Unos ciudadanos paseando por la Plaza Zorrilla de Valladolid

Unos ciudadanos paseando por la Plaza Zorrilla de Valladolid Miriam Chacón Ical

Valladolid

La expresión popular que se dice en Valladolid y quizá nunca habías oído

Los pucelanos utilizan en su día a día un vocabulario muy peculiar lleno de palabras que pocos más que ellos conocen y que suponen un auténtico acertijo para gente de otras provincias. Estas son algunas:

24 mayo, 2024 07:00

Valladolid, como todas las ciudades, también tiene un vocabulario propio, formado por expresiones y palabras que lo más probable es que, si no eres de la ciudad o de provincias vecinas, nunca hayas escuchado.

Hablamos de localismos que, aunque forman parte del día a día de los vallisoletanos, suelen resultar totalmente desconocidos para la gran mayoría de personas de otros lugares de España y, en algunos casos, hasta indescifrables. 

Y es que, en el lenguaje coloquial de los pucelanos hay una expresión popular que utilizan bastante, pese a que, muy seguramente, muchos ni siquiera han oído. Algunos de ellos, en lugar de decir "no me fastidies", dicen "no me amueles". Una expresión que también puede ser escuchada en ciudades cercanas como Zamora o Salamanca. 

Otra frase muy utilizada en Valladolid hace referencia a cuando alguien hace algo mal. En un ambiente distendido en el que empleamos un lenguaje más coloquial, lo normal es decir "la ha liado" o "la ha cagado". Pues no, para los vallisoletanos lo más común es decir "la ha mangado". 

Terraza de la Plaza Mayor de Valladolid

Terraza de la Plaza Mayor de Valladolid

A ellas se suman el "no chanas" en lugar de "no controlas" y el "a mayores", en sustitución de la palabra más, cuando esta supone un añadido. 

Además, al entrar en una panadería de la ciudad, es muy habitual escuchar a alguien pedir una barra de riche, refiriéndose a un tipo de pan concreto, mientras que cuando quieran decirle a alguien que está armando mucho jaleo, seguramente los más mayores digan que está montando un estaribel. Asimismo, en Valladolid, una persona, más que molestar, da la tabarra. 

En cualquier caso, no hay palabra más pucelana que fasero, nombre con el que se conoce a los trabajadores de Fasa, la fábrica de Renault en Valladolid. 

La planta de Renault de Valladolid hace historia: fabrica su vehículo ocho millones

La planta de Renault de Valladolid hace historia: fabrica su vehículo ocho millones Renault

Otras, no son vallisoletanas al 100%, pero sí se utilizan mucho en la ciudad y provincia. Es el caso de hijo/a o majo/a al dirigirse a alguien, o pelele a modo de insulto. Este equivaldría a algo así como tonto o bobo, mientras que para ellos alguien egoísta es un usmia. 

En Valladolid no se tiran las cosas, se caen, tampoco se olvidan, se quedan, y, por lo general, sustituyen el verbo caber por el verbo coger, así como el verbo dejar por prestar. Así, en lugar de decir "las maletas no caben en el maletero", una buena parte de los vallisoletanos diría "las maletas no cogen"; o si quisiesen decir "me ha dejado dinero", lo normal es que digan "me ha prestado dinero". 

Los pucelanos no se amargan ni se atragantan, sino que se añusgan. Tampoco devuelven la ropa, la descambian, y lo que para otros es un portaminas, para ellos es una lapicera. Lo mismo ocurre con el archivador, que ellos lo llaman carpesán, con el bordillo, al que denominan banzo, o con las zapatillas de deporte, a las que se refieren como playeras, al igual que otros castellanos y leoneses, como es el caso de los zamoranos. 

Gente paseando por Valladolid

Gente paseando por Valladolid

Meterse en una cocina con un vallisoletano puede llevar a no entender gran parte de las palabras que utilice. Porque ellos se ponen el mandil, que no delantal, y pasan la rodea, en vez de la bayeta. Además, para ellos los trastos son alamares y las pinzas de la ropa, pitos. 

Lo mismo ocurriría al hablar del tiempo, y, más aún, como se estén refiriendo a una helada o rocío. En este caso, dirán cencellada. 

Estas son solo algunas de las palabras que conforman el léxico vallisoletano. Hay muchas más y lo cierto es que todas ellas hacen de Valladolid una ciudad única y diferente hasta a la hora de hablar, y con ello, atractiva para todo tipo de turistas. Así que ya lo sabes, si la visitas, no te vayas sin conocer la particular manera de expresarse que tienen sus habitantes. Sin duda, te sorprenderá.