Los dos egresados de la UVa: a la izda. Jaime Valero, graduado en ADE (2018) y Finanzas, Banca y Seguros (2021) y Ovidio Gómez, en ADE (2018)

Los dos egresados de la UVa: a la izda. Jaime Valero, graduado en ADE (2018) y Finanzas, Banca y Seguros (2021) y Ovidio Gómez, en ADE (2018)

Valladolid

El proyecto de oro de dos amigos que vale casi 6 millones de euros

Son dos egresados de la Universidad de Valladolid

23 junio, 2023 12:55

Son dos egresados de ADE (2018) y en hace un año crearon Viridis Society. Con 19 años, Jaime Valero, graduado en ADE y Finanzas, Banca y Seguros, comenzó por curiosidad a invertir en criptomonedas. Tras esto, su amigo de la infancia, Ovidio Gómez, con el que también coincidió estudiando ADE en la UVa, le pidió ayuda para invertir ahorros.

Fue aquí cuando nació Viridis Society, que pasa por ser un fondo de inversión de Inteligencia Artificial que comenzó a operar en mayo de 2022. En apenas un año ha sido valorado en 5,8 millones de euros tras su primera ronda de financiación.

Gran parte de la valoración de la empresa que se acaba de mudar de Praga a Dubai se debe al software creado con Inteligencia Artificial, tan de moda. Todo para gestionar los activos y también para analizar los rendimientos de inversiones.

“Hay mucho juego psicológico en invertir y muchas veces se pierde por esto”, ha señalado Jaime. Ha valorado que la Inteligencia Artificial “deja de lado las emociones” y se centra en “datos y estadísticas”. 

“Hay un equipo de desarrolladores que ayudan a supervisar que la IA hace las cosas bien y que no hay problema. Empezamos invirtiendo en criptomonedas y ahora lo hacemos también en petróleo, café y oro”, añade Ovidio.

Jaime apunta que para sacar este proyecto adelante ha sido fundamental la formación que ha adquirido en los dos Grados que ha cursado en la Facultad de Económicas y Empresariales de la Universidad de Valladolid, tanto ADE, como Finanzas. Especialmente en contabilidades financieras y dirección estratégica, y luego “investigar por mi cuenta”.

Los dos amigos aseguran que, pese a su éxito, siguen siendo unos chicos sencillos con los pies en la tierra, aunque no “mileuristas”, pero con el peso que da la responsabilidad de gestionar, no sólo los ahorros, sino también los de su familia, amigos y clientes, estos últimos seleccionados por su capacidad de riesgo.