Begoña y Mariano en su restaurante

Begoña y Mariano en su restaurante Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Valladolid

El restaurante con dos Soletes Repsol que brilla en un pequeño pueblo de Valladolid con sus carnes a la brasa

El cocido es otro de los manjares de una bodega a cuyo mando se encuentran Begoña y Mariano desde hace más de 20 años.

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Se podría decir que hubo un antes y un después en la vida del pequeño pueblo que lleva el nombre de Castronuevo de Esgueva, que está bañado por el río del mismo nombre, que cuenta con restos de su origen romano y que, en la actualidad, y según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) suma 393 habitantes.

Se cree, que el lugar se levanta sobre las piedras de un antiguo castro y con la construcción del anterior nació su nombre. Una localidad que forma parte del conocido como Sendero Verde de Valladolid, con rutas de acceso fácil para senderistas que pasan cerca del puente romano y que pueden divisar aves autóctonas como lavanderas o garzas.

En el lugar, uno puede disfrutar con monumentos como la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Concepción, de estilo gótico y que contiene un órgano del siglo XVIII, todavía en funcionamiento.

Y también de la iglesia de Santa María, que fue construida entre el siglo XV y el XVII, cuyo mayor tesoro pasa por ser la bóveda estrellada del siglo XV, que merece la pena ser visitada.

Pero en Castronuevo de Esgueva también triunfa algo que resulta, en los tiempos que corren, indispensable para visitar cualquier lugar del mundo, el buen comer.

Todo gracias al Restaurante Bodega Valle Esgueva. Al mando están Begoña Franco y Mariano García. EL ESPAÑOL de Castilla y León charla con ellos para conocer el secreto del éxito de un lugar que tiene dos Soletes Repsol. Uno del 2020 y otro de 2024.

Imagen del restaurante

Imagen del restaurante Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Begoña y Mariano, dos trabajadores

“Somos personas trabajadoras que trabajamos todos los días para que el negocio salga adelante. Mi marido es de Castronuevo de Esgueva, de toda la vida, pero yo nací en Pamplona, aunque me he criado y he crecido en Valladolid donde llegué con solo dos o tres años”, asegura Begoña Franco Cambra.

A sus 60 años, nuestra entrevistada suma 22 en el mundo de la hostelería. Poco recuerda de su infancia en Pamplona, pero sí en Valladolid, donde salía con la bicicleta y con sus amigos y disfrutaba de la calle.

“Cuando crecí, me adentré en el mundo hostelero. Llevo 22 años. Estuve como camarera en un bar del Mercado del Val, antes de su restauración y he pasado por otros negocios hosteleros”, explica nuestra protagonista.

Todo hasta que entró en su vida el Restaurante Bodega Valle Esgueva.

La historia del lugar

“El local se abre en 1978. Se cerró durante unos 12 años hasta que lo compramos. Era el sueño de Mariano, mi marido. Lo compró junto a dos de sus hermanos y lo abrimos, tras restauración, en 2004. Ahora lo llevamos yo y mi marido”, nos explica nuestra protagonista.

Un establecimiento hostelero que se ubica en la calle Las Viñas sin número, que cuenta con varios comedores. El más grande, para 60 personas, nada más entrar, pasar la barra y bajar a la bodega. Después, dos más. Uno con capacidad para diez personas y otro para entre 12 y 14. En total, un local con capacidad para unas cien personas.

Abren solo los fines de semana y cuentan con la ayuda de Olivia, una sobrina y Silvia, otra joven del pueblo que también está en plantilla.

El cocido, las carnes a la brasa y dos Soletes Repsol

Nos conocen mucho por el cocido, pero, sobre todo, por las carnes a la brasa. Tenemos chuletones, chuletillas, costillas, pinchos a la brasa… los clientes disfrutan mucho comiendo nuestra oferta”, confiesa nuestra entrevistada.

Una de su sabrosa carne a la brasa

Una de su sabrosa carne a la brasa Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

El lugar cuenta con dos Soletes Repsol. Uno conseguido en el año 2020 y otro en 2024, gracias a su buen hacer y con “dos galardones que gusta tener”, apuntan.

Las exquisitas croquetas

Las exquisitas croquetas Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

“Vamos semana a semana. Seguimos trabajando para que los clientes estén como en casa. Esperemos seguir muchos años más en nuestra casa”, finaliza.

Larga vida al Restaurante Bodega Valle Esgueva.