Jaime, uno de los miembros del equipo de Raíces, en el nuevo restaurante de Trigueros del Valle

Jaime, uno de los miembros del equipo de Raíces, en el nuevo restaurante de Trigueros del Valle Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Valladolid

De la tristeza a la ilusión: abre un nuevo restaurante en un pueblo de Valladolid dos meses después de cerrar el anterior

Un grupo de jóvenes entusiastas de la hostelería abrirá sus puertas en un lugar mágico para dar el mejor servicio a los vecinos y forasteros.

Más información: Cierra un restaurante tras tres años de aventura en un pueblo vallisoletano: "Nos da bastante pena"

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Trigueros del Valle es una localidad que se ubica en la provincia de Valladolid, que se sitúa a escasos 30 kilómetros al noroeste de la capital y que en la actualidad cuenta, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) con una población de 314 habitantes.

Cuenta con lugares dignos de visitar como su espectacular Castillo Encantado, también sus Casas Cueva o una bodega con mucho encanto y años de historia. Esto hace que sean centenares las personas que pasan por el lugar cada fin de semana.

El municipio vallisoletano lloraba, el pasado 27 de abril, el cierre del restaurante ‘Algún Lugar’, ubicado en la Plaza Mayor del pueblo y que estaba gestionado por Uri Méndez Filesi y por Yolanda Recio Ribote. Tras tres años, decidían emprender una nueva aventura profesional.

Sin embargo, y como diría aquel, a rey muerto, rey puesto. Trigueros del Valle recuperará la actividad en el local con un nuevo restaurante que llevará el nombre de ‘Raíces by Caway’.

Caway, una compañía vallisoletana formada por un equipo joven, profesional y muy arraigado a su tierra, al que le mueve la gastronomía auténtica, la hospitalidad sincera y el deseo de construir proyectos con alma desde su entorno.

El nuevo Restaurante Raíces en Trigueros del Valle

El nuevo Restaurante Raíces en Trigueros del Valle Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

EL ESPAÑOL de Castilla y León charla con ellos para conocer más de su nuevo proyecto en la localidad vallisoletana.

La historia de una marca que crece

Javier Longarela es el director gerente, Luis Suárez el director de Calidad, Miguel López el de Hostelería y Manu González el Chef Ejecutivo de Caway. Todos, vallisoletanos y de entre 25 y 45 años con experiencia en el mundo de la hostelería.

“Todos los miembros del equipo fundador hemos nacido en Valladolid o en pueblos de su entorno y varios nos hemos criado en Trigueros del Valle, jugando en su castillo o correteando por sus campos. Este proyecto también es una forma de volver a casa”, explica Javier.

Nuestros entrevistados aseguran que él, y que todo su equipo, “soñaban con crear algo propio” un lugar en el que “la buena comida y la conexión con la tierra pudieran convivir”. Ese sueño se llama Caway y Raíces, en la localidad pucelana, será “una de sus expresiones más personales”.

Mucho antes de que naciera Caway, ya habíamos pasado por cocinas, comedores y barras. Fue en 2019 cuando decidimos construir un modelo propio de alimentación, restauración y catering con una base muy clara como es la calidad, la cercanía y el respeto por el producto”, aseguran.

Eso es lo que van a poner en marcha en Trigueros del Valle.

El ilusionante proyecto en Trigueros

“Raíces by Caway es nuestro nuevo proyecto gastronómico ubicado en la Plaza Mayor de Trigueros del Valle. Es un homenaje al pueblo y a su gente. Una apuesta por revitalizar la vida rural a través de la cocina”, explican nuestros protagonistas.

Estará situado en una casa tradicional cuidadosamente rehabilitada en el corazón del pueblo, donde se ubicaba el restaurante anterior. Abrirá este jueves, 3 de julio, con la inauguración oficial con colaboradores y amigos y el viernes ya estará disponible para que entre quien quiera.

La fachada del nuevo Restaurante Raíces en Trigueros del Valle

La fachada del nuevo Restaurante Raíces en Trigueros del Valle Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

El nuevo establecimiento hostelero va a contar, de forma inicial, con un equipo de entre cuatro y cinco personas combinando perfiles de cocina, sala y gestión. Todo en un espacio de 120 metros cuadrados interiores con una amplia terraza que es ideal para las tardes de verano.

“Vamos a ofrecer cocina tradicional castellana reinterpretada con sensibilidad contemporánea. Platos elaborados con productos locales, cocinados con brasas, a fuego lento y con mucho cariño. Una carta honesta que cambia con las estaciones”, apuntan los dueños del nuevo negocio.

En cuanto a la especialidad, estarán muy presentes esos ricos guisos, las carnes a la brasa, los postres caseros y una selección de vinos de la zona. Una cocina que no quiere contar con grandes artificios y en el que el sabor será el gran protagonista.

Trigueros del Valle

“Hemos elegido Trigueros del Valle porque es nuestro pueblo, o el de nuestra infancia. Porque tiene historia, patrimonio, paisaje y, sobre todo, mucho futuro. Queremos aportar nuestro granito de arena al dinamismo rural y demostrar que también se puede emprender desde los márgenes”, apuntan.

Sobre si les da miedo esta nueva aventura la respuesta es tajante para indicar que “no”. Que “respetan el reto” pero que “creen profundamente en el equipo humano que hay detrás de Caway”.

Están convencidos de que emprender en el mundo rural es posible porque “tiene un enorme potencial dormido”. Para despertarlo solo hace falta “profesionalidad, visión a largo plazo y conexión con el entorno” y Raíces “es una prueba de ello”.

El cartel del nuevo restaurante

El cartel del nuevo restaurante Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

“Vemos el futuro de forma ilusionante. Seguiremos creciendo con proyectos con sentido, tanto en entornos urbanos como rurales. Siempre con la identidad de Castilla y León como inspiración”, asegura.

El deseo que se marcan pasa por conseguir que el nuevo establecimiento hostelero “se convierta en un lugar de encuentro, disfrute y orgullo” para Trigueros del Valle y su comarca.

Que la gente pase por el lugar para disfrutar con el Castillo Encantado, las Casas Cueva, la Ermita o la iglesia y se quede a comer en el pueblo.

Seguro que con la positividad y energía que transmiten, lo consiguen.