Vista del pantano de Sau, a 22 de enero de 2024, en Barcelona.

Vista del pantano de Sau, a 22 de enero de 2024, en Barcelona. Lorena Sopêna Europa Press

Meteorología

El trienio más seco de la historia pone a Cataluña al límite: "O llueve en marzo o lo vamos a pasar mal"

Los expertos prevén que esta anomalía meteorológica se dará con mayor frecuencia, por lo que habrá que acostumbrarse a "vivir con menos agua".

2 febrero, 2024 02:39

Cataluña ha declarado la emergencia debido a la peor sequía de su historia. Las nuevas restricciones para combatir la falta de agua en la comunidad entran en vigor este viernes, afectando a seis millones de personas de las áreas de Barcelona y Girona. Unas medidas que llegan después de tres años aciagos en lo relacionado con las precipitaciones. Desde 2021, las precipitaciones medias anuales no han hecho más que descender. De hecho, los últimos tres años han sido los más secos que se recuerdan.

"La barra de 2023 es la más pequeña", destaca Ramón Pascual, delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Cataluña, mientras observa la serie de precipitaciones medias anuales en Cataluña desde 1920. Como apunta el meteorólogo, ha habido años secos, pero en ningún caso como el pasado, cuando se registró una precipitación media por debajo de los 450 milímetros (el valor medio es de 660). "Es inédito. 2023 se ha ido de escala", apostilla.

A ello hay que sumarle que 2022 y 2021 también fueron años en negativo, con 430 y 499 milímetros, respectivamente. Esta falta de lluvia ha provocado que, a fecha de 1 de febrero, las cuencas internas de Cataluña se encuentren al 15,75% de su capacidad. Una tendencia a la baja si se compara con los datos recogidos en 2014. El volumen de agua embalsada de las cuencas internas de Cataluña para entonces era del 79,2%.

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"Afortunadamente, no dependemos al 100% del agua del embalse", asegura Joaquim Farguell, profesor de Geografía de la Universidad de Barcelona, a EL ESPAÑOL. Considera, eso sí, que los avisos por sequía llegan tarde. "Los indicadores que se utilizan para el plan de gestión de sequía se basan sobre todo en el estado de las fuentes de origen del agua para el abastecimiento", explica, "sin embargo, hacía meses que las precipitaciones estaban marcando un déficit de agua".

Serie temporal PCP Cataluña

Serie temporal PCP Cataluña

La última esperanza

Farguell cree que las medidas podrían haber comenzado antes. Aunque, como añade Pascual, la sequía es un riesgo climático que aparece a escondidas. Y a tenor de lo que dicen las previsiones estacionales, no parece que vaya a desaparecer: "No veo el final de la sequía. Lo llevo diciendo desde hace tres años". Quien habla en esta ocasión es el climatólogo Javier Martín-Vide, que no descarta que en primavera se produzca un temporal que resuelva la situación. "Hay que poner las esperanzas en ella".

Farguell la califica, de hecho, como la última esperanza: "Si las lluvias no llegan hacia el mes de marzo o abril, no sólo afectará a la agricultura. La sociedad también lo va a pasar muy mal". Pascual prefiere mostrarse más cauteloso: "Es cierto que enero y febrero no son meses climatológicamente lluviosos, pero a partir de marzo podría cambiar el panorama".

Aunque observando la predicción estacional de la Aemet, que va desde febrero hasta abril, el meteorólogo no es capaz de predecir si lloverá mucho o poco en la zona de Cataluña. "Lo único que sí está más claro es que en Asturias, Galicia y el noreste de Castilla y León las precipitaciones estarán por encima de lo normal".

Los tres expertos consultados por este periódico coinciden en recordar la pertinaz sequía que vivió Cataluña en 2008. En aquella ocasión se produjo un episodio inesperado. Y es que después de más de un año sin grandes precipitaciones, se sucedieron 31 días de lluvias casi generalizadas. Esta primavera tardía evitó que la llegada de agua en barcos, pese a que estaban preparados para ello. Una posibilidad que el actual Govern de la Generalitat de Cataluña no descarta.

La directora del Servicio Meteorológico de Cataluña (SMC), Sarai Sarroca, ya advirtió que para que la región volviera a estar bajo unas condiciones normales tendría que estar lloviendo en Barcelona durante todo un año y que toda Cataluña se inundara medio metro de altura. Aunque, como señala ahora Farguell, una inundación no sólo no va a solucionar el problema, sino que también podría llegar a causar más. "Si lloviera el doble, sería fantástico. Pero por lo menos que se llegue a la media", anhela.

Los episodios de precipitaciones generalizadas en el litoral catalán están vinculados con las situaciones atmosféricas de Levante. "Han estado ausentes en estos años", apunta Pascual. Además, las temperaturas anómalas con las que ha comenzado el año provocarán que las tasas de evaporación se inicien antes. "El cambio climático también ha agravado estos problemas que ya existían de forma estructural en el Mediterráneo", añade Farguell.

Vivir con menos agua

Este especialista en hidrología y recursos hídricos entiende que nos vamos a tener que ir acostumbrando a vivir con menos agua. "La sequía cambiará de intensidad en función de los episodios de lluvia que vayamos teniendo, pero va a ser estructural".

Actualmente, Cataluña se encuentra a dos años de lo que los climatólogos han venido a llamar una megasequía. Aunque es cierto que por extensión no encajaría en este concepto. "Se dan en territorios mucho más extensos. Por ejemplo, California, la región central de Chile o Australia sí que la han experimentado", explica Martín-Vide. "La experiencia californiana demostró que la solución es aprovechar todas las gotas de agua".

Farguell entiende que el futuro pasa por aumentar el agua residual, y combinarla con las fuentes de origen natural. "Posiblemente haya que hacer inversiones en los edificios nuevos para que se pueda recoger el agua de lluvia", plantea. Este tipo de soluciones ya se pusieron sobre la mesa durante la sequía de 2008, por lo que no descarta que se pueda producir el mismo resultado que entonces: "Llovió, se acabaron los problemas y de golpe y porrazo muchas de las medidas que se iban a tomar se metieron en un cajón", sentencia.