Jaime Ercilla en su perfumería de Valladolid.
"Llevo años sin irme más de una semana de vacaciones": Jaime, autónomo al frente de una perfumería de Valladolid
Uno de cada tres autónomos, según ATA, no tendrá vacaciones de verano este año.
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Mientras que son muchos los que ya están de vacaciones o los que se encuentran preparando las maletas para irse, rumbo a la playa o a cualquier otro destino elegido, los autónomos lo tienen más complicado para hacerlo.
“Ser autónomo tiene muchas cosas caras y una de las más duras es, sin duda, la renuncia al tiempo personal, especialmente durante las vacaciones. Si hay alguien que, realmente, carga con ese peso, son nuestras familias. Ellos son los grandes héroes y te apoyan en los momentos más difíciles”, confiesa Jaime Ercilla Azpeitia.
Él es la segunda generación de un negocio de alta perfumería: Ercilla. Cuando fallecieron su padre y su tía, tuvo que dejar la universidad para ponerse al frente del negocio. De esto hace más de 20 años. Tuvo el apoyo de su familia y de sus trabajadoras: Pilar, Adela y Genoveva, que siguen siendo parte de la familia del negocio.
Desde la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos ATA informan que “uno de cada tres autónomos no tendrá vacaciones este verano”.
La vida de Jaime
“Soy una persona que se considera amigo de mis amigos pero que cree que siempre es mejor que te definan los demás, para que la visión sea más objetiva y menos subjetiva”, asegura Jaime Ercilla en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León.
El vallisoletano, de 47 años, suma un total de 21 como autónomo. Recuerda su infancia como “buena y feliz” al crecer rodeado de amigos y de una familia que siempre estuvo presente, en algo que es “esencial” para él.
“Cuando era pequeño, lo que realmente me interesaba era ayudar a mi padre en todo lo que pudiera. Siempre me fascinaba el mundo de su trabajo, y lo veía como una oportunidad para aprender y estar cerca de él”, apunta.
También le “encantaba” arreglar trastos y “explorar y descubrir cómo funcionaban las cosas”. No tenía una idea clara de lo que quería ser de mayor, pero, lo que “más le motivaba” era estar cerca de los suyos.
Una perfumería histórica
“Mi tía, Mercedes Ercilla, y mi padre, Miguel Ercilla, crecieron en el mundo de la pastelería, al que se dedicaban mis abuelos, pero siendo muy jóvenes decidieron dar un giro radical a su vida profesional. Apostaron por un nuevo rumbo: el universo de la belleza y el cuidado de la mujer”, explica nuestro entrevistado.
Eso fue allá por 1969. Hoy, el legado continúa en manos de los hermanos Ercilla, Elena y Jaime, que confían en que las próximas generaciones también se sumen a esta historia familiar.
“A día de hoy, somos la perfumería más antigua de Valladolid, con una trayectoria que nos llena de orgullo. La sociedad se crea en 1976 pero hay registros desde 1969. Yo soy la segunda generación y de estos 49 años de historia llevo 21 al frente, desde 2004”, añade nuestro protagonista.
Una perfumería que se sitúa en la calle Ferrari número 30, en pleno corazón de la capital vallisoletana y que cuenta con 55 metros cuadrados de espacio para ofrecer una amplia variedad de productos dedicados al cuidado personal con un enfoque principal en la perfumería de alta gama.
“Contamos con una selección exclusiva de fragancias tanto para hombres como para mujeres, trabajando con las mejores marcas del mercado para asegurar que nuestros clientes encuentren productos que se adapten a sus gustos y necesidades”, afirma.
Todo con el objetivo de proporcionar una experiencia de compra y atención únicas, donde cada cliente pueda encontrar productos de calidad que aporten un toque personal y exclusivo.
Autónomo
Jaime es autónomo y, nos confiesa, que paga la “cuota mínima” por ello. Pero se tiene que enfrentar a muchas desventajas por el hecho de serlo como es el tema que tratamos en este escrito, el de las vacaciones.
“Ir de vacaciones como autónomo no es tan sencillo, ya que es necesario compaginar las de los empleados con las de la familia. No se trata solo de tomarse un descanso, sino de organizar todo de manera que el negocio pueda seguir funcionando mientras uno disfruta de esos días. Es un equilibrio complicado, pero necesario para poder desconectar y, al mismo tiempo, asegurar que todo continúe en orden”, apunta.
Apunta que “lleva años sin irse más de una semana de vacaciones” y a esta fecha “no sabe si este año podrá hacerlo” pero, pese a todo, ve el futuro “esperanzador y lleno de proyectos e ilusiones” con el simple objetivo y deseo que él y su familia cuenten con “salud”, lo más importante en la vida.
“En verano, esta realidad se hace aún más evidente. Cuando eres autónomo en el mundo del comercio, al igual que en la hostelería, otro sector de verdaderos héroes, las tardes con tus hijos, que podrían ser de piscina, muchas veces se reducen a un solo día a la semana, si hay suerte. Siempre hay algo que hacer, algo que revisar, algo pendiente”, finaliza.
Aún no sabe si este año podrá tener unos días de asueto. Así es el duro mundo del autónomo.
