El Monasterio de Santa María de Valbuena, en la localidad vallisoletana de San Bernardo, ha acogido, en la mañana de este miércoles, 28 de febrero, el acto de presentación y también la entrega de un total de cinco piezas en otras sendas localidades vallisoletanas que se han beneficiado, durante el pasado año 2023, del convenio de colaboración entre la Fundación Las Edades del Hombre y la Diputación de Valladolid.

El presidente de la institución provincial, Conrado Íscar, y también el gerente de la Fundación, Julio César García, han estado acompañados por el delegado de patrimonio del arzobispado de Valladolid y por alcaldes, párrocos y vecinos de las localidades de donde proceden las piezas.

Las cinco piezas que se han beneficiado de dicho convenio y que han sido intervenidas en los talleres de las Edades del Hombre han sido: el Cristo del Socorro de Villalbarba. San Millán de Amusquillo. Nuestra Señora de Rubialejos, de Pesquera de Duero. También El Crucificado de Valdunquillo y San Antonio Abad de Cubillas de Santa Marta.

Una de las obras restauradas Fundación Edades del Hombre

Silvia Lorenzo, que pasa por ser la directora del Centro de Restauración y Conservación de Las Edades del Hombre, ha sido la encargada de detallar las labores que se han llevado a cabo en cada una de estas joyas de la provincia de Valladolid para que puedan regresar a estas localidades con sus patologías resueltas y en óptimas condiciones de conservación. También que se han utilizado herramientas contemporáneas como Rayos X, infrarrojos o sistemas de anoxia o materiales como fibra de vidrio para lograr estos fines.

Julio César García ha puntualizado que “estas piezas son memoria patrimonial de los pueblos” y que “forman parte de la identidad” y también del “arraigo de la sociedad” y que se busca “conservarlas para afianzar las raíces y la pertenencia al territorio”.

Conrado Íscar, por su parte, ha declarado durante el desarrollo del acto que “estamos ante una actuación que es un claro ejemplo de éxito de colaboración” entre “instituciones, que nos han permitido recuperar y restaurar piezas” y que “sin esa colaboración, posiblemente podrían haber recibido los tratamientos oportunos para garantizar su supervivencia”.