Tras las numerosas protestas de diferentes colectivos como los hosteleros afectados por las restricciones impuestas por la Junta de Castilla y León, el presidente Alfonso Fernández Mañueco, ha dicho sentir “muchísimo dolor, un dolor profundo”.

Incluso, ha reconocido que algunos de los que protestan a las puertas de la sede del Gobierno regional son “personas cercanas”, pero ha defendido que, en su papel de presidente, hay que tomar medidas para proteger la vida de las personas, pero también ha manifestado sentir un profundo dolor por las más de 7.000 personas que han perdido la vida en la Comunidad a causa del Covid. “Es un dolor que llevo en mi mochila y no es una mochila que a uno le guste llevar”, ha reconocido, pero “me ha tocado ser presidente” llevando este proceso con “seriedad y rigor”.

En relación a las ayudas a los sectores más afectados, el presidente ha recordado que el año pasado se pusieron en marcha dos planes de choque, dos líneas de crédito y una ayuda a la liquidez de las empresas afectadas por el coronavirus y este año ya se ha anunciado un plan de choque de 20 millones de ayudas directas dirigidas prioritariamente al sector de la hostelería, para el que ha pedido “máxima celeridad”.

Además, Mañueco ha insistido en pedir al Gobierno nacional un plan de choque de apoyo a la hostelería, “ejerciendo su labor de liderazgo” que ayude a la reestructuración del sector en todos los ámbitos.