Vista de Toro
El precioso pueblo medieval a orillas del Duero perfecto para descubrir en Semana Santa: es de las más antiguas de España
Una de sus más insignes procesiones dura nada menos que nueve horas y la emoción embarga al municipio.
Más información: Itinerarios de la Semana Santa de Zamora 2025: procesiones y horarios
La ciudad de Toro es un destino donde la historia, el fervor religioso y la cultura se entrelazan en cada rincón. Conocida por su impresionante patrimonio sacro, Toro vive con intensidad su Semana Santa, una celebración de raíces centenarias que no deja indiferente a quienes la visitan.
Documentada ya en el siglo XV, esta Semana Santa es una de las más antiguas de España. Refleja el orgullo y la devoción de los toresanos, transmitida de generación en generación. Desde la creación de la Hermandad Penitencial de la Vera Cruz, ha evolucionado sin perder su esencia.
Fundada con la influencia de la orden franciscana, esta hermandad organizaba procesiones donde los cofrades de Disciplina se flagelaban en público, mientras los de Luz portaban cirios para iluminar el camino.
Con la prohibición de estas prácticas en 1777 por Carlos III, la Semana Santa experimentó cambios y el protagonismo pasó a la imaginería, con pasos procesionales que aún hoy desfilan por las calles de Toro.
Vivir la Semana Santa de Toro es una experiencia sensorial. La vista se llena con la imagen de nazarenos y penitentes recorriendo las calles en un mar de luces y colores. El oído se estremece con los tambores destemplados y las marchas procesionales.
El olfato se impregna con el aroma del incienso y la cera derretida. El gusto se deleita con las tradicionales sopas de ajo y el bacalao al ajo arriero. El tacto se encuentra en la frialdad de las tallas sagradas y la calidez de la devoción popular.
Una de las procesiones más largas de España
Aunque quizá uno de los momentos más importantes es el recorrido de Jesús Nazareno y Ánimas de la Campanilla. No en vano se trata de una de las de las procesiones más largas de España, y que se celebra en la madrugada del Viernes Santo.
Este recorrido suele extenderse durante aproximadamente 8 a 9 horas. Normalmente inicia muy temprano (alrededor de las 6.00 horas, coincidiendo con el sermón del Mandato) y, tras una pausa intermedia, que permite retomar el recorrido a las 11.00 horas, finaliza aproximadamente a las 14.30 horas en la iglesia de Santa Catalina.
Además, uno de los actos más singulares es la bendición de los 'Conqueros' o 'Cagalentejas'. En esta ceremonia, los cofrades juran silencio mientras portan la conca para catar vino.
Bendición de los Conqueros de Toro Ical
La cofradía de Jesús Nazareno y Ánimas de la Campanilla es una de las más emblemáticas de la Semana Santa de Toro y fue declarada de Interés Turístico Regional. Su origen se remonta a la fusión de dos cofradías históricas: la del Dulce Nombre de Jesús (identificada por su túnica morada) y la de Nuestra Señora de la Concepción y La Luz (con túnica negra), cuya fundación data de 1502.
El fatídico incendio de 1957
A lo largo de los siglos, esta cofradía ha enfrentado numerosas adversidades, pero ninguna tan devastadora como el incendio ocurrido el 13 de abril de 1957 en la iglesia de Santa María de Roncesvalles y Santa Catalina. Aquel día, las llamas consumieron gran parte del patrimonio procesional, marcando para siempre la historia de la hermandad.
Entre las pérdidas más dolorosas se encontraban siete valiosas tallas procesionales, destacando el Nazareno de Antonio Tomé y la Soledad de Felipe de Espinabete. La magnitud de la tragedia conmocionó a toda España. Bomberos de Zamora y Valladolid acudieron en auxilio, pero cuando lograron acceder al interior, todo había quedado reducido a cenizas.
Procesión de Jesús Nazareno y Ánimas de la Campanilla en Toro Ical
Las crónicas narran que aquella tarde de abril, cálida y apacible, se vio interrumpida por el estridente tañido de las campanas. Primero los vecinos, luego la ciudad entera, vieron con angustia la densa columna de humo que emergía de Santa Catalina. Con los escasos medios de la época (cubos de agua y rudimentarias mangueras) intentaron sofocar el fuego sin éxito.
Según la versión oficial, las llamas se habrían originado tras la misa matutina, cuando unas velas prendieron los paños de la Pasión que cubrían altares y sagrarios, propagando el incendio hasta la techumbre de madera y devorando todo a su paso.
El siniestro ocurrió en plena Semana Santa, justo la tarde del Sábado de Pasión, lo que amplificó su impacto. La procesión del Viernes Santo de aquel año fue la más austera y emotiva que se recuerda: solo desfiló la imagen del Ecce Homo, mientras que en lugar del Nazareno, los cofrades portaron una gran cruz de madera improvisada con postes del tendido eléctrico.
Auténtica imagen de un paso de Semana Santa en Toro, 'Jesús Amarrado a la Columna'
La tristeza, la rabia y la determinación por reconstruir lo perdido impregnaban cada paso de la procesión. Así que con esa misma voluntad de resurgir, apenas una semana después de la tragedia, se creó una comisión para convocar un concurso nacional con el objetivo de reponer las imágenes de Jesús Nazareno y la Virgen de la Soledad.
Un año después, la procesión partió desde la iglesia de San Julián de los Caballeros con nuevas tallas: La Oración del Huerto, la Flagelación, el Ecce Homo, la Verónica, y, como símbolo de resiliencia y devoción, las recién estrenadas imágenes de Jesús Nazareno y la Virgen de la Soledad.
Otros actos destacados
También es digna de ver en Toro la procesión de Nuestra Señora de los Dolores el Viernes de Dolores, la Bendición de los Ramos y la Procesión de la Borriquilla el Domingo de Ramos.
Otros actos destacados son el Miserere y la Procesión del Santísimo Cristo del Amparo el Lunes Santo, el Traslado en Procesión del Santo Ecce-Homo el Martes Santo y el Acto de Besapiés al Santísimo Cristo el Jueves Santo.
La participación de los toresanos, clave del éxito de su Semana Santa
El Viernes Santo se viven momentos de gran emoción con el Sermón del Mandato, la Procesión Oficial de Jesús Muerto, el Sermón del Desenclavo y la Vela del Jesús Yacente. El Sábado Santo se celebra la Vela a la Santísima Virgen de la Soledad, el Rosario de lectura y la Procesión de la Soledad. La Semana Santa concluye el Domingo de Resurrección con la Procesión de Jesús Resucitado.
Cultura, historia y gastronomía
Portada de La Majestad de la Colegiata de Santa María la Mayor, bellamente policromada
Aunque Toro es mucho más que su Semana Santa. Declarada Conjunto Histórico-Artístico, la ciudad ofrece un recorrido por su historia a través de la Colegiata de Santa María, joya del románico del siglo XII. Sus monasterios, conventos, iglesias de influencia mudéjar y palacios señoriales cuentan historias de un pasado esplendoroso.
Desde el mirador de El Espolón, el viajero se asoma al valle del Duero, una vista inolvidable. Y si algo complementa la experiencia en Toro es su gastronomía. Embutidos, quesos, pan tradicional y, por supuesto, el vino con Denominación de Origen Toro, el mismo que acompañó a los primeros viajeros a América y que hoy sigue siendo un referente enológico.
Visitar Toro en Semana Santa es adentrarse en siglos de historia, sentir la pasión de su pueblo y maravillarse con una tradición que sigue viva. Ya sea por devoción, interés cultural o simplemente por disfrutar de la belleza de sus calles y su gastronomía, esta ciudad castellana es un destino imprescindible para todo amante del turismo con alma y raíces.