Explicar qué son los microorganismos, cómo actúan y qué potenciales consecuencias pueden provocar puede ser realmente complicado en el caso de los niños. De hecho, ningún ser humano conocía la existencia de estas pequeñas formas de vida hasta 1675. Fue entonces cuando Antonie van Leeuwenhoek observó por primera vez lo que por entonces se bautizó como animálculos gracias al uso de microscopios de su propia creación. 

De vuelta a la actualidad, enseñar a los infantes por qué deben lavarse las manos es también es una ardua tarea para los educadores. Sin embargo, la profesora estadounidense Jaralee Annice Metcalf ha logrado explicarlo con un único experimento casero tan exitoso que ha terminado volviéndose viral.

La pedagoga hizo que sus pequeños alumnos plantasen la mano en lonchas de pan, justo en la época de gripe, para que ellos mismos pudiesen comparar qué le sucedía a las diferentes rebanadas en función de si los habían tocado tras lavarse las manos o no. Su publicación de Facebook explicando el experimento ha traspasado todas las fronteras.

Como bien comenta Jaralee en su publicación, cada uno de sus alumnos tocó su rebanada de pan bajo diversas condiciones para obtener este muestrario: 

- Una rebanada de pan tocada con las manos sucias.

- Una rebanada de pan tocada tras usar desinfectante de manos.

- Una rebanada de pan tocada tras usar agua y jabón para lavarse las manos.

- Una rebanada de pan que fue frotada sobre el teclado de un ordenador portátil.

- Una rebanada de pan que quedó sin tocar para servir de control.

Tras el experimento, guardaron el pan en bolsas de plástico durante 3 semanas y esperaron a ver qué sucedía. Como se imaginaban los profesores, el pan que no tocó nadie o "pan de control" estaba intacto, de forma muy similar a las rebanadas de pan que habían sido tocadas por niños que se habían lavado las manos con agua y jabón.

Sin embargo, las otras rebanadas de pan no corrieron la misma suerte. Por ejemplo, la rebanada de pan que fue tocada tras usar desinfectante tuvo mala suerte y un aspecto asqueroso tras el paso de las tres semanas. Por su parte, el pan tocado con las manos sucias corrió un destino fatal, y se llenó de moho, entre otras peculiares manchas grisáceas y amarillentas.

Sin embargo, el peor destino lo corrió la rebanada de pan tocada por los niños que habían usado los ordenadores portátiles, cuya tonalidad acabó siendo grisácea o incluso negruzca.

Dada la evidencia, los mismos profesores responsables de este pequeño experimento casero recuerdan en su publicación de Facebook la importancia de lavarse las manos, tanto para los adultos como para los niños. Y siempre usando agua y jabón, sin conformarse solo con el uso de desinfectante, como ya se ha podido comprobar en el caso de las rebanadas de pan.

De hecho, muchos de los comentarios recibidos elogiando el simple pero llamativo experimento hacen hincapié en la necesidad de trasladar este recordatorio a los mayores, dado que probablemente tampoco se toman la higiene de manos lo suficientemente en serio. Y así lo sugería un estudio publicado en 2018 por parte del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, el cual concluía que hasta el 97% de los adultos se lava mal las manos.

forma correcta de lavarse las manos según la OMS, como recordamos en su momento en EL ESPAÑOL, implica el uso de agua y jabón, jamás agua sola, durante al menos entre 10 y 20 segundos, a cualquier temperatura

Asimismo, un correcto lavado de manos implica la producción de espuma y el lavado de los dorsos de las manos, las zonas entre los dedos y las zonas por debajo de las uñas porque, de hecho, es justo ahí donde más microorganismos suelen acumularse.