La Virgen de la Vera Cruz vuelve a casa entre lágrimas y emoción después de nueve meses

La ciudad de Valladolid vivió este domingo un momento muy esperado. Un acontecimiento en sí mismo con el que cientos de cofrades soñaban desde hace mucho tiempo. Y así quedó demostrado. 

Nueve meses después, la Virgen de la Vera Cruz ha regresado a su casa, su templo, en una emotiva procesión y entre lágrimas y emoción de las centenares de personas que no quisieron perderse esta celebración por lo que esta conllevaba. 

Cabe recordar que el pasado 25 de junio la cúpula de la Vera Cruz se desplomó, obligando a trasladar las diferentes imágenes que la cofradía custodiaba en la iglesia. Por su parte, la Dolorosa fue llevada en un primer momento al taller de la Catedral y después a la iglesia de San Miguel y San Julián, donde ha permanecido resguardada hasta el día de ayer, permitiendo su culto. 

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Precisamente este fue el lugar donde comenzó la procesión en torno a las 17:30 horas. La comitiva partió, por tanto, de la calle San Ignacio, continuando el recorrido por la calle Concepción, la Plaza San Miguel, San Antonio de Padua, Plaza de los Arces y Guadamacileros, para terminar en la calle Platerías, donde se encuentra la Iglesia de la Vera Cruz. 

Un viaje de vuelta a casa en la que Nuestra Señora de los Dolores fue acompañada y venerada por cientos de cofrades y vecinos de Valladolid, que no dejaron de expresar su emoción por lo que estaba ocurriendo. 

La Dolorosa en su vuelta a la Iglesia de la Vera Cruz @archiValladolid X

Entre ellos se encontraban el alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero; el concejal de Urbanismo, Ignacio Zarandona; y la delegada territorial de la Junta en Valladolid, Raquel Alonso, entre otras autoridades. 

Tras la llegada de la Virgen al atrio del templo, el arzobispo de la ciudad, Luis Argüello, presidió una eucaristía muy especial que permitió a los fieles vallisoletanos ver con sus propios ojos cómo había quedado el templo tras su restauración, ya con la Dolorosa, y respirar aliviados al saber que la Cofradía Penitencial de la Santa Vera Cruz podrá celebrar la Semana Santa con absoluta normalidad.

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Porque después de la tormenta siempre llega la calma y en esta ocasión lo ha hecho justo a tiempo. Un mes antes la llegada de una de las fechas más esperadas del año para todos ellos.