El municipio palentino de Aguilar de Campoo

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Dos de los destinos rurales más auténticos de España están en CyL: "Escapadas fuera del radar de las redes sociales"

Airbnb ha dado a conocer estos pueblos tras una nueva encuesta que revela que nueve de cada diez españoles planean explorar este tipo de lugares durante la estación otoñal, especialmente en los próximos puentes.

Más información: Estos son los pueblos más famosos de Castilla y León, según una popular plataforma de viajes

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Airbnb ha dado a conocer 10 de los destinos rurales menos conocidos en España, tras una nueva encuesta que revela que nueve de cada diez españoles planean explorar este tipo de lugares durante el otoño, especialmente en los próximos puentes, y dos de esos municipios se encuentran en Castilla y León: la localidad abulense de Arévalo y la palentina de Aguilar de Campoo.

Después de años dejando que las redes sociales marcarán sus viajes, los españoles empiezan a escapar del algoritmo. Más de la mitad (51 %) considera que los destinos populares en redes sociales están sobresaturados, un 38 % los ve demasiado caros y casi la mitad de la generación Z (47%) admite haberse sentido decepcionada tras visitar un lugar de moda.

Aunque uno de cada cuatro adultos sigue inspirándose en las redes para elegir destino, la mayoría ahora prioriza la autenticidad, la conexión local y la tranquilidad frente a los itinerarios de postal. La búsqueda de paz (52 %), naturaleza (50 %) y experiencias locales auténticas (40 %) está definiendo una nueva forma de viajar, centrada en el descubrimiento, la cultura y la sencillez. Para muchos, eso se traduce en elegir lugares menos turísticos, restaurantes sin reservas, tiendas locales recién abiertas y rincones aún fuera del radar de las redes sociales.

Con esta tendencia en mente, Airbnb ha identificado varios destinos rurales en España que no han registrado un aumento en las búsquedas para los meses de otoño e invierno, y que ofrecen escapadas tranquilas, auténticas y con encanto local en diferentes rincones del país. Entre ellos, Silleda, en Galicia, Broto y Rodellar, en Aragón, Betrén, Miravet y Maçanet de la Selva, en Cataluña, Niebla y Güéjar Sierra, en Andalucía y Arévalo y Aguilar de Campoo, en Castilla y León.

Arévalo

Arévalo despierta en otoño con campos de cereales dorados que se funden con pinares esbeltos, perfectos para paseos reflexivos bajo un sol bajo. En invierno, la nieve ligera cubre sus calles empedradas, evocando un cuento medieval. Declarada Conjunto Histórico-Artístico, esta villa fue el hogar infantil de Isabel la Católica. Su ruta isabelina guía al visitante por hitos como el Castillo de Arévalo, un baluarte del siglo XV reconvertido en silo de cereales único en el mundo, que alberga exposiciones sobre la agricultura morañega.

A dos kilómetros, la Ermita de la Lugareja representa el pináculo del románico mudéjar español, con su ábside de ladrillo y tallas góticas que susurran historias de conventos olvidados.No se puede obviar la Plaza Mayor, una de las más bellas de Castilla, con soportales que acogen tertulias y el aroma irresistible del tostón de Arévalo, cochinillo asado crujiente que calienta el alma en noches frías.

En temporada baja, explora iglesias como Santa María la Mayor o el Palacio de los Sedeño, y degusta vinos locales en bodegas centenarias. Arévalo es para quienes buscan introspección: un pueblo donde el viento del Duero lleva ecos de reyes y el silencio invita a desconectar.

Aguilar de Campoo

En el corazón de la Montaña Palentina y dentro del Geoparque de las Loras (UNESCO), Aguilar de Campoo emerge como la capital del románico norteño. Otoño tiñe sus valles de rojos y amarillos, ideal para senderismo por rutas como el Valle de Recuevas, mientras el invierno nevado transforma el Embalse de Aguilar en un espejo helado para fotografía contemplativa.

Declarada Conjunto Histórico en 1966, esta villa realenga de Alfonso X ofrece un patrimonio compacto: el Castillo de Aguilar, del siglo XII, domina desde el Aguilón con vistas panorámicas a cañones esculpidos por el agua, como Las Tuerces, donde practicar escalada o avistar aves rapaces.La Colegiata de San Miguel, con su pórtico románico tallado, y la cercana Ermita de Santa Cecilia son imprescindibles, al igual que el Monasterio de Santa María la Real en Mave, un oasis cisterciense con claustros góticos (abierto hasta diciembre).

Los parques como San Roque o La Cascajera invitan a picnics invernales, y no faltan aventuras: kayak en el embalse o cuevas prehistóricas. Gastronómicamente, destaca la tradición galletera —galletas artesanas que endulzan el frío— junto a quesos y embutidos palentinos. Aguilar es un bálsamo para el espíritu aventurero: naturaleza virgen y historia tangible, sin el bullicio de los grandes destinos.

Grupos y familias

Los grupos y las familias impulsan la demanda nacional. Más del 60% de todas las búsquedas nacionales en Airbnb en España las realizan grupos de tres o más personas o familias que viajan con niños.

Las estancias familiares son rurales. Casi el 70% de las familias en España ya están reservando estancias en zonas rurales para el invierno.

Estancias más largas, mayor impacto local. La mitad de las estancias familiares en España duran entre siete y 27 noches . Estos viajeros se encuentran entre los más valiosos para las comunidades rurales: sus viajes (más largos) se traducen en más comidas en restaurantes locales, más compras en pequeños comercios y más actividades culturales y al aire libre, lo que ayuda a sostener las economías locales durante todo el año.