Sede del Juzgado de lo Mercantil en Valladolid

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Valladolid

Una vallisoletana logra que le perdonen una deuda de 36.000 euros tras avalar a su hijo en la compra de un piso

El Juzgado de lo Mercantil N.º2 de Valladolid ha notificado a los letrados de la Asociación este mes de febrero.

Más información: La Ley que ha permitido a un matrimonio vallisoletano librarse de una deuda de 72.000 euros

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La Asociación de Ayuda al Endeudamiento ha conseguido la exoneración de todas las deudas acumuladas por esta vecina de Valladolid. Además incluye que la ex-deudora pueda mantener su vivienda en propiedad, acordando una hipoteca asumible.

El Juzgado de lo Mercantil N.º2 de Valladolid ha notificado a los letrados de la Asociación este mes de febrero. La solicitante se encuentra actualmente en una situación económica insostenible debido a las decisiones tomadas en un intento por ayudar a su hijo en momentos de necesidad.

En un acto de apoyo, la deudora decidió ponerse como aval en la hipoteca de su hijo y, además, solicitó una hipoteca adicional para financiar la reforma de su vivienda.

Sin embargo, la situación de su hijo empeoró y, debido a dificultades económicas imprevistas, le fue imposible hacer frente a los pagos de la hipoteca, lo que llevó al banco a iniciar la ejecución hipotecaria contra él.

En consecuencia, la deudora se vio obligada a asumir no solo la responsabilidad de su propia hipoteca, sino también la de la vivienda de su hijo.

Entonces comenzaron las constantes llamadas de los acreedores reclamando los 95.000 euros totales que debía. El estrés que sufrían les iba mermando poco a poco, hasta que llegó el detonante: una amenaza de embargo sobre su vivienda.

Esto llevó a buscar una solución, la cual encontraron en la Asociación de Ayuda al Endeudamiento, entidad formada por abogados y economistas especializados en la llamada “Ley de la Segunda Oportunidad”.

Tras el estudio del caso, los letrados comprobaron que cumplían todos los requisitos necesarios y aconsejaron a los deudores acogerse al procedimiento.

Una de las mayores preocupaciones de la asociada era si mantendría su casa tras el concurso de acreedores. Desde el inicio, los abogados de la Asociación les transmitieron tranquilidad. Así lo explica Jose Domínguez, letrado de la entidad: “Teniendo en cuenta que podía llevar la hipoteca al día y la diferencia entre el valor de la vivienda y el préstamo hipotecario era mínimo, teníamos argumentos para evitar la liquidación de la vivienda”.

Una vez comprobados estos presupuestos se dictó la sentencia concediendo el EPI
(Exoneración del Pasivo Insatisfecho) ha supuesto dejar a esta deudora libre de los 36.015 euros que tenía que pagar. Solo les queda pagar una hipoteca, refinanciada para que les sea más asumible, a cambio de tener su vivienda en propiedad.