En el contexto de la emergencia sanitaria actual y la posterior salida económica, cientos de organizaciones sociales bajo el paraguas de Fridays for Future, 2020 Rebelión por el Clima y Alianza por el Clima han convocado una manifestación el viernes 24 a las 22.00 horas -"en redes" sociales y "en balcones" debido a la vigencia del estado de alarma-, para reivindicar una vuelta a la normalidad que ponga en el centro el medio ambiente y a las personas y tenga en cuenta criterios de justicia social y climática.

Con la convicción de que cada crisis es una crisis y debe ser tratada como tal, las organizaciones convocantes apuntan que son conscientes de que no es momento de interferir en la lucha contra la pandemia ni de detraer recursos de ella y, por eso, esta convocatoria impulsada por el colectivo Fridays for Future en todo el mundo, sitúa su centro en las fachadas y las redes sociales para llamar a la reflexión y a sentar las bases para actuaciones futuras, más concretas y contundentes.



"La crisis climática sigue siendo una realidad y, pese a estar formalmente declarada desde muchas instituciones, sigue sin ser reconocida como tal por algunos dirigentes, que optan por desoír las indicaciones científicas a través de una inacción culpable", señalan los convocantes en una nota de prensa.



La manifestación, según detallan los activistas climáticos, se efectuará "a través de proyecciones de sombras y sonidos en fachadas que se reflejarán en las redes mediante fotos y vídeos".

"La humanidad se enfrenta a una emergencia climática sin precedentes en la que también es necesario actuar con la responsabilidad de proteger la vida en primer lugar. El calentamiento global es consecuencia directa del modelo de producción y consumo que arriesga la supervivencia como especie, al basarse en la explotación ilimitada de los recursos naturales, impactando de manera injusta en las poblaciones más pobres y vulnerables", añaden las organizaciones en el manifiesto.



Así, los activistas insisten en que la vuelta a la cotidianeidad se lleve a cabo con "una reducción drástica de las emisiones netas de gases de efecto invernadero" y "una consideración absolutamente prioritaria de las personas y de los colectivos vulnerables, garantizando para ellos unas condiciones de vida dignas".



Habrá que "asumir el estado de emergencia climática y, por tanto, tomar medidas ambiciosas y drásticas", zanjan los activistas climáticos. 

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