en la revista BMC Public Health por investigadores del departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Navarra. "El consumo de pan blanco (dos o más porciones al día) mostró una asociación directa significativa con el riesgo de sobrepeso u obesidad", se puede leer en sus conclusiones. 

    Según Miguel Ángel Martínez-González, catedrático de este departamento, el pan blanco es uno de los principales problemas que tenemos en la alimentación en España. "El pan blanco está compuesto fundamentalmente por almidón, un polisacárido que ha sido sometido a un proceso de fermentación y que nuestro cuerpo transforma rápidamente en azúcar. Tomar pan blanco es como comer azúcar. De hecho, si lo tienes un poco de tiempo en la boca, comienza a saber dulce", advertía el especialista en declaraciones a EL ESPAÑOL. 

    Para más inri, conviene tener mucho cuidado a la hora de tostar el pan, ya que si nos pasamos puede formarse en él un tóxico que se forma de manera natural en algunos alimentos, la acrilamida, que la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) ha calificado como "potencialmente carcinógeno".

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    El jamón de York

    El segundo ingrediente del sandwich mixto es el jamón cocido o jamón de York, un alimento que siempre ha tenido fama de saludable, que se ha utilizado en multitud de dietas de adelgazamiento porque es bajo en calorías y que, sin embargo, ni es casi jamón ni beneficia a nuestro organismo. Así, todo buen sándwich mixto cuenta con sus respectivas dos lonchas. 

    En realidad, el jamón de York como tal, según la legislación que regula los derivados cárnicos en España, no existe. Según esta norma, en el supermercado sólo podemos encontrar jamón cocido extra, jamón cocido y fiambre. Ésta última es la variedad que menos cantidad de carne incluye (alrededor de un 50% de jamón), e incluye féculas, almidones y proteínas de relleno. Por contra, el jamón cocido extra tiene entre un 80% y un 90% de carne. ¿Significa esto que se trata de un producto más sano? No. En realidad, estamos ante una variedad de carne procesada, que al igual que ocurre con las hamburguesas, las salchichas o el resto de embutidos, aumenta el riesgo de sufrir cáncer, tal y como advirtió la OMS en un sonado informe publicado en 2015.

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    Queso en lonchas

    El último ingrediente que da lustre al bikini es el queso. Sin embargo, no todo el queso que encontramos en el supermercado es queso de verdad. De hecho, los tranchetes que nos venden en el supermercado con reclamos tipo "especial para sándwich" y en cuyo envase podemos ver un jugoso emparedado no lo son. Tal y como explicamos en otro artículo en EL ESPAÑOL, conviene sospechar de todos aquellos productos que parecen queso y en los que, sin embargo, no aparece la palabra queso o la variedad en cuestión. 

    Así, muchos tranchetes suelen estar elaborados con grasas vegetales, almidón, colorantes, espesantes, sales fundentes y una ristra de ingredientes que poco o nada tienen que ver con un queso de verdad. Entonces, ¿qué ingredientes incluye un queso de toda la vida? Sólo cuatro: leche, cuajo, fermentos lácticos y sal. Nada más y nada menos. Así, si quieres disfrutar del clásico sándwich mixto, adelante, pero no creas que se trata un emparedado inocente porque no lo es.