La exministra de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, junto a una imagen del colegio La Enseñanza

La exministra de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, junto a una imagen del colegio La Enseñanza Leticia Pérez - ICAL / Colegio La Enseñanza

Valladolid

El colegio de Valladolid donde estudió la exministra Isabel García Tejerina: 145 años de historia, concertado y religioso

Un centro bilingüe en el que la extitular de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente estudió 12 años, sintió como su "casa" y en el que aprendió "a vivir" y a ser "mejor persona".

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Han pasado varios años y también varias legislaturas desde que desapareció del primer plano político. Sin embargo, hoy sigue siendo recordada como lo que fue, ministra de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente del Gobierno de España entre 2014 y 2018 durante el mandato de Mariano Rajoy.

Y también una de las figuras más poderosas e influyentes del Congreso tras ser incluida entre los diputados con mayor patrimonio en el año 2019.

Para quienes no lo recuerden, Isabel García Tejerina es de Valladolid y ha sido en la ciudad del Pisuerga donde la exministra, miembro del Partido Popular, vivió su infancia y adolescencia.

Allí también dio sus primeros pasos académicos antes de titularse como ingeniera agrónoma en la Universidad Politécnica de Madrid y como abogada por la Universidad de Valladolid.

Lo hizo en un colegio mítico en la ciudad, con 145 años de historia, concertado, religioso, bilingüe y también pionero. Se trata del colegio La Enseñanza, perteneciente a la Compañía de María.

Ubicado en la calle de Juan Mambrilla de Valladolid, su origen se remonta al 1 de octubre de 1880 como el primer centro educativo religioso para la educación de la mujer en la ciudad del Pisuerga.

La Enseñanza

Fue fundado por la Compañía de María, la primera orden religiosa femenina en dedicarse a la enseñanza de la mujer, creada en 1607 por santa Juana de Lestonnac con el permiso papal, y se ubica en un palacio de mediados del siglo XVI,

Hoy cuenta con más de 1.000 alumnos y se ha consagrado como un centro de reconocida calidad académica y educativa, que ha ido adecuando su estilo educativo a la sociedad de cada momento.

Se caracteriza por una propuesta educativa que aúna tradición y novedad para seguir "tendiendo la mano" a los jóvenes, tal y como figura en la página web del centro escolar.

Imagen de archivo de la exministra Isabel García Tejerina

Imagen de archivo de la exministra Isabel García Tejerina Juan Lázaro ICAL

El colegio apuesta por una formación "de cabezas bien hechas, más que bien llenas", situando a la persona como protagonista de su propio aprendizaje y con la figura del docente como guía y acompañante de todo el proceso y como potenciador de la autonomía del alumno permitiendo así que este "aprenda a aprender".

Con todo ello, ofrece una educación humanista, cristiana e integral desde "la singularidad, el desarrollo espiritual y ético", que incide en la formación integral de las personas y en la transformación de la sociedad a través de valores como la integridad y lealtad, la búsqueda del bien común, la cooperación, la coherencia y la iniciativa.

Y lo hace mediante el nuevo modelo pedagógico Signa, un modelo que, según el centro, "mira al pasado desde el presente y con la vista puesta en el futuro".

Es decir, un sistema que mantiene la esencia de lo que le identifica: el compromiso con las personas y la educación, y que trabaja en el presente para responder "con garantías" al futuro.

"Creemos que nuestros colegios deben ser un lugar de aprendizaje para la vida. Por eso, acompañamos a las personas para que estén preparadas para el futuro fomentando que sean ciudadanos activos, responsables, competentes, libres y solidarios", sostienen desde el centro.

Su oferta educativa abarca desde Infantil hasta Bachillerato, contando, además, con servicio de guardería. Diferentes ciclos dotados de espacios de trabajo "dinámicos y constructivos donde se promueve el diálogo y el pensamiento crítico".

Esto se completa con otras instalaciones como biblioteca, capilla, laboratorios, parques infantiles, instalaciones deportivas y salón de actos, y servicios como aula matinal, comedor, orientación, tienda de uniformes, escuela de verano y extraescolares deportivas, culturales y de idiomas, entre otras propuestas.

"Mi casa durante 12 años"

Han pasado muchos años desde que Isabel García Tejerina fue parte de este colegio, pero no tantos desde la última vez que lo visitó, pues en 2017 la vallisoletana sorprendió en el colegio que la vio crecer para inaugurar las nuevas instalaciones deportivas y académicas del centro.

Una visita en la que agradeció la labor del centro, así como que se acordaran de ella para un día tan "importante". "Es una alegría volver a la que fue mi casa durante 12 años, ya que siempre he estado agradecida de mi paso por el colegio. Un tiempo que ha dejado huella suficiente como para tener una deuda de gratitud y orgullo permanente", expresó.

Isabel García Tejerina en el colegio La Enseñanza durante la inauguración de las nuevas intalaciones del centro

Isabel García Tejerina en el colegio La Enseñanza durante la inauguración de las nuevas intalaciones del centro ICAL

Del mismo modo, resaltó la "excelente calidad" de su colegio, el cual, según confesó, cuenta con un "gran proyecto educativo" que a ella le ha servido para aprender "a vivir" y a ser "mejor persona".

Sobre Isabel García Tejerina

No es mucho más lo que se conoce de la vida de la exministra en Valladolid, ciudad en la que nació un 9 de octubre de 1969.

Algunas fuentes apuntan a que actualmente Tejerina reside en su tierra natal. Sin embargo, otros tantos señalan que nunca ha llegado a dejar Madrid.

Sea como fuere, lo cierto es que pasa bastante tiempo en la ciudad del Pisuerga, donde se sabe que aprovecha para reunirse con familiares y amigos, así como para participar en algunas de las citas más destacadas de la capital vallisoletana, como las carreras populares; entre ellas, la San Silvestre, como la gran amante del deporte que es.

Y es que, vaya donde vaya, su ciudad siempre le acompañará, pues no cabe duda de que en ella guarda algunos de los mejores recuerdos y anécdotas de su pasado más anónimo.