El vecino del barrio de Las Delicias que el pasado día 3 de mayo se atrincheró en su domicilio y recibió a tiros a la policía ha ingresado a primera hora de esta tarde en el Centro Penitenciario de Valladolid, acusado de un delito de tentativa de homicidio, según confirmaron a Europa Press fuentes judiciales.

Desde el día de los hechos y debido a las heridas sufridas en el intercambio de disparos con los GEO, José Antonio V.G, de 83 años, había permanecido hasta la fecha ingresado en el Módulo de Presos del Hospital Clínico Universitario, custodiado por la Policía Nacional, y sin que hasta este jueves se le pudiera tomar declaración judicial, debido a que su situación médica lo impedía.

Tras tomarle declaración por videoconferencia, y una vez emitido el informe psiquiátrico, el octogenario se encuentra ya interno en el penal vallisoletano, tal y como acordó el Juzgado de Instrucción 6 de Valladolid, que debido al estado de salud del autor de los disparos y la imposibilidad de interrogarles se había visto obligado a prorrogar la detención 72 horas.

El anciano sufrió una grave herida ocasionada por un proyectil que le atravesó el bíceps de su brazo derecho, durante el intercambio de disparos registrado entre él y los GEO que puso fin al episodio que tuvo por escenario su vivienda, un ático ubicado en el número 42-44 de la calle Embajadores, en el barrio de Las Delicias.

El octogenario recibió a tiros a los funcionarios policiales que trataron de persuadirle para que depusiera su actitud, de ahí que se encuentre acusado de un delito de tentativa de homicidio.

El caso, del que se ha hecho cargo el Grupo de Homicidios de Valladolid, se inició sobre las 09.00 horas del 3 de mayo cuando José Antonio V.G, una cazador viudo y con cuatro hijos, comenzó a disparar con su escopeta desde la ventana de su domicilio, donde vivía solo.

Efectivos de la Unidad de Intervención Policial (UIP) primero y del Grupo Especial de Operaciones (GEO) después, procedentes de Guadalajara, fueron tomando posiciones, si bien fueron estos últimos los encargados de detener al varón durante un intercambio de disparos, no sin que antes un negociador de la policía vallisoletana tratara de convencerle, sin éxito, para que se entregara.