El drag es un arte ligado al entretenimiento que ha adquirido una gran notoriedad en los últimos años. Tanto, que no solo ha logrado ganarse el respeto y la aceptación de una gran parte de la sociedad, sino también llegar a los teatros, al cine e incluso a la televisión. 

Hoy este sector cuenta con numerosas estrellas del momento que han logrado cautivar a la gente y hacerse su propio hueco dentro del mundo de la fama. Sin embargo, el mundo drag también ha dejado iconos y viejas glorias que todavía siguen siendo recordadas por sus peculiares caracterizaciones, sus llamativas formas de ser o actuar y también por haber protagonizado grandes hitos que, pese a haber ocurrido hace años, nunca han pasado desapercibidos. 

Es el caso de la vallisoletana natural de La Victoria, Deborah Ombres, una drag queen convertida en la primera presentadora drag de la televisión en España tras la que se encuentra Javier Díaz Blanco. En su día llegó a ser la drag queen más reclamada a nivel nacional y hoy, casualmente, está celebrando su 48 cumpleaños. 

Imagen de archivo de Deborah Ombres Guille Chipironet Deborah Ombres / Facebook

El salto a la fama de este personaje tan simpático, sin ningún tipo de pudor, ni pelos en la lengua, que convirtió unos guantes negros de cuero en su principal seña de identidad, se remonta al año 2001, cuando Deborah Ombres apareció por primera vez en la pequeña pantalla de la mano del programa MTV Hot, en el que se dedicaba a analizar y opinar sobre los cantantes y 'celebrities' del momento, después de estudiar arte dramático y de curtirse como drag queen entre su tierra natal y la capital. 

Tras ello llegó el programa Deborah y el Sexo, así como su salto a Antena 3 como tertuliana de La selva de los famosos. Sin embargo, lo que realmente le hizo darse a conocer en todos los rincones del país fue su participación en el mítico programa de Telecinco Caiga quien caiga, donde ejerció de reportera dicharachera consiguiendo que su nombre empezase a sonar con fuerza tanto en la crónica social como en las casas de los miles de espectadores que seguían cada emisión del programa. 

Caiga quien caiga supuso su lanzamiento al estrellato y también que se le empezaran a abrir puertas que ni siquiera ella pensaba que algún día llegaría a cruzar. Pero así fue y empezó a vivir en una dualidad constante que le resultó absolutamente rentable. 

Entonces vino su traslado a Cuatro para presentar Rompecorazones hasta 2006; así como su incursión en el sector literario en 2005 de la mano de un libro autobiográfico titulado '¿A cuántos sapos hay que besar para encontrar un príncipe?', en el que habló por primera vez de sus experiencias sexuales y amorosas; y su etapa en Pink TV, un programa creado por ella para la televisión local Canal 53 Madrid en el que trabajó de 2007 a 2009. Todo ello, compaginado con la representación de su espectáculo drag 'Mamá, quiero ser artista', con el que llegó a estar siete años de gira, desde el 2002 al 2009. 

Probablemente esta fuese su época de máximo esplendor, pero de pronto, Deborah Ombres desapareció tras finalizar la gira de la representación teatral 'Tonta ella, tonto él' junto a Canco Rodríguez y Cristina Urgel, y después de publicar en 2010 un segundo libro titulado 'Conectando con el sol', donde llegó a desnudarse física y emocionalmente. El teléfono ya no sonaba como antes. Pero ¿qué ha sido de ella en todo este tiempo? 

Deborah Ombres en una sesión de fotos Deborah Ombres Facebook

Poco ha sido lo que se ha sabido de Deborah desde entonces, y mucho menos aún de su vida más personal, la cual siempre ha mantenido en un discreto segundo plano. Pero lo que sí ha trascendido es que tras la publicación de este segundo libro la vallisoletana decidió dar un giro radical a su vida y mudarse a Saarbrücken, una ciudad muy pequeña de Alemania en la que, completamente alejada de la fama y la televisión, se dedicó a buscarse la vida fregando platos, entre otros trabajos, al tiempo que iba aprendiendo el idioma oficial y realizaba alguna actuación puntual. 

Tras una temporada en suelo alemán, Deborah puso rumbo a Londres, donde, según ha confesado, ha vivido una de las etapas más bonitas de su vida. Allí pasó una larga temporada en la que incluso trabajó de cajera en un Zara, aunque también como invitada especial a numerosas fiestas, algo que compaginó con su firme defensa del colectivo LGTBIQ+ y pequeños espectáculos como Deborah Ombres.

Sin embargo, terminó regresando a España para presentar Reinas, una adaptación del mítico formato RuPaul`s Drag Race del que grabó una especie de 'teaser' para promocionar el formato en televisión, pese a que finalmente el proyecto no llegó a nada.

Deborah Ombres en una imagen de redes sociales @deborah__ombres Twitter

Así, después de dos años viviendo en Madrid, Deborah se asentó en Valladolid, su tierra natal, donde vive y trabaja feliz y tranquila, pero alejada de las cámaras, para la desgracia de todos aquellos seguidores que todavía esperan volver a verla en la pequeña pantalla.

Si bien es cierto que desde su desaparición mediática en 2010 sí ha protagonizado alguna reaparición puntual, como en los eventos del día del Orgullo en Madrid entre 2011 y 2016, y aquella que tuvo lugar en 2017 y que estuvo motivada por su papel de embajadora del World Pide de Madrid en Nueva York, donde presentó varios de los eventos que acontecieron ese mismo año en la capital. 

En esa época, Deborah también interpretó diferentes espectáculos, participó en varios eventos como el Miss Drag Pride o el Barcelona Drag Race, y formó parte del programa Spain calling, Aloha Edition de TVE, previo al Festival de Eurovisión. Pero desde entonces, ni rastro de Deborah Ombres, ni de Javier Díaz Blanco.