Jacinto Canales, subdelegado del Gobierno en Valladolid

Jacinto Canales, subdelegado del Gobierno en Valladolid

Valladolid

“Óscar Puente sería un buen presidente del Gobierno”

Jacinto Canales, subdelegado del Gobierno en Valladolid, asegura que “le gustaría ver finalizada la integración en superficie del ferrocarril” porque “es importante para la ciudad”

5 abril, 2024 07:00

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Jacinto Canales es, desde hace apenas dos meses, el nuevo subdelegado del Gobierno en Valladolid y coge el testigo de Alicia Villar.  El de Villalpando (Zamora) tiene 56 años y entró en el cargo el 23 de enero.

El nuevo subdelegado del Gobierno en Valladolid ha sido, durante 20 años, director de la empresa Tecsidel, dedicada a la prestación de Servicios Informáticos y también trabajó como técnico superior de Sistemas y Tecnologías de la Información en el Ayuntamiento de Valladolid. 

Canales abre las puertas de su despacho a EL ESPAÑOL de Castilla y León para hablar de todo. De Óscar Puente, del soterramiento, de la nueva Ley de Concordia y de muchas cosas más en esta entrevista. 

P.- ¿Quién es Jacinto Canales? ¿Cómo se define?

R.- Soy una persona que viene de una familia muy modesta Y rabajadora. He desarrollado una amplia carrera estudiantil y por eso estoy aquí. Tengo tres títulos universitarios en el ámbito de la Ingeniería Informática. Cuento con una trayectoria profesional que calificaría de notable. He trabajado para diversas empresas y la mayor parte de mi carrera profesional la he desarrollado en una empresa del Parque Tecnológico de Boecillo como director de la compañía. 17 años con 50 ingenieros a mi cargo para el desarrollo de diferentes proyectos que tienen que ver, sobre todo, con el desarrollo del software en la implantación de sistemas informáticos.

P.- También estuvo en el Ayuntamiento de Valladolid.

R.- Así es. Fui despedido como otros tantos. Con 50 años te planteas lo que hacer con tu vida. Presté atención al empuje de mi mujer que siempre quiso que me preparara unas oposiciones porque me veía capacitado para ello. Hice un esfuerzo muy importante durante tres años preparando las pruebas y conseguí plaza en el Ayuntamiento de Valladolid. Primero, como funcionario interino y a los dos años con la oposición definitiva que me supuso un esfuerzo y un sacrificio brutal, también en lo económico. Llevaba cinco años, desde el 2018, trabajando en el Ayuntamiento de Valladolid como técnico superior TIC. Tenía a mi cargo diferentes sistemas como el de Policía, tanto de telecomunicación como de gestión. También el de los Bomberos. Además, redactaba licitaciones y gestionaba proyectos de implantación de nuevos sistemas, siempre en el ámbito de las tecnologías de la información.

P.- Antes de tomar posesión del cargo, como subdelegado del Gobierno, ¿Que le dice la subdelegada saliente, Alicia Villar?

R.- La verdad es que no tengo mucha comunicación con Alicia y el traspaso se produce, fundamentalmente, a través del equipo de trabajo que es el mismo que ella tenía. Lo he heredado y esa ha sido la transición que hemos vivido.

P.- En el Ayuntamiento de Valladolid coincidió con Óscar Puente, exalcalde de Valladolid y ministro de Transportes en la actualidad. ¿Son tan amigos como se dice?

R.- Coincidí con él. Hay gente que habla de mí como “el amigo de Óscar Puente”. La verdad es que me considero su amigo. No reniego de la amistad que tengo con él y me siento orgulloso. Para mí, Óscar Puente es un líder y un referente, pero de ahí a tener una amistad íntima va a un trecho. Tengo a un centenar de personas con las que me relaciono más que con el ministro. Soy militante del PSOE desde hace más de 30 años. Le conozco desde hace mucho tiempo y siempre he estado en la misma línea política, dentro de las guerras internas de cada partido. Hace que no me tomo un café, una cerveza o una copa con Óscar Puente más de 15 años. No formo parte de su círculo cercano.

P.- ¿Cuál era su relación en el consistorio?

R.- Nunca he sido un asesor que haya podido influir en decisiones. De hecho, me viene a la cabeza una decisión que tomó el que era alcalde, cuando yo aconsejaba otra, y su peso reinó.

P.- ¿Cómo cree que está siendo su labor al frente del Ministerio de Transportes? ¿Cree que lo está haciendo bien?

R.- Veo su labor de una forma muy positiva. Creo que Óscar Puente es una persona con muchas capacidades. Es un líder nato y lo lleva en la sangre. Lo demostró cuando era el alcalde de Valladolid impulsando diferentes iniciativas. Su trayectoria la veo impresionante. Pienso que va a dar un gran resultado como ministro de Transportes. Y que va a dejar grandes avances al país. Cuando conocí al ahora ministro, por el año 1999 y en el seno del partido, dije que tenía madera para ser presidente del Gobierno. Siempre lo vi como una persona con muchas capacidades. No lo tuvo fácil en los comienzos en el partido. Yo me puse de su lado porque pensaba que ofrecía una renovación al PSOE que era necesaria. Óscar Puente tiene capacidad para ser presidente del Gobierno y sería un buen presidente del Gobierno.

P.- ¿Cómo ve esa última polémica con los precios ‘low cost’ de Ouigo que salpica a Valladolid porque el nuevo equipo de Gobierno del PP y Vox apuestan por estos viajes?

R.- Decimos muchas veces que los políticos dicen lo que quiere oír la gente para ganar votos. Óscar Puente no es de esa clase de políticos. Tiene una idea, cree en ella y la defiende a capa y espada. Lo vemos con la polémica de la integración y el soterramiento. El tema de Ouigo es un claro ejemplo de algo que no va a dar votos al ministro, pero que le puede quitar muchos. Está haciendo país y defendiendo a una empresa pública y española como es Renfe. A los ciudadanos nos gusta ir por 10 euros a Madrid, pero eso no es competitivo. No cubre los costes. El ‘dumping’ es anticompetitivo, no se puede mantener por mucho tiempo. Esto es lo que ha pasado con Ouigo, que ha llegado desde Francia. Eso perjudica a Renfe. El ministro, como máximo responsable, está defendiendo, a capa y espada, a Renfe. Es en lo que cree y lo que tiene que hacer desde el cargo que ocupa.

Jacinto Canales, subdelegado del Gobierno en Valladolid, sentado en un sillón

Jacinto Canales, subdelegado del Gobierno en Valladolid, sentado en un sillón

P.- En esta polémica, ¿Jacinto Canales está al lado de Puente y en contra de Ouigo? ¿Cómo ve que desde el próximo 19 de abril vayan a partir trenes de Ouigo desde Valladolid?

R.- Quiero entender a todas las partes. A los ciudadanos nos gusta pagar cuanto menos, mejor, pero hay que recordar que las infraestructuras, que son de Adif, hay que pagarlas. Hay que ser sensato y operar con las reglas del mercado. La prohibición del ‘dumping’ es una de esas reglas.

P.- Mencionaba el soterramiento, plato estrella de la discordia en Valladolid. ¿No es posible aquí?

R.- En ingeniería civil todo es posible. Cabe preguntarse si es sensato. Hay que analizar los tres vértices de un proyecto. Por un lado, está el económico. Por otro, el tiempo, y el tercero de ellos es el alcance. Lo que se va a hacer. El soterramiento de Valladolid es posible, pero hay que analizar si es razonable. Hablamos de 300 millones que cuesta la integración en superficie, que ya es un dinero, contra los 1.500 millones que costaría el soterramiento. En lo que al tiempo se refiere, hablamos de que, en el mejor de los casos, tardaríamos entre 17 y 19 años en tener el ferrocarril soterrado. Esto siendo optimistas. Luego, siempre hay crisis económicas y demás factores que lo cambian todo.

P.- ¿La integración cree que es la mejor solución? ¿No le parece un atraso?

R.- Ahora tenemos una obra que está integrando el ferrocarril en Valladolid con distintos pasos subterráneos para permeabilizar la ciudad. Para permitir que peatones y vehículos pasen de una parte a otra de la misma. Eso está en marcha y ya tenemos algunos casos de éxito como puede ser al Norte de la ciudad con el túnel de Andrómeda, o acciones en Pilarica. No nos podemos permitir tardar otros 20 años en arreglar el desaguisado que, urbanísticamente hablando, supone el Arco de Ladrillo, por ejemplo. Montserrat Rayo nos explicó también las dificultades técnicas que hay en una cuestión como esta y el embudo que supondría de cara a la expansión de la Alta Velocidad aquí.

P.- Está el convenio vigente también…

R.- Tenemos un convenio firmado por tres partes: Ayuntamiento de Valladolid, Junta de Castilla y León y Ministerio. Ahí se dice que lo que se va a hacer es una integración y eso es lo que se está acometiendo.

P.- ¿No es una cuestión más de voluntad política o de colores políticos?

R.- No creo que sea una cuestión de colores políticos sino una decisión política. No es de izquierdas o de derechas. Esto lo firmó un ministro del PP y la Junta, del mismo partido. Todo con un gobierno socialista en la ciudad. Ahora, han cambiado las tornas, y lo que antes se quería hacer, viene un alcalde tras hacer una promesa electoral, muy legítima, y lo quiere parar sin presentar ningún estudio. El alcalde actual no ha pensado en qué condiciones se puede acometer el soterramiento o en qué tiempo. Carnero no ha dicho nada de esto. Él solo afirma que quiere el soterramiento y, cuando le pides argumentaciones, dice que es mejor una ciudad con soterramiento. Ya está. Técnicamente se puede hacer, pero ¿Con qué plazo, a qué coste y con qué limitaciones? Todo esto hay que estudiarlo.

Jacinto Canales durante la entrevista

Jacinto Canales durante la entrevista

P.- Pero, Valladolid sería una ciudad mejor con soterramiento…

R.- Claro que Valladolid sería una ciudad mejor con soterramiento. También si soterrásemos el Paseo Zorrilla y metiéramos toda la circulación de vehículos por debajo. El Paseo Zorrilla se convertiría en un gran bulevar donde el ciudadano podría pasear. Claro que sería mejor. La pelota está en el tejado del alcalde que es el que tiene que decir que no quiere continuar con la integración en superficie. Que denuncie el convenio, se liquide la Sociedad Valladolid Alta Velocidad y pasamos a hablar de otras cosas.

P.- ¿Por qué en Valladolid no y en otras ciudades como Vitoria sí? ¿Entiende que el alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, se haga esa pregunta?

R.- Cada ciudad tiene una casuística distinta. En Vitoria se viene hablando de esta traza, que ha salido a informe medioambiental, desde 1998. Llevamos 26 años con este tema. En Vitoria se hablaría de una construcción sin tuneladora y aquí se ha demostrado que habría que usarla. Estamos en 2024 y aún no se ha hecho nada. De hecho, el Ministerio no ha dicho que se vaya a hacer. Además, la circulación de trenes que hay en Vitoria no tiene nada que ver con la de Valladolid. Todo el tráfico hacia Asturias, Cantabria y País Vasco circula por Valladolid. Por Vitoria solo pasará el que vaya a País Vasco o a Francia. Además, hay que resaltar la importancia de la U de Olmedo, que derivará el tráfico al Norte, en Valladolid. Son dimensiones totalmente distintas para una ciudad y para la otra.

P.- Soterramiento a un lado, ¿Qué es lo que más le preocupa en la provincia de Valladolid?

R.- Hablando de obras y de mi ámbito competencial, lo cierto es que el Campus de la Justicia me preocupa y que vamos tarde. Sería importante que esto hubiera avanzado más. También me preocupa la A-11. Esta parte de la provincia de Valladolid merece tener una autovía. Además, hay que pensar que ayudaría a todo el tráfico que va hacia Soria, Aragón o Cataluña. Tener esa red vial finalizada contribuiría muy notablemente. Es una obra pendiente que espero que, si no se puede acabar en esta legislatura, dejarla muy avanzada.

P.- En cuanto al Campus de la Justicia, en el anterior presupuesto solo se consignó para este proyecto 200.000 euros si mal no recuerdo.

R.- Estamos en una fase muy embrionaria del tema del Campus de la Justicia. No nos vamos a poner a construir mañana. Se podrá seguir avanzando con independencia de que no tengamos presupuesto. Son otros temas los que han impedido que se haya ido más deprisa con ello.

P.- Aquí me viene a la cabeza, de nuevo, Óscar Puente y su batalla con la ministra de Justicia anterior.

R.- Óscar Puente ha luchado mucho por el Campus de la Justicia. Creo que hasta el punto de tirar la toalla. No vio, por parte del Ministerio, la implicación que él quería. Ahora, estamos en otra situación. Tenemos una figura importante en la Secretaría General del Ministerio de Justicia y muy vinculada porque es fiscal. Espero un despegue con fuerza para poder iniciar el proyecto de la Ciudad de la Justicia.

P.- En materia de seguridad, La AUGC (Asociación Unificada de Guardias Civiles, se queja de falta de efectivos. Se anunciaron dos nuevos agentes para Peñafiel. ¿Hay algo más en mente?

R.- En Peñafiel faltaban dos puestos por cubrir en el catálogo que se han cubierto la semana pasada, no por los últimos hechos acontecidos sino porque estaba previsto. Aquí hay un catálogo y después se cubren los puestos. Hay gente que promociona o asciende y se van creando huecos. Los catálogos nunca pueden estar cubiertos al cien por cien. En el caso de la Policía Nacional tenemos más del 95% de los puestos ocupados y en el de la Guardia Civil más del 90%.

P.- ¿Faltan efectivos?

R.- No hay carencia de efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en Valladolid. Tenemos más de 1.600 agentes entre Policía Nacional y Guardia Civil. Contamos con un agente por cada 316 ciudadanos. La media, en España, está en uno por cada 322. Estamos en la media. También hay que sumar 515 agentes locales que tenemos, de la plantilla de los diferentes ayuntamientos pero que también cuentan con competencias en seguridad. En los años de la crisis, y bajo el Gobierno de Rajoy, se produjo un descenso notable de efectivos que estos últimos años hemos ido reponiendo. Para el 2025 se espera que, en Castilla y León, haya un récord de efectivos de Policía Nacional y Guardia Civil. Más que nunca en la historia.

P.- La Guardia Civil se queja de que no tiene taser ni campo de tiro…

R.- La Guardia Civil sí que tiene taser. Esto lleva un proceso burocrático y los diferentes agentes tienen que estar formados en el uso de esta herramienta. Aún no las han utilizado, pero están a su disposición para cuando las precisen. Tendrán más.  Sobre el campo de tiro, la Benemérita no tiene uno propio, pero se firmó un convenio para utilizar el de El Rebollar, al lado de Ciguñuela, y es donde van a hacer sus prácticas.

P.- ¿Cómo ve los avances del nuevo cuartel de la Guardia Civil en Aldeamayor de San Martín?

R.- Lo de Aldeamayor está muy en pañales. No hay convenio con la Guardia Civil ni nada. Han ofrecido unas parcelas, la Guardia Civil las ha ido a ver y ha valorado los posibles terrenos ofrecidos. Además de esas conversaciones verbales no tenemos nada más. Ni ese citado convenio firmado, ni propuesta de cesión, ni nada más que una declaración de intenciones.

P.- ¿Y el de Arroyo de la Encomienda?

R.- Está licitado. El Ayuntamiento de Arroyo de la Encomienda ha aportado dos millones de euros para su construcción y se espera que en un año esté listo y operativo.

P.- ¿Va a cerrar alguno?

R.- Seamos realistas, los recursos son los que son y no son infinitos. El que se abra un cuartel nuevo no quiere decir que vaya a aumentar el número de cuarteles en la provincia. Me gusta ser sincero. El número de cuarteles que hay se va a mantener igual.

P.- ¿Corre peligro el cuartel de la Guardia Civil de Zaratán?

R.- Se verá. El de Zaratán o el de cualquier otra localidad, pero no va a aumentar el número de cuarteles. No crecerá porque el número de efectivos no se va a incrementar y, la operatividad tiene que seguir intacta. A los ciudadanos nos interesa que los guardias civiles estén en la calle, patrullando, y a disposición para ayudar. El hecho de tener cuarteles supone que debes tener a efectivos dentro para atender al público y demás. Si estás en el despacho, no estás patrullando. La Guardia Civil no va a incrementar efectivos para que estén dentro de los cuarteles a costa de la seguridad ciudadana. A día de hoy, no sabemos cuál se va a cerrar. Cuando toque, la Dirección General de la Guardia Civil tomará decisiones. La cercanía será un factor, pero también las condiciones del cuartel.

P.- Por cercanía todo apunta al de Zaratán.

R.- El de Zaratán está atendiendo a Arroyo, también a Río Shopping con un movimiento ingente de personas. Podría ser.

P.- ¿Cuáles son los delitos que más le preocupan?

R.- Me preocupa mucho la violencia de género y las agresiones sexuales. También la ciberdelincuencia, más que por la gravedad porque muchas veces hablamos de dinero, por el aumento desmedido que estamos registrando.

P.- ¿Cuál es el índice de criminalidad registrado en la provincia?

R.- En Valladolid tenemos 36,5 infracciones por cada 1.000 habitantes. La media en España es de un 51,2. Esto nos permite asegurar que Valladolid es una ciudad segura.

P.- Volviendo a las agresiones sexuales y a la violencia de género, ¿Le preocupa más ahora que llega el buen tiempo y las fiestas de los pueblos?

R.- Esto es un tema que está en el ámbito de la educación y de la sensibilización de la población. Con las nuevas tecnologías, va en aumento el consumo de la pornografía desde edades muy tempranas. Se detecta que se produce un aumento de los delitos de abusos sexuales que están relacionados con estas cuestiones. También, otro tipo de actuaciones que se han tolerado dentro de la sociedad y que han sufrido las mujeres como tocamientos ligeros, que ahora está penado y considerado como agresión sexual. No es plausible ni asumible por parte de la sociedad. Tenemos que defender a las mujeres y estar todos en el mismo barco para que la gente se dé cuenta de que esto es un delito que está penado. Tocar el culo a una mujer puede suponer una pena de cárcel con la nueva ley. Lo que se ha tolerado durante muchos años, ahora, con la Ley del Solo Sí es Sí, es una agresión sexual que computa en las estadísticas. La sociedad tiene que entender que cualquier persona puede ir a prisión por ello. Las mujeres se deben sentir protegidas por la ley y tienen que denunciar.

P.- ¿Cómo ve el caso de Esther López?

R.- Hay una serie de informes que apuntan en una dirección. Esto no quiere decir que la Guardia Civil esté culpabilizando al investigado. La jueza tiene que decidir si eso son pruebas suficientes para abrir un juicio oral y que haya, o no, posibilidades de condenar al culpable. La Benemérita ha sido clara en sus informes.

P.- ¿Y cómo valora que, por ejemplo, la fiscal pida que declare la hermana de Esther López más de dos años después? ¿Qué puede aportar su testimonio?

R.- Es complicado. Presupongo que todo el mundo ejerce de forma profesional y si se solicita es por algo. No trato de juzgar ni a jueza ni fiscales. Si la magistrada no ha abierto ese juicio oral será porque no lo tiene claro o porque los indicios no son suficientes o concluyentes. Algún motivo de peso tendrá para no dar el paso.

P.- ¿Y el caso del presunto asesinato de David, el joven de Laguna de Duero?

R.- El archivo provisional no es de la Guardia Civil. La Guardia Civil mantiene abierta la investigación. El de David es un tema que a mí me duele mucho. Los años que llevamos y que no haya pistas es duro. Hay que entender que fue en una situación de pandemia, sin apenas gente por la calle, que se produjo de noche, cerca de un lago sin cámaras o sin negocios cerca que pudiera haber grabado cualquier imagen. También sin acceso a datos que los teléfonos móviles podrían darnos, ya que David iba sin él. La casuística de ese crimen hace difícil la investigación, pero ésta sigue abierta y la Guardia Civil tiene sus indicios. Que concluya en algo o no, lo veremos con el tiempo. Quiero dejar claro que, muchas veces, no hay pruebas materiales para dar pasos como la detención y puesta a disposición judicial de los implicados. La investigación, pese al archivo judicial provisional, que no definitivo, sigue abierta por parte de la Benemérita y cuenta con indicios de por donde podrían ir los tiros. Esto no lo doy por perdido.

P.- Hablaba antes de la A-11. Se ha reducido la velocidad a 80 del kilómetro 343,700 al 358 en el tramo entre Tudela de Duero y Valladolid, hasta la conexión con la VA-30. Hay muchas quejas por ello.

R.- Efectivamente, se ha procedido a la señalización y se ha reducido la velocidad de 100 kilómetros por hora a 80 por el mal estado del firme. Estaba previsto que, cuando llegue el buen tiempo, ya que estas obras no se pueden acometer con mal tiempo, se reparará provisionalmente el firme. Está a punto de salir una licitación para hacer una reforma integral de este firme. Las autovías, generalmente y entre los 20 y 25 años, afrontan una restructuración general del firme. Se levanta tal y como está y se echa una nueva capa, esto es lo que se va a licitar. El tiempo que estimamos es de un año para proceder a la reparación integral de la A-11. Mientras eso llega, y cuando tengamos buen tiempo, se van a reparar los desperfectos, con parcheos. Con esto vamos a empezar de forma inminente. Cuando el tiempo lo permita. Así lo teníamos programado.

P.- Incidiendo en los plazos para esta obra.

R.- Se va a sacar a licitación inmediatamente. Desde que se saque a concurso público hasta que finalice la obra, puede pasar un año. Está presupuestado y, a punto, la licitación.

Jacinto Canales

Jacinto Canales

P.- ¿Habrá cortes que dificulten la circulación en la zona cuando se actúe en el lugar?

R.- Serán cortes parciales de una vía y se irá parcheando la autovía eliminando desniveles y demás. La reducción de la velocidad se ha planteado porque prima la seguridad. No queremos que haya accidentes ni siniestros mortales. Tampoco que esta vía sea peligrosa a 100 kilómetros por hora si llueve y demás. La Demarcación de Carreteras ha procedido a limitar la velocidad a 80 kilómetros por hora.

P.- ¿Entiende el revuelo?

R.- Lo hemos implementado en todo este tramo desde la VA-30 hasta Tudela de Duero. La limitación, en tiempo, supone 2 minutos en ese trayecto. Merece la pena, por seguridad. Esa es la valoración que hacen desde la Demarcación de Carreteras, además de lo que puede suponer, en el ámbito penal, si se produce un accidente. Hay responsabilidades si la carretera estaba en mal estado.

P.- ¿Cómo ve el proyecto de la nueva Ley de Concordia en Castilla y León?

R.- La Ley de Discordia, querrás decir. Me pregunto, sobre la Ley de Concordia, si el PP en el año 2018 impulsó una Ley de Memoria Democrática, apoyada por el PSOE, ¿Qué es lo que ha cambiado para derogar la Ley? Lo que ha variado es el compañero de viaje del PP que no es otro que Vox. La nueva Ley de Concordia blanquea la dictatura franquista y las muertes y las torturas.

P.- El Gobierno ya ha anunciado que tomará medidas.

R.- Lo que se ha dicho, y esta es otra seña de identidad del PSOE, es que primero vamos a dialogar para que todo esté en consonancia con la Ley de Memoria a nivel nacional, y, si no hay acuerdo, que es lo previsible, nos acogeremos a lo que el derecho responda que es plantear una cuestión de inconstitucionalidad y dirimirlo en el Tribunal Constitucional.

P.- ¿Cómo ve la labor de la Asociación Para la Recuperación de la Memoria Histórica? En Valladolid han recuperado 199 cuerpos en Valladolid y Medina y celebrarán un homenaje por las víctimas el próximo 14 de abril

R.- Me toca de cerca. Mis dos abuelos estuvieron en la guerra por el bando nacional. Fueron víctimas. Les cogieron, les dieron un fusil, y les pidieron que fusilaran a compatriotas, por la fuerza. Por la parte de mi mujer, uno de sus abuelos fue asesinado. El otro encarcelado. Se trata de reparar la injusticia que se cometió con esta gente y resarcir a las familias, aunque sea moralmente. Se hace ahora con una asociación como la ARMH y con una Ley de Memoria Histórica.

P.- ¿Qué le gustaría ver durante su mandato en Valladolid?

R.- Me daría por satisfecho con ver avances en el Campus de la Justicia. Me gustaría ver la integración en superficie del ferrocarril finalizada porque es importante para Valladolid.