Josune en su Clínica de Medina del Campo
Josune (35) y el arte de conciliar siendo autónoma y madre: "He trabajado muy duro 60 horas semanales durante años"
“Llegué a perder ocho kilos durante un verano”, confiesa la fisioterapeuta en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León.
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En el año 2024, en España, había más de 1,2 millones de mujeres afiliadas al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), siendo el grupo de edad con mayor presencia el que iba entre los 45 y los 49 años con más de 195.000 personas.
Un informe de ATA (Asociación de Trabajadores Autónomos), del año 2023, apunta que las mujeres “encuentran más dificultades en el mundo del trabajo autónomo que los hombres”.
Josune De Cáceres Pérez es una mujer de 35 años, que nació y vive en la localidad vallisoletana de Medina del Campo. Nos cuenta sus peripecias, y lo que ha tenido que pasar a lo largo de estos años, para trabajar y atender a sus dos hijos.
Fisioterapeuta de profesión, cuenta con una Clínica en la Villa de las Ferias, donde ejerce su profesión. Amante del deporte, cuando puede por falta de tiempo, cuenta su historia y todos los problemas que se ha encontrado a lo largo de estos años, en esta entrevista con EL ESPAÑOL de Castilla y León.
El mundo de la fisioterapia y Josune
“Me defino como una persona muy activa y trabajadora que intenta ejercer su profesión de la mejor manera posible y dando el mejor servicio. También me encanta viajar, cuando se puede y tengo tiempo”, asegura la medinense en declaraciones a este periódico.
Nuestra protagonista siempre quiso ser esteticista para poder trabajar con su madre. De hecho, lo llegó a estudiar, pero comprobó que “no le motivaba”. A ella le llamaba más la atención “ayudar a los demás” por lo que apostó por estudiar la profesión sanitaria de fisioterapia.
“Empecé en una clínica en Arévalo, allá por el año 2017 mientras montaba mi propia consulta de fisioterapia. Aprendí mucho de mis compañeros y me llevé un recuerdo superespecial de mi paso por allí. De hecho, aun habiendo montado mi negocio, no fui capaz de dejar la clínica abulense hasta el 2024, embarazada ya de mi segundo bebé. Compaginar ese trabajo junto con mi clínica me suponía trabajar 60 horas semanales. En un verano, llegué a perder ocho kilos”, asegura.
A finales del 2023 empezó a ampliar su clínica de fisioterapia en Medina del Campo, que está en la Plaza Mayor de Medina, y cuenta, además, con la ayuda de una logopeda y una nutricionista.
Josune en su clínica
60 horas semanales
“He trabajado muy duro 60 horas semanales durante años. 12 horas al día. Ahora tengo dos pequeños de cuatro y un año y se hace muy complicado compaginar vida laboral y familiar”, señala.
La fisioterapia es muy bonita, pero también una “profesión muy esclava” con muchas horas de atención a pacientes en clínica a lo que hay que sumar hacer informes, facturas, organizar agendas, pedidos, limpiar y además, formación continuada.
“Cuando tuve a mi hijo mayor, paré un poco por maternidad, pero, enseguida volví a la rutina de exceso de horas y dependía de estar dejando al niño con familiares continuamente para poder atender a pacientes. Era una locura. Cuando tuve a mi segunda hija cambié el chip. El exceso de trabajo no era bueno para disfrutar de mis pequeños”, añade.
Disfrutar y no solo trabajar y el dolor crónico
“Quería disfrutar y no solo trabajar. El exceso de trabajo repercute negativamente en nuestras vidas. Yo, apuesto por eliminar las jornadas partidas que, al final, te imposibilitan poder estar con tus pequeños”, asegura.
Josune apuesta por “seguir mejorando sus horarios” y, también, su “calidad de vida”. Ahora, al menos tres días a la semana, hace turno continuo de mañana y algún día de partido, lo que ha provocado que pueda mejorar en su día a día.
“Trabajo con personas con enfermedades neurológicas y, también, con pacientes con dolor crónico. Me gusta escuchar a los pacientes y ayudarlos en todo lo posible”, explica.
Señala, además, hablando de los pacientes con dolor crónico, que el número “está aumentando exageradamente” y que “recibe pacientes que pasan por muchos médicos y diagnósticos diferentes”.
“Son pacientes que han dejado de hacer su vida y que vienen hipermedicados. Me gusta conseguir que esas personas vuelvan a su vida anterior y dejen de tener miedo a moverse o a las lesiones. Que recuperen sus aficiones y el dolor deje de ser el protagonista de sus vidas”, apunta.
Una mujer que, cuando fue madre, modificó sus hábitos, tras trabajar durante más de 60 horas muchos años para disfrutar de sus pequeños.