La provincia de Palencia es la que más preocupa a la Junta de Castilla y León por su incidencia elevada a los 14 días (426 casos por cada cien mil habitantes) y su tendencia creciente, como ha reconocido la consejera de Sanidad, en su comparecencia.  

Una incidencia “altísima”, según la titular de Sanidad, que de seguir con esas cifras al alza “tomaremos decisiones” siguiendo los indicadores de riesgo. De hecho, ha señalado como posible medida para tratar de frenar el avance del coronavirus el cierre de la hostelería de interior. Relajar medidas en la hostelería, ha apuntado, fue una medida que se tomó a la luz de los indicadores, “pero si se revierte, habrá que revertir las medidas”, según Verónica Casado.

La consejera ha explicado que, desde primeros de diciembre, se ha ralentizado el descenso de contagios e incluso ha advertido de que podríamos llegamos a un valle analizando el gráfico de la situación epidemiológica.