Val Kilmer. Gtres
Experto en sectas habla sobre la muerte de Val Kilmer: "La Ciencia Cristiana tuvo mucho que ver en su forma de afrontar el cáncer"
"Rezar ha sido mi tratamiento contra el cáncer": esto aseguraba el mítico actor en su última autobiografía.
Más información: La cruda historia de Val Kilmer, el actor que murió creyendo en la ciencia cristiana y enterró a su hermano con solo 15 años
El pasado 2 de abril fallecía el mítico actor Val Kilmer a los 65 años. Ahora la autopsia ha confirmado que falleció a causa de una neumonía y "otras causas subyacentes".
En concreto, su certificado indica que sufría "una insuficiencia respiratoria hipoxémica aguda, insuficiencia respiratoria crónica y carcinoma escamocelular en la base de la lengua", según apunta TMZ. Todo ello relacionado con el cáncer de garganta, que le fue diagnosticado en 2014.
Sobre su grave enfermedad, el propio intérprete de Batman aseguraba años atrás que "rezar ha sido mi tratamiento contra el cáncer". Una sorprendente afirmación tras la que, el experto en sectas Luis Santamaría, asegura que se esconde la organización religiosa Ciencia Cristiana.
Así lo explicaba hace unos días a través de sus redes sociales, donde señalaba que el intérprete de 'Iceman' en Top Gun "fue víctima de una secta, la Ciencia Cristiana, que tuvo mucho que ver en su forma de afrontar el cáncer".
Y remitía a uno de sus artículos, escrito en 2020, el miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas indicaba que se esconde una problemática con raíces en una doctrina sectaria.
Santamaría explicaba que Val Kilmer pertenecía desde su infancia a la Iglesia de la Ciencia Cristiana, una organización nacida en Estados Unidos a finales del siglo XIX que promueve la curación espiritual a través de la oración y rechaza los tratamientos médicos.
En su autobiografía 'I'm Your Huckleberry', el actor relata cómo afrontó su enfermedad desde esta perspectiva, negando incluso públicamente que tuviera cáncer durante años. Aun así, finalmente accedió a recibir quimioterapia, radioterapia y diversas intervenciones quirúrgicas gracias a la insistencia de sus hijos.
Pese a ello, quien diera vida en la pantalla a Jim Morrison, continuó defendiendo que fue la oración la que le salvó la vida, y se muestra crítico con la medicina convencional. "Muchas personas han muerto por lo que sea que fuera la medicina moderna", llegó a afirmar.
Santamaría alerta que este tipo de mensajes, que pueden parecer "inspiradores" o simplemente anecdóticos, en realidad son representativos de un movimiento que ha causado "víctimas reales" por su rechazo a los tratamientos médicos.
Origen
La Iglesia de la Ciencia Cristiana, fundada por Mary Baker Eddy, basa su doctrina en la interpretación espiritual de la Biblia, sostenida en su libro Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras.
Eddy aseguraba que la verdadera sanación venía exclusivamente de Dios, y que enfermedades como el cáncer podían curarse mediante una correcta comprensión espiritual, sin necesidad de intervención médica.
A lo largo de su historia, esta secta ha sido objeto de denuncias por casos de muertes "evitables", especialmente entre menores, a quienes "se negó atención médica adecuada en favor de 'practicistas' de la Ciencia Cristiana", aseguraba Santamaría.
En su artículo recordaba el caso del pequeño Matthew Swan, que falleció en 1977 tras haber sido tratado únicamente por miembros de la secta, sin intervención médica hasta que fue demasiado tarde.
Su madre, Rita Swan, fundó posteriormente una organización para prevenir más muertes como la de su hijo y denunció públicamente las prácticas de la Ciencia Cristiana.
Según el experto en sectas, actualmente, esta organización "vive un declive", ya que de los cerca de medio millón de miembros que tenía en los años 70, el número se ha reducido significativamente.
Aun así, Santamaría señala que mantiene su estructura organizativa y presencia internacional, con publicaciones como The Christian Science Monitor, que celebró la autobiografía de Kilmer como un ejemplo de fe.
Luis Santamaría insiste en que no se debe confundir este tipo de doctrinas con la verdadera fe cristiana. "Desde una perspectiva cristiana auténtica, la fe y la razón no están reñidas", señala.
Y por ello recuerda las palabras de San Juan Pablo II, quien comparaba ambas con las "dos alas con las cuales el espíritu humano se eleva hacia la contemplación de la verdad".
La confianza en Dios, afirma Santamaría, no debe excluir el "uso responsable" de los avances médicos, e insta a que se aprovechen "todos los avances de las ciencias que ayuden al ser humano".