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Entrevista | "Siguen viniendo a urgencias jóvenes borrachos con intoxicaciones etílicas a las 4 de la mañana. Se ha perdido el miedo al Covid"

28 febrero, 2021 09:15

El doctor Agustín Gómez es médico adjunto en Urgencias del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca (CAUSA). Su experiencia en este Servicio es amplia, comenzó en 2001 con los MIR en el propio Hospital de Salamanca y duró hasta 204. Después estuvo 4 meses destinado en Medina del Campo para regresar a Salamanca, donde lleva ejerciendo la profesión hasta la fecha actual, es decir, más de 16 años. 

El doctor Gómez ha sufrido, como él mismo explica en esta entrevista con NOTICIASCYL, los efectos del Covid en su propia salud y en la de su familia. Por sus manos pasan muchos de los ingresos por infección del virus, por lo que es conocedor, en primera mano, de esta preocupante situación de pandemia. Además, indica, ya está vacunado por su situación profesional de vulnerabilidad al estar en primera línea sanitaria. 

P.- Doctor, ¿cuál es la situación actual en Urgencias motivada por el Covid-19?

R.- Lo que vemos es que no encontramos el final. Es lo que más incertidumbre nos produce. A nosotros, al principio, nos parecía que iba a ser una sola temporada, pero este año va a ser otro igual que el anterior, otro año perdido, y no sabemos si la vacuna realmente va a ser efectiva con las nuevas cepas. Ese es el problema que tenemos, por lo cual hay mucho cansancio psicológico y físico en el servicio.

En el Servicio de Urgencias, ante la incertidumbre con las nuevas cepas, tenemos mucho cansancio psicológico y físico.


P.- ¿Qué media de enfermos de Covid-19 puede entrar diariamente en Urgencias?

R.- La entrada de enfermos va con las famosas oleadas. Es decir, en diciembre, por ejemplo, hubo una media de cinco ingresos Covid por día, y hemos pasado a tener en enero a más de 40. El otro día estuve en servicio Covid y fueron diez ingresos. El problema es que aunque baje la proporción de pacientes que acuden con Covid, la gente no ve la situación mala de los enfermos en UCI. Creo que tendrían que ver en qué situación se encuentran y, a mayores, los enfermos que mueren. Los ciudadanos deberían tener conciencia de esta situación.

P.- ¿Doctor, con qué síntomas se presentan en urgencias?

R.- Fundamentalmente con tos, disnea y fiebre. Y luego, falta de apetito, alteración del gusto o alteración del olfato, son los síntomas fundamentales, aunque también hay algunos que entran con dolores abdominales, como gastroenteritis y demás.

P.- ¿Se nota ya el efecto de la vacunación?

R.- Todavía no. No hemos notado nada hasta el momento. Yo también me vacuné con  la segunda dosis hace quince días, con lo cual es muy pronto para ver los resultados. Hay que hacer la vacunación masiva para detectar ese efecto. El hospital acaba de vacunarse entero. Los últimos creo que se han vacunado hace quince días,

P.- ¿El servicio médico más expuesto a la pandemia, tiene esperanza con la vacuna?

R.- Sí, esperemos que sí. Pero hay mucha incertidumbre por las cepas. Ahora hay otra variante nueva que parte de Brasil, además están la australiana y la británica, no sabemos qué pasará. El virus muta y la vacuna tiene que surtir efecto para combatir las diversas cepas. Ahora es lo que tenemos y debemos tener esperanza, por tanto hay que tirar para adelante con lo que existe hasta el momento.

P.- ¿Qué tratamiento se da a una persona que llega a Urgencias enferma de Covid?

R.- Fundamentalmente lo que decimos es que se aísle. El tratamiento, fundamentalmente, tiene que ver con un proceso inflamatorio y también con coagulantes. Pero lo lo fundamental es que se aísle. Luego se le puede tratar con corticoides y heparina, porque también se está viendo, no sólo con la infección Covid, sino la patología post Covid, que es mucho más que un solo tipo de patología.

Estamos en una fase de descenso de la ola en cuanto a urgencias por Covid, pero aumentan, por contra, los pacientes que acuden con otras patologías.

P.- El problema en el Servicio de Urgencias, supongo, es que a los enfermos de Covid se suman también los enfermos que acuden con otras patologías.

R.- Normalmente en el Servicio de Urgencias tenemos un número de pacientes que entran por diversas patologías, cuando hay mucho Covid, ese porcentaje baja y aumenta el Covid. Es lo que está ocurriendo ahora, que está bajando el ingreso de enfermos Covid. Estamos en una fase de descenso de la ola, pues evidentemente aumenta la patología no Covid, con lo cual es siempre más o menos la misma. La única diferencia es que, hasta ahora, teníamos Virgen Vega, Béjar y Clínico con puertas abiertas. Pero ahora mismo hay otra puerta más, que es el circuito Covid, que es totalmente independiente.

P.- ¿Es cierto que se están dejando, como de lado, a otras patologías por la 'invasión' Covid?

R.- En marzo del pasado año sí, se bloqueó todo el sistema sanitario. Las patologías de otras especialidades no se atendían. Por contra, en esta última ola, se ha intentado mantener este tipo de patologías, pero en marzo hubo muchas descompensaciones sobre todo por la gente mayor. Se quedaron en casa con sus dolencias cardíacas o con otras patológicas. Se han muerto por no venir.

P.- Los medios de comunicación siempre estamos informando, como también hacen sindicatos, colectivos médicos, de enfermería, de que falta personal sanitario.

R.- Yo creo que no es que falte personal, es que no hay dinero, que son dos cosas muy distintas. El problema de que no hay médicos es porque, me consta, no se hacen contratos, o si se hacen son precarios. No es un problema de que no haya médicos, es un problema, bajo mi punto de vista, de presupuesto por falta de dinero. Es un problema económico no contratar, porque si se contrata por dos años en vez de por seis meses, pues los profesionales se quedan.


P.- Usted ha estado infectado de Covid-19.

R.- Sí, dos veces, en septiembre y en noviembre.

P.- ¿Conoce dónde o cómo se contagió?

R.- La primera vez sí, pienso que fue en una guardia que tuve en la que se contagiaron dos compañeros y yo me hice la prueba, estaba sintomático y di positivo. Esto fue en septiembre. Estuve tres días y medio aislado, asintomático, y en casa encerrado y se infectaron dos de mis hijos, de los cuatro que tengo, el mayor y la pequeña, que son los que más se parecen genéticamente a mí. Mi mujer tuvo síntomas, pero la PCR siempre fue negativa. La segunda vez ha sido mi mujer, que también es médico, que se encontraba mala. No sabemos como habrá sido esta segunda vez si ella a mí o yo a ella. Pero creo que fue ella en una guardia en Ciudad Rodrigo donde hubo un brote muy grande. Mi mujer estuvo allí de guardia y creemos que se contagió.

Me contagié dos veces. Una en septiembre y contagié a dos de mis hijos. La otra fue en noviembre y creemos que fue mi mujer, que también es médico, que se infectó en un brote muy grande en una guardia en Ciudad Rodrigo

P.- ¿También se han infectado la segunda vez los niños? 

R.- Ellos no. Los cuatro dieron negativo, mientras que la primera vez solamente dos. Y lo pasaron normal. Los niños lo pasan sin síntomas.

P.- ¿Cómo pasó usted la enfermedad?

R.- La segunda vez padecí una pericarditis, una infección del pericardio, la membrana que envuelve al corazón. No tuve que ingresar pero sí guardar reposo en casa. Y mi mujer también tuvo la misma patología. Estuvimos 10 días recluidos hasta curarnos.

P.- ¿Cuál ha sido el volumen de infectados en el personal sanitario del CAUSA?

R.- Vamos por la mitad de infectados del servicio, somos unos 40 adjuntos de los que creo que 20 o así nos hemos infectado. Solo han ingresado dos compañeros con neumonías y luego también han tenido hospitalización enfermeras.

P.- ¿No cree que se ha banalizado demasiado ya la pandemia, que la gente le ha perdido el miedo al Covid, sobre todo en el colectivo joven?

R.- Está clarísimo. La gente tenía muchísimo miedo y respeto en la primera ola. Lo que no entendemos los médicos, por ejemplo, es por qué si hay accidentes de tráfico sacan las imágenes para que la gente se conciencie. Entonces, por qué no sasar a los enfermos en la UCI para que vean la mala situación de los mismos, y, de esta forma, evitar que la gente siga diviertiéndose y que deje de banalizar la pandemia.

P.- ¿A su entender, tienen culpa los bares?

R.- Los bares no tienen culpa con las terrazas. Yo creo que es una cosa que está bien si se organiza adecuadamente, porque la economía tiene que salir adelante, lo único que hay que hacer es organizarlo bien y aumentar las sanciones. Salamanca es una ciudad estudiantil, se han hecho y hacen muchísimas fiestas en casas. Quizás es mejor dejarlos en una terraza que les estás vigilando en la calle antes que meterlos a todos en casa para organizar esas fiestas. 


P.- ¿Se nota de alguna manera la celebración de fiestas en Urgencias del Hospital?

R.- Se siguen realizando fiestas porque continúa viniendo gente joven borracha a las 4 de la mañana con intoxicaciones etílicas. Y esa gente se ha intoxicado en cuarentena sabiendo que a partir de las 10 de la noche hay toque de queda. La pregunta es qué acontece cuando llega el toque de queda. Es entonces cuando viene el problema. Ahí se nota que la gente le pierde el miedo al Covid.

Los bares no tienen la culpa con sus terrazas. Es una cosa que está bien si se organiza adecuadamente, porque la economía tiene que salir adelante.

P.- Después del cansancio que supone esta pandemia en el Servicio de Urgencias, ¿hay esperanza?

R.- Esperanza siempre hay a pesar del cansancio. 

P.- ¿Esperanza para cuándo? 

R.- Ese es el problema. Esperemos que si se hace la vacunación masiva, que baje la incidencia de contagios y, con precauciones, podamos tener una vida, entre comillas, normal. Es lo que esperamos. Creo que la vida, como la veíamos antes, no será, de momento.

P.- Doctor, llama la atención la epidemia de la gripe este año. 

R.- Es que no hay gripe esta temporada. En urgencias no nos hemos encontrado con casos de gripe, como otros años por esta época, hasta las bronquitis y las infecciones respiratorias se han notado a la baja casi totalmente. A la gente se la ha vacunado masivamente contra la gripe y luego las restricciones en la movilidad y las mascarillas. La explicación está, principalmente, en el uso obligatorio de las mascarillas. Si hubiéramos llevado antes mascarillas había sido una buena solución para hacer frente al virus, como ahora con la gripe. Pero si a la gente se le hubiera pedido ir con mascarilla no lo habría hecho casi nadie. En fin.