El Sindicato de Enfermería Satse en Castilla y León ha exigido medidas urgentes que erradiquen el problema de las agresiones a sanitarios en los centros de la Comunidad.

Satse se ha expresado así tras la reunión del Observatorio de las Agresiones a personal sanitario, que recoge un crecimiento de un 40,8 por ciento de las mismas con respecto al año pasado. "De nuevo, las enfermeras fueron uno de los colectivos profesionales en que más crecen estas agresiones y el que más sufre los incidentes más graves", ha asegurado el sindicato en un comunicado recogido por Europa Press.

Para SATSE, es "muy preocupante" que el 83,78 por ciento de los trabajadores sanitarios agredidos fueran mujeres (372) y que de esas 372, la mayoría fueran enfermeras, 148 (el 39,8 por ciento).

Por esto, la organización ha destacado que el colectivo de enfermería es la "puerta de entrada" al sistema sanitario y los profesionales que están al lado del paciente las 24 horas de los 365 días del año, "lo que les hace más proclives a padecer estas agresiones".

Además, ha apuntado que es un colectivo mayoritariamente femenino y en estas agresiones puede haber un sesgo de género que esté incidiendo en que se produzcan más ataques contra estas profesionales sanitarias.

Agresiones a enfermeras 

Asimismo, ha apuntado que de las 92 agresiones físicas que se han producido en 2021 sobre los trabajadores sanitarios, 42 fueron a enfermeras (casi un 46 por ciento del total), lo que dobla la cifra de 2020 (21).

"Un motivo de preocupación es, además, que la Atención Primaria es el ámbito en el que más agresiones se han producido este año", ha señalado Satse, que ha incidido en el aumento del 63,7 por ciento respecto al pasado año.

Esto, a su juicio, debe ser "una llamada de atención" a los responsables sanitarios porque la Primaria es la puerta de entrada del sistema y los problemas que la aquejan pueden estar incidiendo directamente en que aumenten las agresiones a quienes trabajan en este ámbito asistencial.

Satse Castilla y León considera que se debe poner en marcha una campaña de concienciación dirigida a la población que recuerde que los profesionales sanitarios son autoridad pública y las consecuencias que puede tener una agresión a estos trabajadores.